SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.44 issue1De cada pueblo un paisano. From the spanish village of Montjuic to the Children Republic of Gonnet: Two fanciful cities serving two political projectsDisciplined bodies, sources and work of women in the construction of the city of Rosario between 1880 and 1920: the naturalness of women s domestic performance author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas. Mario J. Buschiazzo

On-line version ISSN 2362-2024

An. Inst. Arte Am. Investig. Estét. Mario J. Buschiazzo vol.44 no.1 Buenos Aires June 2014

 

ARTICULO

La invención del lugar: tematización en los nuevos suburbios de Buenos Aires

The invention of place: thematization in the new Buenos Aires suburbs

Fernando Diez*

* Arquitecto (Universidad de Belgrano, 1979) y Doctor en Arquitectura (Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil, 2005). Desde 1978 se ha desempeñado en investigación y docencia en la Universidad de Belgrano y en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente en la Universidad de Palermo, donde también es Director del Departamento de Historia y Teoría. Asesor de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y miembro de la Comisión Consultiva Mercosur (2007). Jurado en distintos premios, entre otros: Vitruvio-Museo Nacional de Bellas Artes, Bienal Sociedad Central de Arquitectos, Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, (SCA/CPAU), Premio Rogelio Salmona, Latin America Holcim Awards. Miembro del comité científico del centro de Documentación y Conservación de edificios, sitios y barrios del Movimiento Moderno (DOCOMOMO) Brasil (2006 y 2007) Curador Argentino de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura (2006 y 2008). Fue Consejero electo del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (2002-2006) Desde 2010 es Académico de número de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente. Es Director Editorial de la revista Summa+ desde 1994. Autor, entre otros libros, de Buenos Aires y algunas constantes en las transformaciones urbanas (Editorial de Belgrano, 1996), Crisis de autenticidad (Summa+, 2008) y Agenda Pendiente, (Universidad de Palermo, 2013).

Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad de Palermo. Ecuador 931, CP C1214ACO. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. Email: diezfernandodiez@yahoo.com.ar

RECIBIDO: 3 de noviembre de 2014.
ACEPTADO: 9 de febrero de 2015.


RESUMEN

La colonización de los nuevos suburbios de Buenos Aires durante la última década del siglo XX y la primera del nuevo siglo da lugar al desarrollo de una nueva modalidad de caracterización estilística dominada por los nuevos conceptos de "tematización" y "enclave". Estos desarrollos muestran la vocación por una nueva simulación (en el sentido baudrilliardiano) del "lugar", que pasa progresivamente de los parques de entretenimiento y diversión, a los lugares de vacaciones y los centros comerciales para, finalmente, naturalizarse en los barrios residenciales suburbanos. 

Palabras clave: Buenos Aires; Suburbio; Tematización; Enclave.

ABSTRACT

The colonization of Buenos Aires new suburbs along the last decade of the twentieth century and the first decade of the twenty-first shows the development of new ways of stylistic characterization dominated by new concepts: thematization and enclave. These developments convey a tendency for a new simulation (in the Baudrilliardinian sense) of "place", that progressively moves from amusement and entertainment parks to vacation places and commercial malls, to be finally naturalized in the residential suburban areas.

Keywords: Buenos Aires; Suburbs; Thematization; Enclave.


El "Nuevo Mundo" no podía ser algo completamente nuevo, sino que solo pudo ser comprendido como una versión renovada y ampliada del "Viejo Mundo". Los lugares de América, debido a esta imposibilidad, evocaron lo propio y se llamaron como los de Europa. Nueva York o Nueva Granada y Cartagena de Indias en Colombia o Córdoba en Argentina. Lo nuevo es, así, lo viejo de otro modo. Es decir, nuevos, pero imaginariamente iguales. Representan, a la vez, la apertura de un futuro prometedor, y la certeza de una identidad que no puede imaginarse distinta al pasado. No es tanto nostalgia como la incapacidad de imaginar lo otro, lo nuevo. La necesidad de un rasgo de carácter reconocible en el aparente desorden y vacío del "Nuevo Mundo".
La ciudad de Buenos Aires atestigua dramáticamente esta imposibilidad en la heráldica de su escudo, donde las nociones de sitio, arraigo y querencia están en la imagen de los navíos anclados en el río, vistos desde la costa (Iglesia, 2010). Estos son así la conexión con otro lugar, el de una identidad imposible, imagen que da su gentilicio a los "porteños". Según Foucault (1985, p.356) el navío es la heterotopía por excelencia:

Piénsese en la nave (...) un espacio anti espacial que vive para sí mismo, cerrado sobre sí mismo y al mismo tiempo suspendido en medio del océano infinito, y aún (...) llega tan lejos como las colonias, en busca de las cosas más preciadas que esconden sus jardines. Entonces, se entenderá por qué ha sido no sólo obviamente el principal medio de crecimiento económico (...) pero al mismo tiempo la mayor reserva de imaginación para nuestra civilización desde el siglo dieciséis hasta hoy. La nave es la heterotopía par excellence.

Se trata de un problema de identidad que emerge de la necesidad de la fabricación súbita de un sentido. Noción de lo propio, del lugar y del sitio que urge a la ciudad fundada ex novo. Es decir, una ciudad que no acepta el pasado del lugar, sino que lo sepulta bajo la cuadrícula de la racionalidad y del inconsciente sentimiento de superioridad cultural y religiosa del colonizador y del evangelizador.
En la medida que la identidad es una consecuencia de la historia, hay una inherente disociación entre la urgencia de una identidad y la falta de historia de la nueva ciudad. Proceso que se repite a lo largo de los siguientes siglos, no solo porque somos una sociedad de inmigrantes o por el considerable éxito conseguido en el borrado de las culturales anteriores, también, por la continua persistencia de esta disociación, ahora alimentada por la movilidad social.
Los suburbios son la contemporánea tabula rasa sobre la que se traza la ciudad "nueva". Tan nueva como entonces, tan necesitada de un sentido como entonces, pero aún más inconsciente de su sino. Nada perpleja ante esa disociación inherente entre sitio e historia. Al decir de Foucault (1985), de la ruptura entre espacio y tiempo, entre el espacio instantáneo y el tiempo de una historia inexistente. La tabula rasa es también su norma. Lo improbable de una identidad instantánea se conjura por la adquisición de una historia ficticia, pero también ajena. La gran diferencia es que esta no consiste ya en el intento del trasplante de lo mismo, sino en la posibilidad de replicar lo otro. Si Foucault (1985) había reconocido en las colonias la más compleja y vasta operación de yuxtaposición  de los opuestos, los suburbios del fin del siglo XX son las colonias de mundos imaginarios, donde los opuestos no son solo geográficos, también son temporales.
En las grandes metrópolis contemporáneas, el navío es el automóvil, medio de una huida de la "malsana" ciudad  hacia los suburbios, lugar de idealizada naturaleza y de imaginaria salud y felicidad. Como en el escudo de Buenos Aires antes, en la imagen de la casa ideal del suburbio el garaje para tres autos ocupa la mayor parte del frente. El auto en la entrada es el indispensable medio de una libertad condicionada por las distancias. Vimos avanzar este desarrollo a lo largo de la última década del siglo XX en la creciente extensión de las nuevas urbanizaciones, pero también en la maduración de un imaginario de la casa suburbana y en su asimilación como ideal de residencia permanente que madura en la primera década del siglo XXI. En esas dos décadas Buenos Aires experimentó el auge de un movimiento centrífugo impulsado por una renovada fe en la posibilidad de transformar la vida urbana en vida en la naturaleza. Utopía de una vida de ocio y contemplación en la frontera entre el campo y la ciudad. Huyendo hacia el Suburbio (Diez, 1994) fue la anticipada descripción de un proceso pero, sobre todo, de su inherente futilidad y de sus inevitables consecuencias. La debilidad urbanística de la diáspora suburbana demostró ser, al cabo de veinte años, también la de su debilidad simbólica.

IDENTIDAD Y CONSTRUCCI"N

El problema de la identidad llegó a ser, en el siglo XX, el de su angustiante edificación. El individuo moderno, liberado de las tradiciones que lo regimentaban en todos los órdenes de su vida se vio, en cambio, obligado a la trabajosa construcción de su identidad. Nueva libertad que también lo enfrentó a opciones culturales que atravesaron las fronteras de las viejas identidades nacionales. Como nos hace ver Bauman (1999, p.51):

La intensa atención prestada hoy en día a la cuestión identitaria es en sí misma un hecho cultural (...) cuando en vez de ser algo obvio y dado, empezó a parecer algo problemático, una tarea. Esto ocurrió con el advenimiento de los tiempos modernos, con el paso de la "adscripción" al "logro", dejando a los individuos libres para que puedan, necesiten y deban determinar su propio lugar en la sociedad.

Decisiones identitarias que se afirman en el propio sujeto en cuanto puede verlas representadas en cosas tangibles, y verificar que los demás las reconocen como signos de un carácter particular. Algo que involucra especialmente a la arquitectura, como ha subrayado Margaret Crawford (1992, p.12).  De modo que una combinación consistente de estos signos, es lo que se percibe como un "estilo". Un grupo de gustos más o menos ambiguos y vagos en su extensión, pero a la vez precisos hasta la obsesión en las formas y detalles de sus prácticas. El estilo aparece como una construcción cultural. Resultado, no ya de una historia, sino de una elaboración del individuo inducida por los agentes de una oferta cultural elaboradora de productos simbólicos. Según Gilles Lipovetsky (1990, p.194):

(...) la sociedad de consumo (...) con sus marcas más o menos cotizadas y sus gamas de objetos, no es más que un inmenso proceso de producción de "valores -signo" cuya función es otorgar connotación a los rangos y reinscribir las diferencias sociales en una época igualitaria que destruye las jerarquías de nacimiento. La ideología hedonista que sustenta el consumo no es sino una coartada de una determinante más fundamental, la lógica de la diferenciación y la super diferenciación sociales.

TEMATIZACI"N Y ENCLAVE

Aplicado a barrios residenciales y lugares de consumo, como restaurantes, bares o centros comerciales, el estilo toma el nombre de "tematización" (Sorkin, 1992). Esta consiste en dotar de un carácter a un ambiente habitable a través de una operación premeditada. La tematización es una suerte de ready-made, mediante el que se transfiere una historia ajena a un edificio o lugar que con ello adquiere una identidad inteligible y caracterizada y, por lo tanto, también estandarizada en la percepción colectiva. Pero a diferencia del ready-made, no se trata de una operación material, no es una cosa lo que se cambia de contexto, sino una serie de conceptos solo después representados en objetos y formas. En este sentido es una operación aún más compleja (Silvetti, 2004).
La habilidad de la arquitectura para predecir un resultado construido altamente controlado en sus aspectos expresivos y comunicacionales concurrió, casi con naturalidad, con el potencial comercial que ofrecerían un conjunto de valores simbólicos  condensados en un estilo de vida representado, ya no solo por unos pocos aspectos, sino por múltiples aspectos coordinados.
Un segundo factor, urbanístico, concurrió para alentar la tematización de áreas cada vez mayores. La crisis del urbanismo público alentó una ocupación desordenada de los nuevos suburbios (Abba, 2010, pp. 48-57), acompañada por la deficiencia o la completa falta de las infraestructuras básicas de accesibilidad y sanidad urbana y por el aumento de la contaminación y la inseguridad (Borthagaray, Fernández Prini, Igarzábal de Nistal, San Román, Tudino, 2000), que las urbanizaciones concentradas pudieron atender mediante recursos privados y el aislamiento provisto por la cerca perimetral y un único acceso vigilado. Esto contribuyó a fortalecer la estrategia del enclave (Diez, 2008, p.117-119), que permitió determinar por completo y con total independencia las condiciones urbanas de los emprendimientos inmobiliarios. Durante la década de 1990 aumentó considerablemente su autonomía mediante una concentración de la inversión en áreas más diferenciadas produciendo, a la vez, un aumento en los volúmenes de las superficies de los emprendimientos (Tella, 2001, pp.77-95).
En los suburbios la dinámica del enclave fue intensamente complementaria con la expansión de las autopistas de acceso y egreso de la ciudad, las que facilitaron una nueva accesibilidad que comenzó a medirse en los minutos necesarios para llegar hasta el centro de la ciudad (Corona Martínez, 2000). Estos emprendimientos obedecieron a una lógica donde desarrolladores privados pudieron asumir simultáneamente el control de las variables arquitectónicas y urbanísticas dentro de un área de gran escala (Penacini, 2010). Cada uno de estos enclaves se define por una temática que simultáneamente estandariza los emprendimientos en productos claramente identificables dirigidos a segmentos socio-económicos específicos, a la vez que segmenta estos productos en una variedad de temas, la "diversidad homogénea" a la que se refiere Ritzer (1999).

UN MUNDO DE FANTASÍA

Aunque en el siglo XIX el jardín pintoresco había hecho del paisaje un objeto de proyecto que incluía la recreación de lo natural, esa práctica tenía un sentido de recuperación de una historia que no era considerada ajena. Se creía en la recreación de una tradición perdida o en la concreción de ventajas científicas e higiénicas (Aliata, Silvestri, 1994).
La moderna tematización tiene como antecedente práctico alguno de los primeros proyectos de ciudades jardín, al estilo de Coral Gables, en Miami, con sus arcos de entrada, sus plazas árabes, el Hotel Biltmore con su torre inspirada en La Giralda de Sevilla, y sus barrios caracterizados como villas "chinas", "colonial americanas", "francesas" o "Dutch South African" (Behar, Culot, 1997). Y de una manera menos directa, en los viejos campus universitarios norteamericanos, donde se caracterizaba estilísticamente toda una pequeña ciudad. Tal es el caso de las universidades californianas en la primera parte del siglo XX, como la Universidad de California, Stanford, California Institute of Technology o Pomona College (Polyzoides, de Bretteville, 1993-4). Pero estos conjuntos no son temáticos en el sentido contemporáneo del concepto, aún expresaban un estado anterior de cosas, donde la apropiación de valores estilísticos del pasado no suponía una imitación de ese pasado, sino el persistente reconocimiento de sus valores como propios.
Los primeros y más completos experimentos de una escenificación completa fueron los parques de diversión y entretenimiento. Allí el espectador acepta momentáneamente la falsedad. Cuando Disneyland o Sea World se convierten en metas de peregrinaje para turistas de todo el mundo, sus imágenes se difunden globalmente. Un imaginario de aldeas temáticas comienza a construirse antes que la mayoría las haya visitado. Contemporáneamente, la era del jet naturalizó una nueva generación de "resorts" turísticos concebidos como villas con diversos "temas", que se hicieron conocer desde los suplementos dominicales de los diarios. Cuando Jencks (1977) incluye a Port Grimaud en la primera lista de imágenes posmodernas revela un cambio de percepción. La simulación comienza a hacer desaparecer la antigua distancia que separaba el parque de diversiones de la verdadera ciudad, como fueron los pueblos de pescadores que habían sido gradualmente apropiados por el turismo. Su simulación para nuevos resorts de vacaciones comienza a difuminar la distinción entre la ciudad de ficción del parque temático y la ciudad real. Haciendo de esta última, no una ciudad de "ficción", sino una ciudad "simulada", si se acepta la diferencia que establece entre ambos términos Baudrillard (1995). Tal el caso de la contemporánea Las Vegas, donde el hotel Venetian agrupa arbitrariamente varios monumentos de Venecia en escala reducida. Como es una reproducción en escala 1/3, no puede decirse que se trata de un engaño, sin embargo, no disminuye su capacidad de sustituir la verdadera Venecia:

La deterritorializzazione ¨ s¬ un effetto della globalizzazione ma ¨ anche un fenomeno del tutto nuovo, che consiste nell'abrasione non tanto dell'individualit  dei singoli punti del mondo ma nel conferimento ad essi di una identit  generica, una identit  simulata. L'azzeramento della riconoscibilit  sarebbe infatti ancora qualcosa contro il nulla di una riconoscibilit  di sintesi, attivata solo in presenza di una manipolazione. (...) Non si tratta infatti di quella operazione che fa rimpiangere a Massimo Cacciari la vera Venezia davanti alla Venezia di Las Vegas, oggi senza dubbio pi¹ vera di quella autentica.

[La desterritorialización es un efecto de la globalización, pero también es un fenómeno totalmente nuevo, que consiste en la abrasión, no tanto de la individualidad de cada uno de los puntos del mundo, sino en el otorgamiento a los mismos de una identidad genérica, una identidad simulada (...) No se trata justamente de aquella simulación que hace considerar a Massimo Cacciari la verdadera Venecia por sobre la Venecia de Las Vegas, hoy sin lugar a dudas más verdadera que la auténtica] (Purini, 2000).

Buenos Aires contaba con un antecedente precursor, la "República de los niños" en Gonnet, La Plata (1949-51), analizado en este volumen. Por su temprana fecha se emparenta a Disneyland como uno de los más antiguos parques temáticos, aunque sea improbable que Walt Disney se hubiera inspirado en él, como afirma la leyenda (Sabugo, 2000).
Los primeros enclaves temáticos se vinculaban a lo educativo-recreacional, como el caso de los zoológicos, parques y oceanarios donde la observación de los animales y su hábitat es rápidamente sustituida por entretenimiento, shows, concursos, "actividades". Bastan unos pocos ejemplos como referencia. "Mundo Marino", (indisimulada traducción del Sea World de Miami) en San Clemente del Tuyú, es una atracción relacionada al mar y a las pruebas circenses que realizan animales marinos alrededor de una piscina-anfiteatro. La noción de "mundo" contradice la declarada vocación educativa en la medida que el espectáculo se ofrece en reemplazo de todo el "mundo marino". La noción de "mundo" (animal, del lejano oeste, etc.) es un principio recurrente de la tematización, donde lo representado es sustituido por su condensación espectacular. El Parque Temaikén, ubicado en Belén de Escobar, está en el corazón de la nueva expansión suburbana de la década de los '90. Es un gran parque zoológico orientado a los niños donde los paisajes recreados justifican su artificialidad en vocaciones altruistas: la educación, el conocimiento de los animales, la preservación de las especies (Shakespear, 2003).
"Tierra Santa" está "En pleno corazón de Buenos Aires y a pocos minutos del centro, se pueden revivir los momentos más trascendentes de la cristiandad".1 Realizado por el escultor Fernando Pugliese siguiendo la figura del "mundo", propone un lugar que mentalmente puede ocupar la posición del verdadero. En este caso se aúna historia y religión en la evocación de una geografía distante y la recreación de un pasado remoto, romano, hebreo y a la vez árabe (Molinos, Sabugo, 2006). Un recorrido por la ciudad fortificada de fiberglass permite pasar por distintas casas, cuyos interiores sirven para proveer los servicios y distracciones que matizan las performances en vivo. Una "buena causa" que legitima la visita y el consumo, la comida y la diversión, no ya en la forma de ecologismo o preservación faunística, sino en la forma de educación, historia y devoción religiosa.

LA VIDA DISE‘ADA

En el caso de los conjuntos residenciales, que siempre tienen como inevitable referente y práctico terreno de ensayo a los conjuntos turísticos en los lugares de vacaciones la tematización es menos ampulosa porque no se trata de fingir un escenario cuya impostura el público se perdona por unas horas, sino que se trata de crear el propio escenario de la vida: el hogar y el barrio que son la primera noción de pertenencia. Así el tema se presenta más ambiguo, difuso. Jorge Silvetti establece una analogía con las figuras clásicas de la parodia y la mímesis, que correlaciona con dos modos de la tematización: "tematización para el entretenimiento" y "tematización para la vida", subrayando la diferencia entre la primera, que no oculta su manifiesta falsificación, sino que la acepta como una parodia, con el segundo modo, donde se intenta recrear, o incluso crear una forma de vida:

La "tematización para la vida" (...) implica una doble impostura: la operación formal de la mímica de una arquitectura conocida y la promesa de que esta arquitectura despache una forma de vida buena, predeterminada. O, para expresarlo de otra manera, la tentativa de mímesis es total que se extiende no sólo a formas sino a acciones y a contenidos (Silvetti 2004, p.88).

En Argentina, los clubes de campo son el preludio de esta "tematización para la vida". Su caracterización se obtiene relacionándolos a un deporte insignia. Una "actividad" aparece como el primer recurso de tematización (Verdecchia, 1995). Al comienzo del proceso la caracterización es imitativa, es decir, que sigue los patrones de los casos exitosos. Pero cuando el número de clubes de campo se hace mayor, comienza una más elaborada utilización de significados y valores preexistentes, como viejos cascos de estancia, arboledas, accidentes naturales. Se pasa entonces a la recreación de estas cuestiones en naturedevices, como lagos artificiales o canchas de golf (Varas, 2007, p.159). Estos se combinan con club houses en estilos evocativos, estrategias de caracterización que serán apenas restrictivas respecto de las casas y su ordenamiento, casi siempre controladas por un vago reglamento de "buen gusto", pero generalmente construidas independientemente por sus propietarios. En algunos casos se exigen techos inclinados o el ladrillo visto. De todos modos, los elementos centrales de caracterización son el Club House y el portal de entrada y control, cuyos rasgos sirven como impronta estilística, toda vez que son las construcciones que anteceden a casi todas las demás (Verdecchia, 1995).
Los lugares de veraneo son el antecedente experimental sobre los que se había ensayado la aceptación de programas, estilos y distribuciones, anticipando la evolución de los countries y los barrios suburbanos. Sitios tales como Cariló, son desarrollos de vieja data que sirvieron como referentes y como informadores de un público más vasto. Vecino a Pinamar, es un barrio residencial con cancha de golf y un club de tenis, donde el área de viviendas se distribuye en un denso bosque de pinos junto a la playa. Se complementan con un centro comercial bajo la cerrada sombra de los pinos, suerte de aldea encantada del bosque en la que se superponen lo que parecen retazos de los más recordados cuentos infantiles. Según Daniel Leal (1999, p.144):

En Cariló (...) en  el techo a dos aguas cubierto de césped de la "hanselgreteliana" casa de té Grunwald, un par de ovejas de carne y hueso pastan para solaz de la multitud de turistas que se congregan en esa esquina para verlas y fotografiarlas. Detrás se recorta la silueta plana del molino holandés con sus gigantes aspas amarillas. En lo más alto de una de las torres del Paseo de las Victorias, se aferra a la cúpula cónica un simpático gnomo centroeuropeo (...) El centro comercial de Cariló está constituido por una serie de paseos que, gracias a una eficiente vinculación le permiten al turista recorrerlos en un casi continuo cambio de escenografías que representan ambientes victorianos, aldeas del tirol, villas mediterráneas y pulperías pampeanas.

Gradualmente, estas tematizaciones más audaces de los lugares de turismo llegan a los barrios suburbanos posibilitando una naturalización de la simulación que sin ellos no habría progresado del mismo modo. Sirve como ejemplo el "Aranjuez Farm Club", que por su obligatorio estilo "mediterráneo español" se reconoce como una de las más frontales tematizaciones. Según reza una promoción de la urbanización:

(...) ubicada en Maschwitz, Partido de Escobar, son 28 hectáreas con 330 lotes de 400 m2 de superficie, concentra la vida de un pequeño pueblo (...) La característica particular es su estilo mediterráneo en todas sus construcciones, donde encontramos pisos de adoquines, con frentes pintados a la cal, con arcos de medio punto. En el diseño de urbanización se proyectó en el centro, un lugar, que llaman la aldea, formada por 30 casas que balconean a una plazoleta que fue rellenada con tierra traída del pueblo de Aranjuez, donde se concentra gran parte de la vida de sus vecinos, encontramos la pileta en forma de ‘U' de 1600 m2, atravesada por un puente que une las casas con el club house. (...) El club house principal, se encuentra en la aldea, de 600 m2,  de estilo mediterráneo, con paredes blancas bolseadas, con muebles de roble macizo tapizados de cuero en tonos oscuros y los pisos están hechos con grandes baldosones borravino. (...) Tiene un estricto código de edificación, no permite nada que desentone con el estilo mediterráneo, paredes blancas con relieve, tejas bordó, ventanas pequeñas y arcos (Villegas, 2000).

Las viviendas individuales que se levantan en los barrios suburbanos se van desplazando de una cierta variedad a principios de los años '90 a una creciente tematización a medida que avanza la década. Los "estilos" tienden a estandarizarse al mismo tiempo que aumenta el control que ejercen los desarrolladores. Cada vez más viviendas responden a un sistema de catálogo, virtualmente, en los ejemplos sobre los que se organizan las discusiones previas, o realmente, en los manuales de proveedores de casas "pret á porter". Esta modalidad tomó impulso hacia fines delos 90 con la llegada de proveedores internacionales como Pulte Homes, que ofrecía en un solo precio, terreno, casa, equipamiento y financiación (Fig.1). Las casas eran presentadas como tipificaciones estilísticas basadas en referencias generalmente nostálgicas ("estilos" definidos vagamente por los nombres de los modelos: "Berkeley", "Mediterráneo", "Bloomfield Dinastía") independientes de la organización general, el sistema constructivo y la distribución de las habitaciones del programa y sus superficies. Los arquitectos que intentaron aprovechar esta llamarada de crecimiento suburbano comprendieron rápidamente la necesidad de dar una inequívoca respuesta en las cuestiones de estilo, y numerosos arquitectos que íntimamente rechazaban la tradición premoderna adaptaron su producción a esa demanda, aún contras sus propias inclinaciones o convicciones personales.2 Empresas locales pronto ofrecían el mismo servicio llave en mano como Dycon ("diseño y construcción"), Stieglitz (para su marca Hausbau), Sause, Basaco o Inglesini, muchas, dirigidas por arquitectos que asumían esta actividad como una extensión necesaria de su práctica profesional.3
Estos desarrollos pusieron la cuestión estilística de la vivienda suburbana claramente en el terreno de los "productos inmobiliarios", aceptando una oferta arquitectónica y una cultura de consumo que se desplazó de patrones tipológicos y sepultando en el olvido movimientos locales, como lo había sido el movimiento "Casas blancas" en los 60 y 70 (Gutiérrez, 2004). Esto no significó, a la postre, una proscripción de una arquitectura moderna o de formas abstractas. Por el contrario, al avanzar la primera década del siglo XXI la tematización creó su propia categoría de "casas contemporáneas" que se vincularon simbólicamente a lo "joven", generando barrios completos en obligatoria arquitectura de aspecto moderno.
Los años '90 vieron llegar la influencia del expertise del urbanismo norteamericano en versiones internacionales de enclaves suburbanos. Incluso algunos de los arquitectos locales de mayor peso debieron asociarse con estudios estadounidenses para asegurarse este tipo de encargos, aceptando su liderazgo en los aspectos urbanísticos y pasiajísticos. Mario Roberto lvarez y Asociados trabajó junto a Ed Stone (EDSA), un reconocido estudio de "lansdscape architecture" de Florida, para realizar el diseño de los nuevos barrios suburbanos "Ayres de Pilar"4 y "Estancia Abril" (Guiraldes, 1996).
En la década del 2000, Nordelta, en el partido de Tigre, se constituye en un nuevo paradigma de urbanización suburbana, integrando las funciones de una ciudad y una serie de barrios cerrados vinculados por una avenida troncal. Cada uno de los barrios estaba concebido para una determinada franja de ingreso, caracterizado por una determinada superficie de lote y, en algunos casos, por la homogeneidad estilística de las casas, construidas por el propio desarrollador. La urbanización integraba escuelas, centros comerciales, de salud y entretenimiento, y una variedad de servicios complementarios que permitieron, por primera vez, la posibilidad de una autonomía casi completa del mundo exterior. Con ingresos vigilados, toda la urbanización está segregada del dominio público y constituye, virtualmente, una jurisdicción dentro de otra (Hussar, 2010).

NATURALIZACI"N

El período que recorre la última década del siglo XX y la primera del sigo XXI nos muestra el proceso de una nueva colonización de los suburbios que culmina en la también nueva capacidad de proyectar y construir un lugar ex novo. Esta operación no responde solo a la mayor capacidad de planificación, financiera y operacional para desarrollar nuevos enclaves de enormes superficies, sino también a la más compleja ambición y posibilidad de producir una identidad instantánea: la invención de un "lugar". No solo en el sentido de localización y delimitación que tiene la palabra "lugar" sino, especialmente, en el sentido emocional, simbólico y comunicacional. Asimilándose al complejo sentido que esta palabra tiene, desde Martin Heidegger (1951) a Aldo Rossi (1966), como expresión de la acumulación de la historia, de la identificación de los acontecimientos con el sitio, y de la percepción que de estos se tiene a través de las huellas que dejaron en el lugar. Como ha argumentado Jean Baudrillard (1978), la simulación de la realidad contribuye a la desaparición de lo real. En este sentido, la invención del lugares, también, un principio de sustitución de la historia o, más precisamente, de la conexión entre la historia y el sitio.
En estas dos décadas el proceso de naturalización de la simulación, que pasa progresivamente de los parques de diversiones a las aldeas de vacaciones, y de estas a los enclaves comerciales y los barrios residenciales de los suburbios, produce una evolución completa en la capacidad de producir y aceptar lo nuevo como una simulación de lo viejo. La colonización de los suburbios ha sido el escenario de esta nueva heterotopía, la de un lugar sin pasado ni conexión con su precedente. En las palabras de Baudrillard (1978), es "un signo que se evoca a sí mismo". Si la colonización de América había sido la reinvención de lo mismo, en una suerte de trasplante que confiaba en la persistencia de tradiciones culturales propias, proceso que continuó activo incluso en la primera mitad del siglo XX, la colonización de los nuevos suburbios dio lugar a una nueva habilidad, la de adoptar tradiciones culturales o formas simbólicas ajenas. No ya porque se las juzgara valiosas, sino porque son el medio de una caracterización temática. Pero más que eso, esta nueva colonización dio lugar a una nueva disposición de la sociedad a aceptarla con total naturalidad. Los lugares de entretenimiento y vacaciones, escenarios exentos de compromisos permanentes, sirvieron de campo de experimentación para que estos nuevos procedimientos temáticos llegaran a aceptarse en la residencia permanente de los nuevos suburbios de Buenos Aires.


Figura 1:
Barrio La Lomada, Pilar, 2000. Del catálogo Pulte para el barrio La Lomada en Pilar, 2000.

NOTAS

1. http://www.tierrasanta-bsas.com.ar. También puede verse: Carballido, A., Argentina Nº16, Año II, Mayo 2000. (86-89).

2. En 1995 Juan Ignacio Ramos explícitamente renegaba de su práctica más exitosa desarrollada en base a formas evocativas de una arquitectura rural "inglesa", mientras que para una comitencia reducida de parientes y amigos desarrolla una arquitectura "moderna" (entrevista, 1995). Hampton y Rivoira (Miguel Pérez asociado) construyen una casa en riguroso estilo "cottage inglés" en el barrio cerrado San Jorge Village en 1991. Ver: Museo de Arquitectura CAYC, 1995.

3. Puede obtenerse un panorama en los anuncios de la revista Desde los Countries y barrios cerrados Nº32, Año II. La Nación, Buenos Aires, 2 de enero de 1999.

4. Son sus autores Edward Stone, Mario Roberto Alvarez y Asoc., Fernández Wood (urbanización), Lacroze - Miguens - Prati (clubhouse).

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

1. Abba, A. ([2007] 2010). El fuego fatuo del emergente periurbio y luces del atardecer suburbano. En Abba, A.  Metrópolis Argentinas. Martínez: Café de las Ciudades, pp. 43-60.         [ Links ]

2. Aliata, F. y Silvestri, G. (1994). El paisaje en el arte y las ciencias humanas. Buenos Aires, Argentina: Centro Editor de América Latina.         [ Links ]

3. AA. VV. (1995).  Arquitectos Hamtpon/Rivoira & Asociados, 1985/1995. Buenos Aires: Museo de Arquitectura CAYC.         [ Links ]

4. Baudrillard, J. ([1978] 2002). Cultura y simulacro. Barcelona, España: Editorial Kairós.         [ Links ]

5. Baudrillard, J. ([1995] 1996). El crimen perfecto. Barcelona, España: Anagrama.         [ Links ]

6. Bauman, Z. ([1999] 2002). La Cultura como praxis. Barcelona, España: Paidós.         [ Links ]

7. Behar, R. y Culot, M. (1997). Coral Gables, an American City. París, Francia: Norma Editions.         [ Links ]

8. Borthagaray, J. M., Fernández Prini, R., Igarzábal de Nistal, M.A., San Román, Tudino,  M. (2000). Diagnóstico ambiental de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina: Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires.         [ Links ]

9. Caballido, A. Tierra Santa. Jesús en Buenos Aires. Argentime Nº16, Año II, Mayo 2000, pp.86-89.         [ Links ]

10. Corona Martínez, A. (2000). Queda en Pilar. Summa+45. 2000. p.136        [ Links ]

11. Crawford, M. (1992). The world is a shopping mall! En Sorkin, M. (Ed.) (1992). Variations on the theme Park. Nueva York, Estados Unidos: Hill and Wan.

12. Diez, F. (1994). Huyendo hacia el suburbio. Summa+10, 1994, pp. 60-65.         [ Links ]

13. Diez, F. (2008). Crisis de autenticidad. Buenos Aires, Argentina: Summa+Libros.         [ Links ]

14. Foucault, M. ([1985-86]1997). Of other spaces: utopias and heterotopias. En Leach, N. (Ed.) (1997). Rethinking architecture. Londres, Inglaterra: Routledge.         [ Links ]

15. Guiraldes, P. (1996). Fronteras urbanas. Summa+21, 1996, pp. 74-79.

16. Gutiérrez, R. (2004). Casas Blancas. Un momento de reflexión sobre la arquitectura argentina. Summa+63, 2004. p. 80.         [ Links ]

17. Heidegger, M. ([1951] 1994). Construir, habitar, pensar. En Heidegger, M. (1994). Conferencias y artículos. Barcelona, España: Odós.         [ Links ]

18. Hussar, E. (2010). Nordelta, 10 años. Buenos Aires, Argentina: Nordelta SA.         [ Links ]

19. Iglesia, R. (2010). La desventurada historia de un signo. Primera parte. Summa+106, 2010, pp. 120-1.         [ Links ]

20. Jencks, C. ([1977] 1980). El lenguaje de la arquitectura posmoderna. Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili.         [ Links ]

21. La Nación, Buenos Aires, 2 de enero de 1999.         [ Links ]

22. Leal, D. (1999). Pinamar Style. Summa+37, 1999, p. 144.         [ Links ]

23. Lipovetsky, G. ([1990]1987). El imperio de lo efímero,  Barcelona, España: Anagrama.         [ Links ]

24. Molinos, R., Sabugo, M. (2006). Aquí nomás en Tierra Santa. Summa+80, 2006, pp. 220/1.         [ Links ]

25. Penacini, N. (2010). Gated Communities. From Garden-City to Private City. En Angélil, M.; Siress, C.; Varas, J. (2010). Achipielagos, A Manual for Peripheral Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina: ETH Swiss Federal Institute of Technology / Universidad de Palermo.         [ Links ]

26. Polyzoides, S., de Bretteville, P. (1993-4). Eight California Campuses to 1945, an American culture of place-making.The New City 2. Miami, Estados Unidos: University of Miami School of Architecture, 1993, pp. 53-95.         [ Links ]

27. Purini, F. (2000). Il Bisturi e L'ascia. En Davidson, C. (Ed.) (2000). Anymore. Massachusetts, Estados Unidos: MIT Press.         [ Links ]

28. Ritzer, G. ([1999] 2000). El encanto de un mundo desencantado. Barcelona, España: Editorial Ariel.         [ Links ]

29. Rossi, A. ([1966] 1981). La arquitectura de la ciudad. Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili.         [ Links ]

30. Sabugo, M. (2000). Disney París. Summa+42, 2000, pp. 174.         [ Links ]

31. Shakespear, R. (2003). Temaikén. Identidad corporativa y señalización. Contextos Nº12, 2003, pp. 148-151.         [ Links ]

32. Silvetti J. (2004). Las musas no se divierten. Pandemonium en la casa de la arquitectura. Summa+66, 2004, pp. 86-95.         [ Links ]

33. Sorkin, M. (Ed.). ([1992]1994). Variations on a theme park. Nueva York, Estados Unidos: Hill and Wang.         [ Links ]

34. Tella, G. (2001). Del suburbio a la post-periferia. Buenos Aires, Argentina: Instituto Superior de Urbanismo, Universidad de Buenos Aires.         [ Links ]

35. Varas, J. (2010). Pampean differentiations, integrations and discontinuity in Peripheral Buenos Aires. En Angélil, M.; Siress, C.; Varas, J. (2010).  Achipielagos, A Manual for Peripheral Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina: ETH Swiss Federal  Institute of Technology / Universidad de Palermo, pp. 138-165.         [ Links ]

36. Verdecchia, C. A. (1995). Residencias, los clubes de campo. Arquis 5, 1995, pp. 26-28.         [ Links ]

37. Villegas, A.B. (1999 " 2000). Urbanización. Disponible en: http://www.urbanizacion.com/norte/partidosnorte/escobar/clubdecampo/aranjuez.htm        [ Links ]

BIBLIOGRAFÍA

1. Borthagaray, J. M. (1999). Sobre la periferia. Revista SCA Nº194, 1999, pp. 74-79.

2. Cabarrou, N. (1999). Cementerios Parque: un espacio para la ilusión. Revista SCA Nº194, 1999 pp. 66-73.

3. Corona Martínez, A. (1995). La ciudad sin espacio. Summa+12, 1995, pp. 50-57.

4. Debord, G. ([1967]1995). La sociedad del espectáculo. Buenos Aires, Argentina: La marca.

5. Diez, F. (1992). La ciudad y sus ghettos. Buenos Aires, Argentina: Poder Ciudadano.

6. Doval, P. (1995). De la ciudad neutral al shopping center, breve análisis del devenir del espacio público. Arquis 6, 1995, pp. 36-39.

7. Doval, P. (1997). Campus Corporativo. Summa+25, 1995, pp. 46-59.

8. Dunham-Jones, E. (2000). Seventy-five percent. Harvard Design Magazine 12. Fall 2000, pp. 5-12.

9. Fernández, R. (2001). Hacer la calle, experiencia y construcción del espacio político. Revista SCA Nº202, 2001, pp. 70-75.

10. Gandelsonas, M. ([1999]2007). Exurbanismo. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Infinito.

11. Garay, A. (1994). Repensando las torres, una aproximación desde el urbanismo. Arquis Nº3, 1994, p. 83.

12. Garreau, J. (1991). Edge City. Nueva York, Estados Unidos: Doubleday.

13. Guiraldes, P. (2000). Pilar, o la crisis del urbanismo de frontera. Summa+45. pp. 128-133.

14. Mignaqui, I. (1999). De falansterios, garden-cities y ciudades privadas. Revista SCA Nº194, 1999, pp.36-43.

14. Shane, G. (2004). The Emergence of ‘Landscape Urbanism'. Harvard Design Magazine Number 19, Fall 2003/Winter.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License