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Relaciones internacionales

versión On-line ISSN 2314-2766

Relac. int. vol.32 no.64 La Plata jun. 2023

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.24215/23142766e162 

Estudios

Rusia-Ucrania: la nociva combinación que explica la guerra

Russia-Ukraine: the noxious combination that explains the war

Hernán Olmedo González1  *

1Universidad de la República (Uruguay)

Resumen

Este artículo tiene por finalidad aportar evidencia empírica sobre dos proposiciones con respecto a la guerra interestatal entre Rusia y Ucrania. La primera enuncia que al menos desde el año 2013 a la actualidad, la díada Rusia-Ucrania ha reunido todos los factores de riesgo asociados al inicio de guerras interestatales. La segunda enuncia que esta guerra es resultado de un proceso de mutación de una guerra intraestatal internacionalizada a una guerra interestatal. El argumento del estudio enuncia que tanto los factores de riesgo como así también la mutación se explican por una nociva combinación: asimetría de poder entre los Estados miembros participantes del conflicto en fase intraestatal internacionalizada con limitado poder político emergente en la díada interestatal.

Palabras clave guerra Rusia-Ucrania; riesgos; mutación; asimetría; poder

Abstract

The objective of this article is to present empirical evidence on two propositions about the inter-state war between Russia and Ukraine. The first postulate claims that, at the very least, from 2013 to the present the Russia-Ukraine inter-state dyad has shown all the risk factors associated with the start of interstate wars. The second postulate puts forward that this war is the result of a mutation process from an internationalized intra-state war to an inter-state war. This study argues that both the risk factors and the mutation may be explained by a noxious combination: asymmetry of power between the member States participating in the conflict in the internationalized intra-state phase, with limited political power emerging in the inter-state dyad.

Keywords Russia-Ukraine war; risks; mutation; asymmetry; power

1. Introducción

Con una distribución de poder al menos cinco veces superior de acuerdo al Composite Indicator of National Capabilities (cinc v 6.0), el 24 de febrero de 2022 el gobierno ruso de Vladimir Putin decidió invadir Ucrania violentando las prácticas internacionales (Adler y Pouliot, 2019) sobre las cuales, desde el Tratado de Westfalia de 1648 hasta la actualidad, con avances y retrocesos, se ha ido consolidando el principio de integridad territorial de los Estados. [1] De una forma que simplifica la compleja realidad social, política, regional e incluso religiosa de la díada interestatal Rusia-Ucrania, se enuncia que los antecedentes más inmediatos de esta invasión se remontan a lo que ha sucedido en noviembre de 2013 bajo el nombre de Euromaidán. Ello fue una ola de manifestaciones impulsadas por algunos grupos ucranianos que tenían el interés que Ucrania afianzara sus vínculos con Europa, vía una integración con la Unión Europea (en adelante UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (en adelante OTAN). Estas manifestaciones generaron una contraofensiva represiva violenta por parte del gobierno que, a la postre, precipitaron la renuncia del presidente de Ucrania Víktor Yanukóvich en febrero de 2014, quien en ese momento tuvo una posición opuesta a la integración de Ucrania al bloque occidental al igual que el gobierno ruso.

Con el interés fundamental de limitar la aproximación de Ucrania a Occidente y, con el argumento de que lo sucedido en Ucrania fue un golpe de Estado, en primera instancia Rusia desplazó fuerzas militares a la península de Crimea, anexionando la misma posteriormente en el mes de marzo de 2014. Paralelamente, este hecho generó un incremento de las manifestaciones pro-rusas en el este de Ucrania que catalizaron el inicio de conflictos militarizados entre tales grupos separatistas y el gobierno de Ucrania, el cual desde entonces ha tenido el interés primordial de mantener el control del gobierno y ejercicio de su soberanía en estas regiones. A partir de abril de 2014, las pujas militarizadas entre los grupos pro-rusos separatistas en Donbás y el gobierno de Ucrania adquirieron tal intensidad que, de acuerdo con las definiciones de caso de guerras, los combates militarizados fueron sintomáticos del inicio de una guerra de naturaleza intraestatal. Por estas cuestiones, más el apoyo militar suministrado por Rusia a los grupos separatistas en Donbás es que este conflicto militarizado puede perfectamente ser considerado como una guerra de naturaleza intraestatal internacionalizada.

Dicho esto, el estudio que se desarrolla a continuación tiene por finalidad aportar evidencia empírica sobre dos proposiciones fundamentales. La primera de ellas enuncia que el inicio de esta guerra interestatal es precedido por la existencia de todos los factores de riesgo asociados con el inicio de guerras inter-estatales. La segunda proposición enuncia que la guerra actual es resultado de un proceso de mutación, caracterizado por el tránsito de una guerra intraestatal internacionalizada a una guerra interestatal (Olmedo González, 2022). La conjetura teórica explicativa de ambas proposiciones enuncia que, tanto los factores de riesgo como la mutación, se explican por la existencia de una nociva combinación: asimetría significativa de poder entre los Estados miembros participantes del conflicto en su fase intraestatal internacionalizado con limitado poder político emergente en la díada interestatal.

Para aportar evidencia a favor de estas proposiciones el estudio ha seguido un procedimiento epistemológico inductivo. En primer lugar, tomando como unidad de análisis la díada interestatal Rusia-Ucrania, se han estudiado la evolución de los factores de riesgo principales que han precedido al inicio de esta guerra interestatal. Con leves ajustes a los principales modelos existentes sobre los factores de riesgo asociados con el inicio de guerras inter-estatales, el modelo aplicado en este trabajo se sustenta en el estudio de la evolución de las siguientes variables: 1. la existencia de contigüidad geográfica; 2. la existencia o no de rivalidades; 3. el nivel de convergencia gubernamental sobre temas vitales; 4. la existencia o no de alianzas externas políticamente relevantes; 5. el nivel de carrera armamentista; 6. el nivel de enraizamiento de prácticas democráticas; 7. las tendencias de la interdependencia comercial y el crecimiento económico.

En segundo lugar, apelando al registro histórico de guerras en el sistema internacional en el período 1816-2015 en función del banco de datos de Correlates of War, sistematizados en las publicaciones de Sarkees y Wayman (2010), Dixon y Sarkees (2016), con actualizaciones por quien suscribe, en primera instancia el estudio identificará el universo total de guerras iniciadas en el período considerado. Posteriormente, se relevarán el conjunto de guerras que registraron procesos de mutación en algún sentido, luego las que mutaron de una guerra intraestatal internacionalizada a una guerra interestatal y luego, las intraestatales internacionales que mutaron a inter-estatales y fueron iniciadas por una potencia mundial, como lo es la guerra Rusia-Ucrania. Identificados estos antecedentes, posteriormente se desarrollará como conjetura la explicación teórica de la mutación.

Siguiendo esta lógica epistemológica el artículo se estructura en tres secciones y una conclusión. En la primera sección se analiza la díada Rusia-Ucrania a partir de las tendencias de los factores de riesgo asociados al inicio de guerras inter-estatales. La segunda sección está orientada a identificar las guerras que mutaron como guerras intraestatales internacionalizadas a guerra inter-estatales. La tercera a desarrollar la conjetura teórica sobre el factor causal de la mutación, incorporando en ella un somero análisis por demás general de las guerras que mutaron en el mismo sentido desde 1816 a la actualidad. Por último, el artículo desarrolla una conclusión en la que se sistematizan los resultados más salientes del estudio.

2. Factores de riesgo asociados al inicio de guerras inter-estatales

Por analogía a lo que se aplica en el campo de la Epidemiología sobre los factores condicionantes o comorbilidades asociadas a patologías específicas, entre los científicos de la política internacional, existen diferentes modelos analíticos para identificar los factores de riesgo que incrementan las probabilidades de inicios de guerras inter-estatales. Uno de estos modelos es el desarrollado por Stuart Bremer (1992)Dangerous Dyads. Este modelo postula que existen una serie de factores de riesgo que incrementan las probabilidades de inicio de guerras inter-estatales, entre estos factores, ordenadas de mayor a menor nivel de influencia se encuentran: 1. la presencia de contigüidades; 2. la ausencia de alianzas en común; 3. ausencia de una economía avanzada; 4. ausencia de políticas democráticas; 5. simetría de poder; 6. la presencia de una gran potencia. Posteriormente, poniendo mayor énfasis en los procesos que derivan en conflictos de intereses entre Estados, Stuart Bremer (1995) desarrolló The process of war. Este modelo postula que generalmente estos conflictos de intereses entre Estados se desarrollan de manera pacífica pero, en ocasiones, los mismos se convierten en conflictos militarizados. El estudio muestra que la gran mayoría de los conflictos militarizados no escalan al umbral de guerra, sin embargo, el 5% de los conflictos militarizados de bajo alcance se transforman en guerras inter-estatales.

Un tercer modelo ha sido el desarrollado por Vásquez (1987) y perfeccionado por Vásquez y Senese (2005), denominado Assesing to steps to war. Este modelo presenta que los inicios de guerras inter-estatales se incrementan cuando suceden una serie de factores concatenados. Por ejemplo, si una díada interestatal registra contigüidades y ejercicio de políticas de poder de sus miembros, sumado a que ambas partes tienen alianzas externas relevantes políticamente, las probabilidades de inicio de conflictos se incrementan. Si a la existencia de estos factores se agrega que los miembros de la díada registran una historia marcada por conflictos, las probabilidades de inicio de una guerra aumentan. Si a estos factores se agrega la existencia de una carrera armamentista, las probabilidades de inicio de guerras se incrementan drásticamente.

Desde un nivel de análisis diádico y teniendo en cuenta buena parte de los factores que se encuentran comprendidos en estos modelos, la proposición que planteo es que la guerra actual entre Rusia y Ucrania se explica, en buena medida, por la coexistencia de una serie de factores de riesgos. Estos factores de riesgo son los siguientes: 1. la existencia contigüidad geográfica; 2. la existencia de rivalidades; 3. intereses antagónicos sobre temas vitales; 4. posibilidad de alianzas externas políticamente relevantes; 5. carrera armamentista; 6. limitado nivel de enraizamiento de prácticas democráticas; 7. tendencias negativas en los niveles de interdependencia comercial y del crecimiento económico. En función de estos aspectos, se analizará a continuación la evolución y estado de la díada Rusia-Ucrania en los últimos años.

2.1. Estudiando la díada Rusia-Ucrania

Contigüidad geográfica: teniendo en cuenta la evidencia científica con la que contamos los estudiosos de la política internacional, aproximadamente el 80% de las guerras inter-estatales que se produjeron en el sistema internacional desde 1816 a la actualidad, revelan la existencia de contigüidades. El 70% de las contigüidades que derivaron en guerras han sido de tipo territorial, el 10% restante las contigüidades han sido marítimas (Hensel, 2012: 6). Si tenemos en cuenta la díada Rusia-Ucrania, se observa un extenso tramo de contigüidad territorial entre ambos países, al Norte, Este y Sur de Ucrania, sumado a la contigüidad marítima que tienen ambos países en el Mar de Azov y el Mar Negro. Claramente lo que se constata es la existencia de este factor estructural que favorece el inicio de guerras.

Rivalidades: indudablemente, las relaciones inter-estatales pueden ser de distintos tipos, alianza en común, de cooperación económica, de integración política que suponga puesta en común de soberanías, entre otras. Un tipo de relación puede ser de rivalidad, la misma se constata cuando los gobiernos presentan diferencias significativas sobre algunos tópicos puntuales de las relaciones internacionales, la cual puede derivar en la amenaza del uso de la fuerza, en el movimiento de tropas militares sobre fronteras e, incluso, en el uso de la fuerza con utilización de la fuerza militar. Claramente, lo que es posible observar en el caso de Rusia-Ucrania es el pasaje por demás acelerado de una rivalidad política a un conflicto militarizado en forma de guerra. El mismo se inició en el año 2013 cuando se produjo lo que se denominó como Euromaidán, lo cual derivó en la sustitución del gobierno pro-ruso de Ucrania. Esta rivalidad, tuvo la particularidad de transitar rápidamente de un conflicto militarizado de menor escala entre el gobierno ucraniano y los separatistas rusos de Ucrania, a un conflicto militarizado en forma de guerra intraestatal internacionalizada, ya que el conflicto interno contó con el apoyo de Rusia a los milicianos pro-rusos. Por tanto, sobre este factor de riesgo se advierte su presencia, reflejada en la existencia de un conflicto militarizado en forma de guerra intraestatal internacionalizada.

Intereses antagónicos sobre temas vitales: las proposiciones neorrealistas defensivas pueden ayudar a explicar este punto ya que para este enfoque, la búsqueda de la seguridad, no del poder, es la meta máxima y principal de los Estados (Waltz, 2003; Mearsheimer, 2001). Desde esta perspectiva, es posible inferir que cuando el nivel de convergencia sobre temas vitales es bajo se incrementan las probabilidades de inicios de guerra inter-estatales entre los miembros de la díada, por su parte, cuando la convergencia gubernamental sobre temas vitales es elevada se incrementan las probabilidades de paz en una díada interestatal. Tomando en cuenta la díada Rusia-Ucrania, se observa claramente un bajo grado de convergencias de intereses gubernamentales sobre temas vitales. Mientras Ucrania en los últimos años ha tratado de cumplir los requisitos exigidos tanto por la UE como la OTAN para formar parte de ambas organizaciones, el gobierno de Rusia no ha estado dispuesto a tolerar que ningún Estado adicional que limite sus fronteras sea miembro fundamentalmente de la OTAN. En ese sentido sobre cuestiones vitales, existen intereses claramente opuestos, para el gobierno de Ucrania la supervivencia del Estado se encuentra mejor garantizada en alianza con la UE y la OTAN, por su parte para Rusia, que Ucrania conforme las alianzas occidentales es considerada como una amenaza a su propia seguridad. Sobre este factor, se constata que el mismo constituye un factor adicional de riesgo que incrementa las probabilidades de inicios de guerra interestatal en la díada.

Alianzas externas políticamente relevantes: las alianzas políticamente relevantes son aquellos acuerdos formales de seguridad militar, consagrados en Tratados Internacionales, en el que uno de los miembros de la alianza es una gran potencia del sistema internacional. Al igual que las alianzas militares en general, las alianzas políticamente relevantes pueden ser de tres tipos generales (Gibler, 2009). Uno de esos tipos de alianzas militares es la de neutralidad, este tipo de alianza militar establece que un ataque externo a un miembro de la alianza no implica el involucramiento de sus socios. Un segundo tipo de alianza militar es la entente, la misma se caracteriza por el intercambio de información y cooperación entre Estados, sin que la afectación de alguno de ellos en conflictos bélicos implique la participación de los socios. El tercer tipo de alianza militar es la defensiva, las mismas establecen que un ataque a uno de los miembros de la alianza supone un ataque a todos los miembros de la alianza. Lo que se detecta actualmente en la díada Rusia-Ucrania es que desde el año 1992 hasta la actualidad, Rusia lidera una alianza militar de tipo defensiva en el marco del Tratado de Seguridad Colectiva, la cual la componen también de forma permanente los siguientes países: Armenia; Bielorrusia; Kazajistán; Kirguistán; Tayikistán. También cabe señalar que desde el año 2005 Rusia tiene una alianza militar defensiva con Uzbekistán. Por su parte Ucrania no tiene alianzas políticamente relevantes, aunque sí en los últimos años ha expresado su voluntad clara, vía una enmienda constitucional en 2019, de formar parte de una alianza con Europa. Por tanto, si bien en la díada actualmente no es posible identificar formalmente la existencia plena de alianzas externas políticamente relevantes y opuestas, la enmienda constitucional de Ucrania puede entenderse como un indicador claro de los intereses contradictorios de los miembros de la díada. En función de esto, es posible identificar que existe claramente la influencia de este factor de riesgo.

Carrera armamentista: de acuerdo con lo que sabemos científicamente, este es otro de los factores que incrementan positivamente el inicio de guerras entre los miembros de una díada interestatal. Si nos aproximamos a este aspecto a través de la evolución del gasto militar como porcentaje del PBI de cada uno de los países de la díada, se visualiza una tendencia creciente del gasto militar en ambos países. Si nos detenemos en observar las tendencias de los últimos años desde 2014, visualizamos que la misma adquiere mayor significancia. Ello es lo que trata de evidenciar la Tabla 1, la cual de forma resumida presenta como evidencia que el promedio del gasto militar de Ucrania para el período 2001-2020 fue de 2,34% pero de 3,09% desde el año 2014, levemente un punto por encima de desviación estándar. Por su parte, el promedio de todo el período de Rusia fue de 3,8% y de 4,38% desde el año 2014 hasta el 2020, levemente por debajo de un punto de desviación estándar con respecto a la media. El Gráfico 1 y la Tabla 1 presentan esta información.

Fuente: elaboración propia en base a datos extraídos de SIPRI 2020

Gráfico 1: Evolución del gasto militar como % del PBI de cada país 

Tabla 1: Promedios y desviación estándar del gasto militar de Rusia y Ucrania 

Fuente: elaboración propia en base a datos extraídos de SIPRI

Nivel de enraizamiento de prácticas democráticas: con respecto a este factor, científicamente sabemos que las díadas inter-estatales conformadas por Estados democráticos no se hacen la guerra entre sí. Algunos científicos de la política internacional han enunciado que esta hipótesis constituye una ley científica del campo de estudios (Levy, 1988). Ahora bien, ello no significa afirmar que los países democráticos no están dispuestos a incursionar en guerras, de hecho, la evidencia empírica revela que en el 50% de las guerras inter-estatales, en uno de los bandos en conflicto siempre hubo al menos un régimen democrático participando. Quiere decir, si una díada interestatal se conforma por una democracia y otra autocracia o ambas por autocracias, los bajos o nulos niveles de democracia en la díada constituyen en un factor que incrementa las probabilidades de inicios de guerras.

Una forma de aproximarnos a conocer las tendencias del nivel de enraizamiento de las prácticas democráticas en la díada Rusia-Ucrania en el nuevo siglo, es a través del estudio de los niveles de institucionalización de sus regímenes políticos, tal cual lo realiza Polity5 del Centro para la Paz Sistémica. Polity 5 aporta un índice de institucionalización de los regímenes políticos, de forma interanual desde el año 1816 a 2018, este índice tiene un rango de -10 a 10. En el marco de dicho rango, los países que presentan un valor entre -10 y -6 son autocráticos, entre -5 y 5 anocráticos y, entre 6 y 10 democráticos. En el caso de la díada Rusia-Ucrania, tal como muestra el Gráfico 2, se constata claramente una díada interestatal con una tendencia baja en lo que respecta a enraizamiento de prácticas democráticas, estos niveles derivan de la sumatoria de la puntuación de cada país, para cada año considerado, dividido 2 que es el número de países. Dicho de otra manera, el valor del nivel de enraizamiento de las prácticas democráticas es un promedio de los valores obtenidos por cada uno de los miembros de la díada año a año del período considerado. Tomando los valores de ambos países para todo el período 2000-2018, la media del nivel de enraizamiento de prácticas democráticas de la díada fue de 5,2 y, tomando en cuenta solamente desde el año 2013, la media del nivel de enraizamiento de prácticas democráticas de la díada fue de 4, ambos valores claramente por debajo de 6. [2] Claramente, los bajos niveles de enraizamiento de prácticas democráticas de la díada constituyen otro factor que influyó positivamente en el inicio la guerra.

Fuente: elaboración propia en base a datos extraídos de Polity V.

Gráfico 2:  Evolución del nivel de democracia en la díada Rusia-Ucrania 2001-2018 

Tendencias de la interdependencia comercial y del crecimiento económico interanual: la evidencia científica con la que contamos muestra claramente que existe una asociación positiva entre los niveles de interdependencia comercial y el nivel de paz en las relaciones diádicas inter-estatales (Oneal y Russett, 2001). A partir de esta evidencia, la proposición medular planteada enuncia que si la interdependencia comercial en una díada interestatal registra una tendencia declinante, dicha tendencia se constituye en una fuerza que incrementa las probabilidades de inicio de una guerra interestatal y viceversa. Lamentablemente, no contamos con datos actualizados sobre el nivel de interdependencia comercial en la díada Rusia-Ucrania, los últimos datos actualizados se extienden hasta el año 2014. Dada esta limitación, se ha optado por aproximarnos a la influencia de los factores económicos a través de dos vías. Por un lado, mediante el estudio de las tendencias del intercambio comercial bilateral como porcentaje del PBI de la díada para el período 2001-2014. Segundo, estudiando las tendencias del crecimiento económico interanual de la díada. Sobre las tendencias del crecimiento económico, la proposición que planteo enuncia que si el crecimiento económico interanual de una díada interestatal presenta una tendencia declinante, la misma se constituye en una fuerza que incrementa las probabilidades de inicio de una guerra interestatal y viceversa.

Sobre el nivel de interdependencia comercial, de acuerdo con datos sistematizados por Katherine Barbieri y Omar Keshk (2014) en el marco del proyecto de Correlatos de Guerra sobre intercambio comercial bilateral, y los datos proporcionados por el Banco Mundial sobre PBI de los países en el período 2000-2014, se constata una fuerte tendencia a la baja en la del peso relativo de la interdependencia comercial. A comienzos de siglo, el nivel de intercambio comercial entre ambos países representaba poco más del 25% del producto bruto de la díada, para el año 2014, dicho valor alcanza tan solo poco más del 1%. El Gráfico 3 refleja la tendencia significativamente en declive del comercio bilateral de la díada. Para los años posteriores a 2014, debido al conflicto militarizado y activo en el que participan ambos países en bandos opuestos, es posible conjeturar que seguramente no se hayan incrementado los niveles de intercambio comercial.

Fuente: elaboración propia.

Gráfico 3: Tendencia de la interdependencia comercial Rusia-Ucrania 2003-2014 

Por su parte, si nos aproximamos a través de las tendencias del crecimiento económico interanual de la díada Rusia-Ucrania, de acuerdo con datos del Banco Mundial lo que se observa es que el crecimiento económico de la díada presenta una tendencia lineal a la baja. Como se observa en la Tabla 2, para los veinte años transcurridos la díada tuvo en promedio un crecimiento económico interanual del 10,65%, medida por la tasa de variación año a año del Producto Bruto Interno de la díada. Sin embargo, si observamos la tendencia para los años transcurridos entre 2014 a 2020, lo que se detecta es un promedio de crecimiento económico interanual negativo de -4,29%. Este crecimiento económico interanual negativo de la díada desde el año 2014 hasta 2020 se explica mayormente por un promedio de crecimiento económico interanual negativo de Rusia en un -4,57% y un promedio de crecimiento interanual negativo de Ucrania de -0,13%. En síntesis, considerando estos factores económicos es posible apreciar que están dadas las tenencias económicas para que se vean incrementadas las probabilidades de inicio de guerras inter-estatales.

Fuente: elaboración propia.

Gráfico 4: Tendencia del crecimiento económico interanual en la díada Rusia-Ucrania 

Tabla 2: Promedio y desviación estándar del crecimiento económico interanual de la díada Rusia-Ucrania 

Fuente: elaboración propia en base a datos extraídos del Banco Mundial

En síntesis, lo que es posible apreciar en esta díada interestatal Rusia-Ucrania que se encuentran presentes muchos de los factores de riesgo asociados con el inicio de una guerra interestatal. Estos factores de riesgo son la existencia de contigüidad geográfica, rivalidades entre gobiernos e incompatibilidad de intereses sobre temas vitales, un proceso en el que pueden consolidarse alianzas externas y opuestas políticamente relevantes, carrera armamentista, bajos niveles de enraizamiento de prácticas democráticas, tendencias declinantes tanto del peso relativo del intercambio comercial como así también del crecimiento económico interanual en la díada.

3. La guerra interestatal Rusia-Ucrania como resultado de un proceso de mutación

En los estudios sociales abundan las definiciones de guerra. Por ejemplo, desde una perspectiva antropológica, Branislaw Malinoswski (1941) la definió como una contienda armada entre unidades políticas independientes en pos de una política tribal o nacional. Desde un enfoque más legalista, Quincy Wright (1964: 5-8) la definió como una contienda legal que se caracteriza por el uso recíproco de la fuerza entre agentes naturalmente semejantes pero con magnitudes de fuerzas diferente. Lewis Fry Richardson, no se concentró en definir conceptualmente las guerras sino en sistematizar cuantitativamente lo que denominó enfrentamientos mortales (1960). Hedley Bull (2005: 237) la definió como una suerte de institución violenta y organizada de la sociedad entre unidades políticas. John Vásquez (2009 [1993]) no presenta una definición específica, sino que se aproxima a las mismas a través de una serie de propiedades como ser: 1. que es un fenómeno aprendido; 2. es un evento de largo plazo; 3. es producto de la interacción y no de condiciones sistémicas; 4. es derivado de procesos de decisiones; 5. es un fenómeno multicausal; 6. existen diferentes tipos de guerras.

Desde un plano operativo, en la actualidad es posible identificar dos definiciones de caso de guerra predominantes para los estudiosos cuantitativos de las mismas. Una de ellas es la que ofrece el Programa de Datos sobre Conflictos de la Universidad de Uppsala Uppsala Conflict Data Project (UCDP), que define la guerra como el combate que registra 1000 muertes, incluyendo combatientes y civiles al cabo de un año calendario. Una segunda definición de caso es la que ofrece Correlatos de Guerra Correlates of War (Cow), que la define como aquellos conflictos que registran al menos 1000 muertes de combatientes en el período de un año calendario entre todos los involucrados en el conflicto (Sarkees y Waymann, 2010: 39-75). En función de esta definición, Correlatos de Guerra identifica cuatro grandes tipos de guerra: inter-estatales, intraestatales, extraestatales, no-estatales.[3]

Con datos actualizados para el período 1816-2015, a partir de la definición de caso de guerra de Correlates of War se produjeron en el sistema internacional 672 guerras. Aplicando un enfoque más general, estos tipos de guerras pueden ser agrupados en tres categorías: internacionales; nacionales, no-estatales. En la categoría de internacional, es posible agrupar a las inter-estatales, extraestatales e intraestatales que han sido internacionalizadas. En la categoría nacionales se incluyen solamente las guerras libradas al interior de un Estado sin la participación de Estados del exterior. En las no-estatales todas las guerras libradas por grupos humanos no organizados en Estados soberanos. Omitiendo las 62 guerras no-estatales registradas a lo largo del período, es posible identificar un universo de 610 guerras en el sistema de Estados, de las cuales quien suscribe ha sistematizado información empírica consistente sobre 584 de ellas en sus diferentes tipos generales. Estas 584 guerras se distribuyen de la siguiente manera: 315 son guerras internacionales, de las cuales 163 han sido extraestatales, 96 inter-estatales y 56 intraestatales internacionalizadas; las 269 guerras restantes fueron guerras nacionales. El siguiente Gráfico 1 presenta las tendencias de estos dos tipos generales de guerras también para el mismo período.

Fuente: elaboración propia en base a datos extraídos de Sarkees y Wayman (2010), Dixon y Sarkees (2016).

Gráfico 5: Tendencias de los inicios de guerras internacionales, nacionales y no estatales 1816-2015 

Ahora bien, teniendo en cuenta las investigaciones científicas sobre las guerras se constata la existencia de una propiedad que no ha reportado mayor atención de los estudiosos de esta patología, este aspecto es el de las mutaciones que han experimentado los conflictos bélicos. Teniendo en cuenta las 584 sistematizadas del período 1816-2015, tan solo 43 de ellas (7,36%) registraron mutaciones en algún sentido. Con ello se constata que las mutaciones de las guerras son procesos extraños o atípicos. Si observamos la cantidad de mutaciones de guerras intraestatales a inter-estatales, han sido 13 (2,2%) y, mutaciones de guerras intraestatales internacionalizadas a inter-estatales han sido tan solo 5 (0,85%).[4]De estas 5, tan solo 3 registraron la participación de alguna gran potencia del sistema internacional, de estas 3, en su pasaje a guerra interestatal solo 2 de ellas fueron iniciadas por grandes potencias, al igual que la actual guerra entre Rusia y Ucrania. Tal como muestra la Tabla 3 que se presenta a continuación, esas 2 guerras que derivan de un proceso de mutación fueron las siguientes: la guerra entre Rusia y Turquía (Imperio Otomano) iniciada en el año 1828 por Rusia como mutación de la guerra de independencia de Grecia que se inició en 1821; la guerra de Vietnam en su segunda fase, iniciada por Estados Unidos como mutación de la guerra de Vietnam en su primera fase como guerra intraestatal internacionalizada.

Tabla 3 Guerras intraestatales internacionalizadas que mutaron a guerras inter-estatales 1816-2022 

Tabla 4 Guerras inter-estatales que derivaron de una mutación de guerra intraestatal internacionalizada 1816-2015 

Fuente: elaboración propia

Teniendo en cuenta esta evidencia empírica, claramente puede visualizarse que el conflicto militarizado entre Rusia y Ucrania presenta propiedades atípicas, tan solo las dos guerras mencionadas muestran algunas particularidades generales semejantes. Presentada esta evidencia empírica, se desarrollará a continuación una explicación teórica de estos patrones.

4. Una conjetura teórica sobre los factores de riesgo y mutación

La Guerra de Independencia de Grecia iniciada en el año 1821 como así también la Guerra de Vietnam en su primera fase iniciada en el año 1960, fueron los dos eventos que registraron un proceso semejante al de la guerra en Ucrania iniciada en el año 2014. Los tres fueron eventos considerados como guerras intraestatales internacionalizadas que mutaron a guerras inter-estatales. En los tres se constata la presencia de alguna gran potencia mundial y, además, las mutaciones de los conflictos han sido consecuencia de la acción de una gran potencia mundial. Ahora bien, ¿cuál pudo haber sido el factor influyente en las acciones emprendidas por las grandes potencias mundiales que derivaron en la mutación de los conflictos mencionados? La respuesta que se propone a modo de conjetura teórica se sustenta en la existencia de una nociva combinación, la cual está dada por la emergencia de asimetrías significativas de poder material y limitado poder político en la díada interestatal.

El poder político debe ser entendido como una propiedad emergente de las mutuas relaciones de dominación entre las élites políticas inter-estatales. Indudablemente, es altamente probable que exista una correlación positiva significativa entre los intentos de dominación de las élites y la distribución relativa de poder en la díada interestatal. En un marco general de interrelaciones circulares entre los Estados miembros de una díada, los intentos de dominación de las élites políticas de un Estado A tienen sus efectos en las élites políticas del Estado B que indudablemente se tornan diferentes frente a las influencias ejercidas por las élites del Estado A. Como respuesta, las élites del Estado B procurarán ejercer influencia favorable a sus intereses en las élites del Estado A, el cual a su vez se torna un tanto diferente debido a la influencia de las élites del Estado B. En tal sentido, nuestro argumento enuncia que existe poder político en la díada interestatal cuando de las mutuas relaciones de dominación de las élites políticas, emerge un estado general en el cual sus interacciones se desarrollan básicamente de forma pacífica. Estas relaciones pacíficas no solo estarán condicionadas por la distribución relativa de poder entre los Estados, también por el prestigio internacional de cada uno de ellos, las capacidades de los líderes políticos y, fundamentalmente, los intereses y capacidades de las élites gobernantes.

Sin embargo, cuando las élites gobernantes de cada Estado no logran ejercer un nivel de control y dominación favorable a sus intereses en sus relaciones con sus homólogos, se incrementan significativamente las probabilidades del remplazo del limitado poder político por el ejercicio de la fuerza y la coacción, dicho de otra manera, se incrementa significativamente las probabilidades de inicios e intensificación de conflictos militarizados. Si esta situación se genera en una díada interestatal con asimetrías significativas de poder, es esperable que los inicios e intensificación de los conflictos militares sean realizados por las élites políticas del Estado miembro con mayores capacidades materiales de la díada interestatal. Sin embargo, la relación no es directa ni lineal ya que entre el limitado poder político existente en la díada interestatal y el inicio de una guerra, intervienen una serie de procesos que, en definitiva, condicionan las tendencias de los factores de riesgo para el inicio de guerras inter-estatales.

El limitado poder político de las élites gobernantes de la díada interestatal, genera un incremento de las controversias entre ellas sobre diversos temas de las relaciones inter-estatales, los cuales pueden ir desde aspectos económico-comerciales, pasando por temas territoriales y de control de fronteras. Cuando el nivel de controversias políticas entre las élites gobernantes se extiende a temas asociados a la seguridad interna sobre temas vitales, se incrementan significativamente las probabilidades de que cada una de ellas impulse políticas orientadas a incrementar el poder del Estado en aras de maximizar su seguridad. Ello puede ser por vía de un reforzamiento del poder de las capacidades militares, lo que conlleva un incremento del gasto militar y de la capacidad armamentista, o también a través del desarrollo de políticas de alineamiento con Estados del exterior que, en menor o mayor medida, contribuyan con el desarrollo de la preservación de los intereses vitales de cada Estado. Indudablemente, esta situación deriva en un incremento de la inseguridad internacional, incrementándose de esa manera las probabilidades de inicio de guerras entre los miembros de la díada interestatal. La siguiente figura 1 procura ilustrar esta concatenación de procesos y factores vinculados.

Figura 1: Procesos conducentes a la guerra 

Cabe señalar que esta secuencia de procedimientos tiene su opuesto. Es decir, si en una díada interestatal emerge una situación en el que el poder político tiene un rol importante como emergente de mutuas relaciones de dominación y control, se reducen significativamente las probabilidades de ejercicio del poder mediante la fuerza y coacción, reduciéndose de esa manera las probabilidades de inicios e intensificación de conflictos militares, independientemente de las posibles asimetrías de poder existentes en una díada interestatal. Ello se explica porque la existencia de poder político en las relaciones entre Estados reduce significativamente las controversias y surgimiento de rivalidades, lo cual a su vez reduce la activación de rivalidades sobre temas vitales de seguridad que, tiene como efecto, una reducción de los recursos destinados a fortalecer la seguridad nacional del Estado en su relación con el otro Estado. Indudablemente, esta concatenación de procesos reduce significativamente las probabilidades de inicios de guerras entre Estados. La figura 2 procura sintetizar este argumento.

Figura 2:  Procesos conducentes a la guerra 

Una revisión por demás simplificada de los conflictos intraestatales internacionalizados identificados quizás pueda ayudar a ilustrar la noción teórica que se trata de transmitir. Sobre la guerra de independencia de Grecia, tal cual describen Sarkees y Wayman (2010) en su narrativa, en varias zonas del Imperio Otomano la resistencia a su dominación comenzó a tener mayor fuerza en la década del veinte del siglo XIX, una de estas zonas fue lo que conocemos hoy como Grecia. Para controlar la insurgencia griega, el Sultán otomano Mahmt II pidió apoyo militar su vasallo Mehemt Alí de Egipto. Las fuerzas egipcias que desembarcaron en 1825 fueron un sostén muy importante ya que dos años después, casi toda la región griega estaba nuevamente bajo control otomano. Las potencias europeas de Gran Bretaña, Francia y Rusia se involucraron en el conflicto interno exigiendo un alto al fuego, la retirada de Egipto y bloqueando el puerto de la Bahía de Navarino. Estas solicitudes fueron rechazadas, incluso derivaron en un ataque del bando turco-egipcio a la flota de los aliados, iniciándose de esa forma la Batalla de Navarino. Esta batalla derivó en la destrucción de la flota otomana-egipcia, hecho que fue fundamental para que Grecia adquiriera posteriormente su independencia. La lucha continuó entre Turquía y los rebeldes griegos, quienes eran apoyados fundamentalmente por Rusia que tenía especiales intereses de dominación sobre los Balcanes. Este conflicto mutó cuando, a raíz de la decisión del Sultán Otomano de cerrar el estrecho de Dardanelos para la circulación de barcos rusos, Rusia decide atacar a Turquía con una diferencia de capacidades materiales favorable a Rusia muy cercana a 3 a 1. En tal sentido, puede conjeturarse teóricamente que el factor causal de la mutación se encuentra nociva combinación de, asimetría significativa de poder y limitado poder político emergente en la díada Rusia-Turquía (Imperio Otomano). Ello generó la aplicación de políticas ofensivas de ambos bandos que tuvieron como resultado la mutación de un conflicto bélico precedente.

Sobre la Guerra de Vietnam en su fase uno iniciada en 1960, también de acuerdo con la narrativa de Sarkees y Wayman (2010) el mismo comenzó cuando, el grupo comunista rebelde Viet Cong, inició una guerra civil contra el gobierno de Vietnam del Sur. Los intereses fundamentalmente ideológicos y anticomunistas de Estados Unidos llevaron a esta potencia a apoyar al gobierno de Vietnam del Sur en su guerra civil. El conflicto mutó cuando el gobierno norteamericano atacó Vietnam del Norte luego de que el Viet Cong, apoyado y capacitado por Vietnam del Norte, atacara la base norteamericana instalada en Pleiku. Allí se encuentra la causa ocasional de la mutación, sin embargo, es posible conjeturar que el factor catalizador más importante de la mutación del conflicto se encuentra en la nociva combinación de, asimetría significativa de poder y ausencia de poder político en la díada Estados Unidos-Vietnam del Norte. Ello derivó en una suerte de sustitución del limitado poder político por la intensificación del ejercicio del poder militar por parte de Estados Unidos.

En cuanto al conflicto Rusia-Ucrania, como se ha manifestado en la presentación de este artículo la guerra interestatal de 2022 se inició a partir de la invasión de Rusia a Ucrania, hecho que marca la mutación del conflicto bélico intraestatal internacionalizado que tuvo su comienzo en Ucrania en el año 2014. En el transcurso de estos años desde 2014, el fracaso de los acuerdos de Minsk para frenar el conflicto intraestatal internacionalizado constituye una evidencia consistente de la ausencia de poder político en la díada interestatal. Por el involucramiento que han tenido otras potencias mundiales y regionales en los acuerdos de Minsk, también es posible afirmar la ausencia significativa de poder político de todos los miembros extra-díada que, de una manera u otra, desarrollaron acciones diplomáticas conducentes a la solución de dicho conflicto.

En síntesis, lo común que puede observarse en las tres mutaciones que registran características semejantes no solo es la presencia de buena parte de los factores de riesgo asociados con el inicio de guerras inter-estatales, sino también dos aspectos adicionales. Uno de ellos es la significativa diferencia de capacidades materiales entre la gran potencia participante del conflicto bélico intraestatal internacionalizado y el Estado que se encuentra en el bando opuesto a la gran potencia. El otro aspecto tiene relación con el limitado poder político emergente en la díada interestatal. En tal sentido, la proposición fundamental del estudio enuncia que la combinación ha sido nociva en la díada interestatal, influyendo sensiblemente en la emergencia de todos los factores de riesgo asociados al inicio de guerras inter-estatales y, por ende, en la mutación.

5. Conclusiones

Por analogía a lo que se aplica en el campo de la Epidemiología sobre los factores condicionantes asociados a patologías específicas, algunos científicos de la política internacional tales como Vásquez (1987), Bremer (1992) Bremer y Cusack (1995), Vásquez y Senese (2005) entre otros, procuraron aplicar esta lógica de investigación para dar cuenta de los factores condicionantes en el inicio de guerras inter-estatales. Desde esta perspectiva, y realizando algunos ajustes a los principales modelos desarrollados en el campo de estudio para tal fin, el artículo es el resultado de la construcción de un modelo ajustado de factores de riesgo para el inicio de guerras interestatales aplicado al caso de la díada Rusia-Ucrania. En ese sentido, siguiendo un procedimiento epistemológico inductivo que transita de observaciones particulares hacia la conjetura de explicaciones generales, el estudio tuvo dos objetivos específicos, por un lado, aportar evidencia empírica favorable a dos proposiciones particulares, por otro, desarrollar una conjetura teórica explicativa sobre tales hallazgos empíricos.

Una de las proposiciones planteadas enuncia que el inicio de esta guerra interestatal se explica, en buena medida, porque al menos desde el año 2013 hasta febrero de 2022, la díada interestatal Rusia-Ucrania ha reunido buena parte de los factores de riesgo asociados con el inicio de guerras inter-estatales. Entre estos factores de riesgo se encuentran la existencia de contigüidades, rivalidades, intereses gubernamentales antagónicos sobre temas vitales, la posibilidad de que ambos miembros conformen alianzas externas políticamente relevantes, carrera armamentista reflejada en un incremento peso relativo del gasto militar, bajos niveles de enraizamiento de prácticas democráticas, una tendencia declinante del intercambio comercial, sumado a una tendencia declinante del crecimiento económico interanual en la díada interestatal.

La segunda proposición enuncia que la guerra interestatal actual es resultado de un proceso de mutación, la misma se caracteriza por el tránsito de una guerra intraestatal internacionalizada a una guerra interestatal. La evidencia empírica sistematizada revela que este tipo de mutación iniciada por la acción de una gran potencia mundial han sido procesos extremadamente atípicos, al menos desde el año 1816 a la fecha. El registro histórico basado en el Banco de Datos de Correlates of War (Sarkees y Wayman, 2010) muestra que tan solo dos guerras intraestatales internacionalizadas derivaron en guerras inter-estatales iniciadas por una gran potencia. Una de ellas fue la Guerra de Independencia de Grecia que derivó en la guerra interestatal del año 1828 entre Rusia y Turquía (Imperio Otomano). La otra guerra fue la de Vietnam en su primera fase, la cual derivó en la Guerra de Vietnam en su fase interestatal.

Ahora bien, en el entendido que las regularidades empíricas o, incluso las leyes científicas requieren de explicaciones teóricas, en este artículo se enuncia a modo de conjetura teórica que, tanto los factores de riesgo como así también la mutación del conflicto bélico intraestatal internacionalizado a guerra interestatal se explica por una nociva combinación: asimetría significativa de poder material y ausencia de poder político entre los miembros de la díada interestatal. Es como consecuencia de esta nociva combinación en la díada interestatal que se ha desencadenado una serie de procesos vinculados que tuvieron como consecuencias un incremento de las tensiones y rivalidades, las cuales condujeron a un incremento de la inseguridad internacional entre los miembros de la díada que, en última instancia, derivó en el inicio de esta guerra interestatal como mutación de una guerra intraestatal internacionalizada.

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Notas

1 Los datos cuantitativos actualizados hasta el año 2016 sobre las capacidades materiales relativas de los Estados del sistema internacional se encuentran disponibles en: https://correlatesofwar.org/data-sets/national-material-capabilities/nmc_documentation-6-0.zip/view

2Los datos cuantitativos considerados para calcular el nivel de enraizamiento de prácticas democráticas de la díada Rusia-Ucrania para el período 2000-2018, se encuentran disponibles en: https://www.systemicpeace.org/polityproject.html

3Las guerras inter-estatales son las que se libran entre Estados. Las guerras intraestatales son las que se libran al interior de un Estado, las mismas pueden ser de dos grandes tipos, internas, en las que un grupo está en conflicto con las autoridades estatales, o internacionalizadas en las que participan otros Estados del sistema. Las extraestatales son las que se libran entre un Estado o una alianza de Estados contra un grupo armado que no es miembro del sistema interestatal. Las no-estatales son las que se libran entre grupos que no son miembros del sistema interestatal. De todas las guerras, 96 fueron inter-estatales, 350 intraestatales, 164 fueron extraestatales y 62 no-estatales.

4Las trece guerras intraestatales que mutaron a inter-estatales fueron las siguientes: realista española (1821-1823); independencia de Grecia (1821-1828); revuelta Milán (1848); segunda guerra cretense musulmana (1896-1897); segunda revuelta albana (1910-1912); ucraniana occidental (1918-1919); Vietnam en fase 1 (1960-1965); segunda de Laos en fase uno (1963-1968); guerra de liberación de Bangladesh (1971); segunda de Ogaden Fase uno (1976-1977); segunda afgana muyahdín (1989-2001); Nagorno-Karabakh (1991-1993); independencia de Kosovo (1998-1999).

Recibido: 20 de Abril de 2022; Aprobado: 18 de Abril de 2023; : 21 de Abril de 2023

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Doctor en Ciencia Política por la Universidad de la República en Uruguay. Miembro activo del Sistema Nacional de Investigadores de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII). Docente del Posgrado en Estudios Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, Uruguay.

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