Introducción
De acuerdo a su comportamiento reproductivo podemos clasificar a los animales destinados a ganadería en reproductores estacionales o continuos, según manifiesten celo en una determinada época o durante todo el año (De la Rosa Carbajal, 2011). Existen factores ambientales condicionantes de los aspectos reproductivos como el fotoperíodo, estrés, nutrición, los factores hormonales y el medio social del hato, que pueden influir en, por ejemplo, el reinicio del ciclo estral y la aparición de celos. Las cabras detectan y condicionan la variación de su respuesta al fotoperíodo negativo, presentándose la estación reproductiva en general durante el final del verano y en el otoño, donde existe una disminución de horas luz por día (Cueto et al., 2000), por lo que los caprinos se consideran poliéstricos estacionales de fotoperíodo descendente (De la Rosa Carbajal, 2011). Esta característica reproductiva se manifiesta con mayor notoriedad en ambientes en donde las estaciones tienen temperaturas bien diferenciadas entre verano e invierno, siendo menos marcada en regiones tropicales y subtropicales.
En las provincias de La Rioja, Catamarca, Córdoba y Santiago del Estero se han registrado pariciones a lo largo de todo el año, con una manifiesta reducción durante los meses de verano (diciembre-enero) y una marcada concentración en 2 períodos: abril-mayo-junio, con el 56,4% y agosto-septiembre con el 21,7%. (De Gea et al., 2005). En la región centro oeste de Formosa las cabras se comportan como poliéstricas continuas, estando la estación de cría más influenciada por el estado nutricional del animal. No obstante existen 2 épocas donde se concentran los celos: marzo-abril (60%) y septiembre-octubre-noviembre (25%) (De la Rosa Carbajal, 2011).
La mayor parte de la ganadería caprina de la región Chaco-Formosa se realiza en sistemas tradicionalmente extensivos, con servicios continuos, deficientes controles sanitarios y reproductivos, escasez de previsiones alimenticias, precariedad en la infraestructura y con progresivo avance en la mejora genética. Todas estas condiciones determinan un sistema de producción con índices productivos bajos (De la Rosa, 2011). Particularmente en la región sudoeste de la provincia del Chaco las variables con mayor deficiencia son el manejo sanitario y reproductivo de las majadas y la falta de canales formales para la comercialización (Smeriglio, 2015).
En las instalaciones de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) INTA Las Breñas se lleva adelante el manejo de una majada caprina bajo un sistema de producción semi-intensivo, en donde la oferta forrajera se basa en pasturas megatérmicas (Panicum y Chloris) y suplementación estratégica con granos (Zea mays); además se lleva un pormenorizado manejo sanitario; y los servicios se realizan a lo largo de todo el año de manera dirigida en potreros de 2 hectáreas.
Es de importancia resaltar la inexistencia de datos previos en la zona sudoeste de la provincia del Chaco y la escasa bibliografía disponible en la región chaqueña en materia reproductiva, sobre la cual establecer bases para el mejoramiento de la producción caprina. Es por esto que el objetivo de este trabajo consiste en describir la manera en que se distribuyen los partos en las majadas caprinas del sudoeste de la provincia del Chaco, comparando a su vez la distribución en sistemas de manejo extensivo o tradicional con un sistema de manejo semi-intensivo.
Materiales y Métodos
Se registraron datos sobre 541 partos ocurridos en 6 establecimientos ubicados en el departamento 9 de julio, sudoeste de la provincia del Chaco, entre los años 2013 y 2018. 447 de estos nacimientos se registraron en 5 establecimientos bajo manejo extensivo (SE) y 93 en 1 establecimiento con manejo semi-intensivo (SS-I). Las cabras consideradas para el trabajo no pertenecían a una raza definida, sino que correspondían en su totalidad a animales producto de cruzamientos de razas Criolla, Anglo Nubian y Boer.
En los SE los machos caprinos se encontraron en convivencia todos los días del año con las hembras de la majada y compartieron la rutina diaria de alimentación. Esta se basa en salidas matutinas a pastoreo de especies megatérmicas y especies nativas bajo monte bajo con encierres vespertinos, agregándose un encierre temporal al mediodía en épocas de lactancia. En el SS-I, ubicado en el módulo de producción caprina de la Estación Experimental INTA Las Breñas, también se realizó pastoreo de especies megatérmicas por períodos de 8 horas diarias, adicionando suplementación estratégica con maíz entero y expeller de soja por la tarde. Los servicios en este sistema fueron de tipo dirigido y estacionado, en la cual se introdujeron los machos dos meses después de los partos, por un lapso de 60 días. Posterior a esta etapa, el macho fue retirado a un corral de aparte hasta la nueva temporada de servicio.
Las variables registradas fueron: número de partos, estación del año en que ocurrieron los nacimientos y tipo de sistema de producción. Se realizó un análisis descriptivo de los datos empleando el software Infostat (Versión 2017) y los resultados se presentan en gráficos de barras.
Resultados
Del análisis de la totalidad de los nacimientos (n=541), se observó que cerca de la mitad de los mismos ocurrieron durante el invierno (FR=0,48), disminuyendo su frecuencia en otoño (FR=0,30), habiendo menos casos aún en primavera (FR=0,19) y finalmente un pequeño porcentaje en verano (FR=0,04) (Figura 1). Sin embargo esta distribución no se vio reflejada en los datos relevados en los SS-I, en donde existió cierta uniformidad de los partos a lo largo del año (FR invierno=0,22; FR otoño=0,23; FR primavera=0,38; FR verano=0,18) (Figura 2).
Discusión
Se deduce que la principal actividad reproductiva se observó alrededor de los meses de verano y la cantidad de partos registrados durante el período estival fue baja coincidiendo con De la Rosa y De Gea et al.
Es evidente una marcada estacionalidad en los partos dentro de los manejos extensivos tal como lo describen De Gea (2005) y De la Rosa Carbajal (2011), perdiéndose esta característica en la medida que se intensifica el sistema de producción. Se concluye que con el sistema de manejo extensivo característico de la región sudoeste de la provincia del Chaco, el período de partos se concentra principalmente durante las estaciones de otoño e invierno, siendo las épocas estival y otoñal las de mayor actividad reproductiva en las majadas. Este tipo de distribución tiende a centralizar la cantidad de cabritos a comercializar, generando una sobreoferta durante ciertos meses del año y baja disponibilidad de productos terminados durante el resto. De acuerdo a la distribución de los partos dentro de un sistema semi-intensivo, podríamos afirmar que existe la posibilidad de generar una oferta uniforme de producto para venta a lo largo del año.