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Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas. Mario J. Buschiazzo

On-line version ISSN 2362-2024

An. Inst. Arte Am. Investig. Estét. Mario J. Buschiazzo vol.49 no.1 Buenos Aires June 2019

 

RECENSIONES BIBLIOGRÁFICAS

Proyectos emblemáticos de un inventor polifacético

Jean Prouvé, bâtisseur.
Cinqualbre, Olivier. París, Francia: Éditions du Patrimoine, 2016, 192 páginas. Idioma: francés.

En este volumen, que constituye el número 24 de la ya clásica colección Carnets d’architectes (dirigida desde su creación en 2008 por el historiador del arte Simon Texier), el arquitecto e historiador de la arquitectura Olivier Cinqualbre ofrece un estudio monográfico sobre la obra de Jean Prouvé (1901-1984). De este modo, se suma a la serie de trabajos publicados en los números anteriores de la colección, sobre figuras de la arquitectura y el urbanismo del siglo XX, principalmente del periodo conocido en Francia como “los treinta gloriosos” (1945-1973). Entre las monografías consagradas a dichas figuras, sobresalen aquellas publicadas en esta colección, sobre la obra de Bernard Zehrfuss (1911-1996), Jean Bossu (1912-1983), André Bruyère (1912-1998), Guillaume Gillet (1912-1987), Jean Dubuisson (1914-2011), y André Wogenscky (1916-2004), entre otros.
En la primera parte del libro, el autor analiza episodios y detalles de la rica y prolongada trayectoria de Jean Prouvé. Abarca desde sus primeros años de trabajo en Nancy, pasando por su corto periodo como alcalde de la misma ciudad al término de la Segunda Guerra. También habla de su controvertido rol como presidente del jurado en el Concurso Internacional de Arquitectura para el proyecto del Centre Georges Pompidou en 1971 –atribuido a Piano, Rogers y Franchini–, cuando amplios sectores profesionales cuestionaban abiertamente la idoneidad de Prouvé, por el hecho de no haber seguido nunca una formación profesional en arquitectura o ingeniería. Cinqualbre elabora un relato sintético, que permite comprender la evolución en el pensamiento y la práctica desde los inicios de la carrera de Prouvé, en su atelier de Nancy. Allí se destacó rápidamente por la calidad de los objetos decorativos que diseñaba y construía, gracias a su formación como ferronnier (artesano especialista en hierro forjado). Incursionó luego en el medio parisino en un proceso que despegó en 1926, tras una entrevista de trabajo con el reconocido arquitecto Robert Mallet-Stevens, primer personaje del Movimiento Moderno con quien el joven Prouvé tuvo contacto. Aunque no ingresó directamente al atelier de Mallet-Stevens, Prouvé empezó a trabajar como proveedor de elementos arquitectónicos y objetos decorativos para proyectos de importantes arquitectos. Durante los años treinta llegarían numerosos encargos de diferente tipo y escala. Entre sus comitentes estaban Tony Garnier, quien lo contactó para realizar la ventanería de las salas de operaciones del hospital de Grange-Blanche en Lyon, Pol Abraham, quien le encargó el mobiliario de los sanatoriums en Passy, y otros tantos, como Urbain Cassan, los hermanos Niermans, Jean Walter, Michel Roux-Spitz, Léon Claro, así como la agencia de Eugène Beaudouin y Marcel Lods, con quienes colaboró en el sofisticado proyecto de la Maison du Peuple de Clichy (1935-1939),edificio emblemático del periodo de entreguerras. En esa etapa, Cinqualbre se interesa especialmente en las colaboraciones e intercambios con arquitectos de primer nivel, durante la cual Prouvé pasó de diseñar “piezas únicas” a trabajar con modelos para ser reproducidos en serie y a escala industrial. Se iniciaba asíun periodo en el cual patentó con cierta regularidad la invención de modelos y dispositivos -de puertas metálicas, de ventanas de guillotina, de paneles insonoros, de divisiones metálicas, etcétera-, que marcaría la dirección de su actividad en la posguerra.
En las siete partes que completan la estructura del libro, Cinqualbre aborda el análisis de proyectos puntuales: la casa del propio Jean Prouvéen Nancy (1954), el Pabellón del Aluminio en París (1954), y algunas nociones y proyectos relacionados entre sí que maduraron durante años, como la casa standard, las casas de núcleo portante, la École de Villejuify las estaciones de servicio.
Especialmente reveladores resultan la contextualización y el análisis que el autor hace del Pabellón del Aluminio, construido en París con motivo del centenario del uso de dicho material, considerada por muchos historiadores de la arquitectura como la obra maestra de Prouvé. Tras numerosos avatares, el Pabellón fue trasladado y ensamblado de nuevo en 1956 en la Feria comercial de Lille, donde permaneció hasta 1993, para ser desmontado unos pocos meses después de su inscripción en el Inventario Suplementario de Monumentos Históricos [Inventaire Supplémentaire des Monuments Historiques]. Cinqualbre reconstruye las peripecias del Pabellón del Aluminio, olvidado en un depósito durante varios años, hasta que fue finalmente rehabilitado y reconstruido en el Parc des Expositions de Villepinte, bajo la supervisión científica del arquitecto e historiador Richard Klein y del arquitecto Axel Vénacque.
Cinqualbre es conservador y director del Departamento de Arquitectura del Museo Nacional de Arte Moderno, en el seno del Centre Georges Pompidou. Presenta en este libro alrededor de 160 fotografías y 50 reproducciones de planos y dibujos, provenientes del archivo de Jean Prouvé donado por la familia al Pompidou, de los archivos del Institut pour l’Histoire de l’Aluminium (IHA), del Centre d’Archives d’Architecture du XX siècle y de los Archives Départamentales de Meurthe-et-Moselle.
En la parte final del libro, aparece un repertorio de los proyectos más importantes -construidos o no- realizados por Jean Prouvé entre 1930 y finales de la década de 1970: desde el proyecto no edificado de una estación de autobuses para la sociedad de transportes Citroën, hasta el proyecto premiado y construido de una torre-radar en la isla de Ouessant, en la región de Finistère (elaborado en equipo con Jean-Marie Jacquin y Denis Ronsseray).
El apasionante libro de Cinqualbre viene a enriquecer un conjunto de publicaciones recientes que han abordado, de forma erudita, múltiples facetas de la carrera de Prouvé, y entre las cuales vale la pena destacar: Jean Prouvé : Royan et sarégion (Bertaud, 2017); Jean Prouvé: designer (Tufano, 2016); Jean Prouvé: entre architecture, design et industrie (Lacaze, Lemoine, Maucotel, 2012); y por supuesto, los dos extraordinarios volúmenes Jean Prouvé (Coley y Stoullig, 2012) publicados con motivo de las cuatro exposiciones realizadas en Nancy en 2012 (Musée Lorrain, Muséedes Beaux-Arts, Musée de l’École de Nancy y Galeries Poirel).

Andrés Ávila Gómez

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