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Estudios de historia de España

versión On-line ISSN 2469-0961

Estud. hist. Esp. vol.20 no.1 CABA jul. 2018

 

ARTÍCULOS

Las letras como armas: la edición de libros a favor del franquismo en Buenos Aires durante la Guerra Civil Española (1936-1939) *

 

Letters as weapons: the edition of books in favor of the franco's regime in Buenos Aires during the Spanish Civil War (1936-1939)

Letras como armas: a edição de livros a favor do regime de franco em Buenos Aires durante a Guerra Civil Espanhola (1936-1939)

 

Alejandra Noemí Ferreyra**
Centro de Estudios Sociales de América Latina-UNICEN-CONICET
Universidad de Buenos Aires

* Fecha de recepción del artículo: 11/10/2017. Fecha de Aceptación: 07/01/2018
** Profesora de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Becaria Doctoral del Conicet en el Centro de Estudios Sociales de América Latina, Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Dirección postal: Fray Luis Beltrán Nº 254, 2º C, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, e-mail: ferreyra.alejandra@gmail.com; alejandranoemif@yahoo.com.ar
Este trabajo se realiza en el marco de la elaboración de una tesis de Doctorado en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Forma parte, además, de los siguientes proyectos de investigación: "Los españoles en Buenos Aires: estrategias de integración socio-cultural y (re)configuraciones identitarias (1914-1960)" UBACyT con sede en el Instituto de Investigaciones "Gino Germani", Facultad de Ciencias Sociales (UBA), Directora: Dra. Nadia De Cristóforis; y "Redes, poder y territorialidad en la historia argentina de los siglos XVIII-XX", Programa de Incentivos a docentes-investigadores con sede en el Centro de Estudios Sociales de América Latina (UNICEN), Directora: Dra. María Andrea Reguera.

 


Resumen
 En el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939) los libros se convirtieron en elementos claves de divulgación y fueron utilizados por ambos bandos con el objeto de promover adhesiones y descalificar al enemigo en el contexto de la lucha. En este trabajo, intentaremos reconstruir un catálogo de aquellos libros que se editaron en la ciudad de Buenos Aires durante el trascurso del conflicto bélico en España y la inmediata posguerra civil, en los que se manifestó una clara adhesión a los principios del alzamiento militar en la península primero y al régimen franquista después. Procuraremos identificar los espacios editoriales que se encontraban detrás de estas publicaciones, los autores más destacados y los principales contenidos que se desarrollaban en estas obras.

Palabras clave:  Guerra Civil española; propaganda; libros; franquismo, Buenos Aires

Abstract
 In the context of the Spanish Civil War (1936-1939), books became key elements of popularization and were used by both sides in order to promote accessions and disqualify the enemy in the context of the struggle. In this work, we will try to reconstruct a catalog of those books that were published in the city of Buenos Aires during the course of the war in Spain and the immediate civil postwar, in which a clear adherence to the principles of the military uprising in the peninsula first and the Franco regime later. We will try to identify the editorial spaces that were behind these publications, the most outstanding authors and the main contents that were developed in these works.

Keywords:  Spanish Civil War; propaganda; books; Franco; Buenos Aires.

Resumo
 No contexto da Guerra Civil Espanhola (1936-1939), os livros se tornaram elementos-chave da popularização e foram utilizados por ambos os lados para promover acessos e desqualificar o inimigo no contexto da luta. Neste trabalho, vamos tentar reconstruir um catálogo desses livros que foram publicados na cidade de Buenos Aires durante a guerra na Espanha e a imediata pós-guerra, em que uma clara adesão aos princípios do levantamento militar na península e o regime de Franco mais tarde. Vamos tentar identificar os espaços editoriais que estavam por trás dessas publicações, os autores mais destacados e os principais conteúdos desenvolvidos nessas obras.

Palavras-chave:  Guerra Civil Espanhola; livros de propaganda; Franco; Buenos Aires


 

El crecimiento de la actividad editorial en la Argentina durante las primeras décadas del siglo XX se vio acompañada por una serie de profundas transformaciones económicas y sociales que se vincularon directamente con ese fenómeno: la progresiva urbanización, el crecimiento de la población a través del asentamiento de inmigrantes, el aumento en los niveles de alfabetización y la ampliación del público lector a partir de la extensión de la educación pública, la gradual profesionalización de los escritores y periodistas en el ámbito de las letras y la masividad que alcanzó la producción escrita a través de la difusión de la prensa y la literatura.1

A principios del siglo XX, las empresas francesas y alemanas eran las que dominaban el mercado editorial argentino. No obstante, el estallido de la Primera Guerra Mundial provocó la retirada de estas casas comerciales y permitió el desarrollo de las producciones locales, aunque en su mayoría lideradas por editores de origen español radicados en el país.2 Durante las décadas de 1920 y 1930 surgieron y se consolidaron proyectos editoriales que buscaban conquistar a un público masivo a través de la edición de libros rústicos, a bajo precio y que llegaban al lector a través de puntos de ventas no convencionales -como los quioscos ubicados en las estaciones de tren y subterráneos o las cigarrerías-.3 Estas verdaderas "empresas culturales"4 se ocupaban de colocar al alcance del trabajador títulos cuidadosamente seleccionados tanto de literatura nacional como europea, a la vez que se preocupaban por vender y comercializar los libros que se editaban siguiendo los intereses de los potenciales lectores. Como veremos más adelante, muchos de los textos de propaganda sobre los bandos enfrentados en la Guerra Civil española que circularon en la ciudad de Buenos Aires respondieron a este formato.

En este cuadro general de paulatino crecimiento de la producción editorial argentina de entreguerras fue que se produjo una gran cantidad de material bibliográfico de propaganda -a favor de ambos contendientes- sobre la Guerra Civil española. A través de ellos, se trataba de convencer al público lector sobre los argumentos que se dirimían por las armas al otro lado del Océano Atlántico.5

De esta forma, los libros se convirtieron en elementos claves de divulgación, y como tales, fueron utilizados para promover adhesiones y descalificar al enemigo en el contexto de la guerra. Así lo describía en sus páginas uno de los periódicos españoles de mayor antigüedad en el país:

"La grandeza de los horrores y de los sacrificios que representa la guerra española, así como los antecedentes de ella, ofrece amplitudes tales que se hace indispensable una gran abundancia de literatura sencilla, pero vibrante, para aclarar e ilustrar más y más toda esa confusión de abominaciones y de heroísmos."6   

Aunque no contamos con trabajos que analicen esta temática de manera exhaustiva para el núcleo afín a los republicanos en la Argentina, sabemos que la central propagandística articulada en torno a la Embajada española en Buenos Aires se interesó por la publicación de obras y discursos que llegaron a tener una tirada de más de cincuenta mil ejemplares.7 Del mismo modo, muchas de las numerosas entidades y agrupaciones favorables a la Segunda República en España costearon la impresión de libros de autores y temáticas a su favor. Así lo hicieron por ejemplo, la Federación de Organismos de Ayuda a la República Española a través del sello editorial La Nueva España, la Agrupación Asturiana de ayuda a la España Leal y la Agrupación Amigos CNT-FAI, entre muchas otras.

En lo que sigue, intentaremos reconstruir y analizar un catálogo de aquellos libros editados en la ciudad de Buenos Aires durante la Guerra Civil española y los primeros años de la posguerra, en los que se manifestó una clara adhesión a los principios de la rebelión militar en la península primero y al régimen franquista después. En esta línea, procuraremos identificar los espacios editoriales que se encontraban detrás de estas publicaciones, los autores más destacados y los principales contenidos que se desarrollaban en estas obras, así como también, señalaremos aquellos materiales traídos especialmente desde el exterior para reforzar la producción propagandística local.

Los libros a favor de los sublevados españoles en Buenos Aires: redes editoriales, autores y contenidos

Según el voluminoso catálogo de la Spanish Civil War Collection,8 que resguarda la Universidad de California en la Biblioteca de San Diego, en el periodo 1936-1945 en la Argentina se editaron cuarenta y nueve libros de ambos bandos relativos a la Guerra Civil española, mientras que en el mismo lapso, aparecían sesenta obras editadas en México, ocho en Montevideo y siete en Santiago de Chile.9 A pesar del alcance relativo de estas cifras -que expresan la selección personal realizada por el escritor y periodista Herbert Rutledge Southworth de la cual se nutre la colección antes citada- es sugerente el número de textos editados en la Argentina, que se ubica en segundo lugar después de México, en la producción de libros en Hispanoamérica sobre la contienda peninsular, y que es seguida muy de lejos por la edición chilena y uruguaya.

En este sentido, y dada la importancia que comenzó a adquirir la ciudad de Buenos Aires como foco productor de libros en el Continente Americano, es que nos interesamos en la elaboración de una lista de aquellas obras propagandísticas de tendencia pro franquista que se editaron allí. Aunque nos hallamos ante la imposibilidad de abarcar la totalidad del fenómeno editorial del periodo de entreguerras -debido a la dificultad para acceder a estadísticas generales10 -, logramos confeccionar un inventario de libros a partir de una recopilación de los volúmenes existentes en distintas bibliotecas públicas de la capital Argentina. Ello nos permitió identificar un total de cuarenta y cinco títulos de contenido favorable a los militares sediciosos en España, los cuales fueron fundamentales para desarrollar el siguiente análisis.11

En el contexto de la Guerra Civil, el grueso de la producción de material bibliográfico tanto de los republicanos como de los rebeldes recayó casi exclusivamente en sus agentes ubicados en América Latina, ya que se hizo muy difícil el traslado de elementos de propaganda durante la contienda.12 De este modo, tanto las Embajadas como las Representaciones oficiosas13 debieron solventar los costos de edición en el extranjero o facilitarle trabajos susceptibles de ser publicados a editoriales locales interesadas en respaldar la causa respectiva, o simplemente, en aumentar el caudal de ventas sobre un tema que sensibilizaba a la población.14

Según nuestros registros, la Oficina de Prensa y Propaganda de la Representación de España -OPYPRE- junto con la editorial católica Difusión, fueron los mayores editores de material favorable a los rebeldes españoles en la ciudad de Buenos Aires.15 Los años 1937 y 1938 fueron, sin dudas, los momentos claves en la contienda propagandística que se dirimía a este lado del Océano Atlántico a través del material bibliográfico. En ese bienio, se publicaron veintiséis títulos de literatura combativa a favor de la sublevación militar en la península -dieciocho en 1937 y ocho en 1938-, aunque posteriormente, el nivel de producción decayó notablemente.

Los focos de difusión son más difíciles de identificar dado que conocer la circulación real del material impreso resulta algo problemático. No obstante, según los anuncios publicados en la prensa afecta a los sublevados españoles, es posible saber que en el Centro Acción Española se podían adquirir libros, estampillas, distintivos y postales a favor del General Franco. Del mismo modo, la sede de las principales publicaciones periódicas se convirtieron en puntos de venta del material, como fue el caso de las oficinas de: El Diario Español, Orientación Española, Fe Gallega y Juan Español. Entre las librerías que colocaban a la venta los libros promocionados se mencionaban a: "La Facultad", "Barreiro" y la "Librería del Colegio". Incluso, en algunas ocasiones, se podía acceder al autógrafo del escritor, como por ejemplo, en la librería "La Académica" propiedad de Emilio Poblet. Allí, Alfredo Cabanillas, autor de Hacia la España eterna, se hizo presente para dedicar ejemplares en noviembre de 1938.16 Asimismo, la Editorial Poblet participó de la distribución y venta de material traído desde España como la biografía del General Franco escrita por Joaquín Arrarás o el relato bélico de Luis Moure Mariño, Galicia en la guerra.17 De la misma forma, la revista Orientación Española, edición mensual a cargo del Encargado de Prensa y Propaganda de la Representación Oficiosa de España, José Ignacio Ramos, promocionaba la comercialización de más de cincuenta títulos procedentes de la península, entre los que se contaban textos de temática bélica, relatos testimoniales y material doctrinario, de los cuales, lamentablemente, nos resulta difícil conocer su difusión efectiva.18

Como indicábamos más arriba, OPYPRE y Editorial Difusión fueron los dos sellos editoriales que reprodujeron en la ciudad de Buenos Aires la mayor cantidad de libros favorables a los rebeldes en la península. Según la investigadora Francisca Montiel Rayo, estos emprendimientos estuvieron profundamente imbricados durante los primeros años de la Guerra Civil española, a tal punto que ambos se convirtieron en los principales canales de difusión en Sud América de los contenidos irradiados por la Oficina de Prensa y Propaganda de la España rebelde en París organizada por miembros de la Lliga Catalana -seguidores de Francesc Cambó-. 19

Todo parece indicar que Joan Estelrich, el encargado de las publicaciones en la central parisina, intentó centralizar las gestiones editoriales desde allí con el fin de difundir los contenidos propagandísticos hacia el resto de las Oficinas de Prensa y Propaganda favorables al bando rebelde que se constituyeron en distintas ciudades, entre ellas, en la capital Argentina. Con este objeto, Estelrich entró en contacto con Andreu Bausili20 en Buenos Aires para remitirle los textos originales que debían ser publicados por alguna editorial local. Gracias a la intermediación de Bausili muchos de los títulos que circularon en la ciudad porteña vieron la luz a través de la Editorial Difusión, luego de que no prosperaran las negociaciones que en el mismo sentido se hicieron con Espasa-Calpe. De este modo, la edición en la Argentina de muchos de los volúmenes de contenido propagandístico recayó en una editorial que conservaba la apariencia de una empresa privada ajena a la Representación oficiosa de los militares sublevados en España, aunque su producción se encontraba estrechamente relacionada con ella.21

La historia de la editorial Difusión no resulta algo fácil de desentrañar dada la ausencia de fuentes documentales que nos aporten datos al respecto. Por lo que es posible conocer, fue fundada en 1936 en la ciudad de Buenos Aires por Luis Luchía Puig: periodista aficionado, católico devoto y editor empedernido. Según la biografía que reconstruye su amigo y colaborador personal, Moisés Álvarez-Lijo, al despuntar el siglo XX y con tan solo veinte años, Luchía Puig lanzó su primera inversión editorial al mercado con el afán de contrarrestar la gran cantidad de literatura a su entender "indecente" que se editaba en la Argentina. Para su primera publicación semanal, La novela del día, contó con el apoyo del escritor Gustavo Martínez de Zuviría -conocido en el ambiente literario por el seudónimo de Hugo Wast-. Le siguieron a este emprendimiento la constitución de la editorial Bayardo y la edición de las revistas Femenil y Aconcagua, ambas publicaciones de contenido católico.22 De esta última revista, actuó como corresponsal en España nada menos que José Ignacio Ramos, quien ejercería el cargo de Encargado de Prensa y Propaganda de la Representación oficiosa del General Franco en la Argentina a partir de 1937, y quien además, tendría un papel clave en las actividades de propaganda y difusión del material bibliográfico orientado a defender el posicionamiento de los militares rebeldes en España en el marco de la Guerra Civil.23 Es posible advertir cómo los vínculos que fueron entrelazando a ambos emprendimientos propagandísticos se fueron forjando con anterioridad al estallido de la guerra.

La editorial Difusión se caracterizaba por ofrecer a precios populares, de un promedio de entre 0,10 y 0,30 centavos moneda/nacional por ejemplar, un amplio catálogo de obras de contenido religioso y prédica anticomunista.24 Se presentaba a sí misma como una organización dinámica y dispuesta a enfrentar los "problemas" en las "instituciones básicas de la sociedad", a saber: en la "religiosidad, la familia y el patriotismo", a través de libros, folletos y volantes, entendidos como: "El arma poderosa del papel impreso esgrimido para llevar al pueblo una orientación moral".25 Esta última era la gran preocupación de los editores, quienes ofrecían las publicaciones de la casa editora como un "antídoto" frente a los "Cien mil volúmenes desorientadores que salen a diario de las editoriales materialistas o subversivas que van deformando la mentalidad de nuestro pueblo."26 El rol que se le otorgaba a la palabra escrita como medio no solo de divulgación, sino también, de catalizador de conciencias, les instaba a desplegar un abanico variado de títulos entre los que el conflicto bélico en España ocupaba un rol central por su actualidad y trascendencia. Tal es así, que en 1937 el 30% del contenido del catálogo que vendía Difusión tenía que ver con la Guerra Civil en la península.27

Como lo señala Montiel Rayo, la mayor parte de las producciones de esta editorial relativas a la contienda civil española se correspondieron con autores y textos traídos desde el exterior con expresa finalidad propagandística.28 De hecho, a poco de iniciar formalmente sus actividades, los dos primeros materiales editados por la editorial Difusión sobre la guerra en España fueron: en primer lugar, aquel titulado Los intelectuales españoles ante la revolución y la guerra, una obra escrita bajo el seudónimo de Juan de Castilla, en la que se combatía retóricamente la aparición de un folleto de propaganda republicana aparecido en Londres y titulado: Intellectuals and the Spanish Military Revolution.29 Y en segundo lugar, el libro escrito por Joan Estelrich -aunque no firmado por él- La persecución religiosa en España, que incluía en el prólogo un poema del poeta católico francés Paul Claudel y una gran cantidad de fotografías. Este texto fue editado por primera vez en Francia por la editorial Plon y adquirió tal resonancia en los medios católicos que se editó también en Sevilla con el nombre del poema: A los mártires españoles. Conservando su título original, se publicó en Chile por la Delegación de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS y en Buenos Aires por la editorial Difusión.30 Este volumen, que realizaba una denuncia pública sobre la violencia anticlerical desatada en Cataluña en el verano de 1936, buscaba influenciar a la opinión católica francesa asociando el conflicto bélico en España a un estadio más en la historia de las persecuciones religiosas que había sufrido la Iglesia Católica desde tiempos remotos.31 El opúsculo de cuarenta páginas editado en la capital argentina en formato rústico alcanzó una tirada "excepcional" de diez mil ejemplares. El éxito de ventas conseguido con este material le permitió a Luchía Puig ampliar la disponibilidad de capital y de crédito para seguir aumentando su fondo editorial.32 A partir de allí, este editor continuó apelando a la publicación del material propagandístico a favor de la rebelión militar en el contexto de la Guerra Civil española tanto por razones ideológicas, como por cuestiones económicas.

El libro que sí reconoció la autoría de Joan Estelrich, y que también se editó por Difusión, fue: La cuestión vasca y la guerra civil española. En este material se cuestionaba sobre el origen de la "insensata" confrontación entre los núcleos carlistas que apoyaban a la revuelta militar y los sectores vascos que se alineaban con la Segunda República, a pesar de que ambos profesaban una profunda fe católica.33 Por su parte, Constancio Eguía Ruiz34 desarrolló cronológicamente en: Los causantes de la tragedia hispana. Un crimen de los intelectuales españoles, lo que consideraba era un largo camino de producción "bolchevizante" por parte de los sectores ligados a la intelectualidad española desde el siglo XVIII en adelante.35

Asimismo, en 1937 se editó por Difusión un libro escrito por el periodista español Francisco Casares,36 España y su revolución, el cual fue publicado simultáneamente por OPYPRE en Buenos Aires y por la Editorial Splendid en Santiago de Chile.37 Casares había permanecido como asilado en la Embajada argentina en Madrid durante los primeros meses de la Guerra Civil. Para manifestar su agradecimiento, visitó el país entre mayo y agosto de 1937 con el  objeto de divulgar a través de su testimonio -que se convertía en su principal herramienta propagandística- la realidad que le había tocado vivir como refugiado. Una vez en la Argentina, avanzó en la redacción de un libro en el que estampó sus impresiones sobre la experiencia vivida en la Embajada y en el que no escatimó palabras de agradecimiento para el Gobierno rioplatense y sus diplomáticos en Madrid, así como también, expresiones condenatorias a la situación en la que se encontraba la España republicana en general, y Madrid en particular.38 Este libro, titulado Argentina-España 1936-1937. Apuntes y recuerdos de un asilado en la embajada de Madrid, se publicó en Buenos Aires con una reducida tirada de cincuenta ejemplares que no fueron puestos a la venta, aunque al parecer sí fueron distribuidos gratuitamente en los ámbitos afectos a la causa de la sublevación española.39

No obstante, el texto más significativo escrito por Francisco Casares fue el ya mencionado: España y su revolución. Es posible identificar a este libro como el arquetipo del material propagandístico que los sublevados españoles pretendieron divulgar en América del Sur. En este volumen, se reprodujeron todos los tópicos argumentales que, de alguna u otra manera, se repetirían en la mayoría de los materiales editados en Buenos Aires a favor de la rebelión militar en España. En líneas generales, se presentaba una explicación monocausal del origen de la guerra basada en la teoría conspirativa que asociaba el inminente peligro de una revolución comunista con el rebrote del antisemitismo y el anticlericalismo en algunos segmentos de la sociedad.40

La reconstrucción cronológica que elaboró Casares sobre los sucesos ocurridos en la península se inició en 1931 con el establecimiento de la Segunda República en España, pero fue el levantamiento obrero ocurrido en Asturias en 1934 el punto de quiebre para comenzar a relatar su posicionamiento. A partir de ese momento, según el autor: "comenzó a prepararse el movimiento revolucionario que superase aquel sistema de aparente concordia civil, y condujese rápidamente hacia la anhelada república soviética de España".41 De esta forma, intentaba restarle legitimidad al Gobierno del Frente Popular que había ganado las elecciones democráticas en febrero de 1936, al mismo tiempo que presentaba al Ejército español como el genuino representante de la "auténtica conciencia nacional española".42 A través de este mecanismo discursivo, Casares apeló a la construcción de una imagen dicotómica y maniquea del enfrentamiento civil que asolaba a la península, algo que caracterizó al aparato propagandístico que fueron construyendo los rebeldes españoles a lo largo de toda la guerra: "España quedaba dividida en dos fracciones iguales: una, la de los que pretendían sovietizar el país y darle un régimen y estructura análogos al imperante en Rusia; otra, la de los que querían que España volviese por sus fueros tradicionales, para conservar su fisonomía burguesa y su contextura moral."43

Los lineamientos generales de esta prédica se reprodujeron, con algunos pequeños matices, de manera incansable no solamente a través de los libros, sino sobre todo, a través de la prensa afín que se editaba en la ciudad de Buenos Aires.44 A estos argumentos se sumaron las ideas sobre el "destino providencial" de España en esta guerra, la "simpatía" del pueblo español hacia Alemania e Italia por su contribución en la contienda y las descripciones del llamado "terror rojo", sobre lo que ahondaremos más adelante.

De la lectura global del material propagandístico editado por Difusión se desprende como impresión general que el mismo no se encontraba especialmente orientado a convencer al público Hispanoamericano. Por el origen de los autores y los contenidos que allí se desarrollaban es posible suponer que estos libros buscaban discutir directamente con sus detractores europeos y generar adhesiones en dos países considerados claves para la política internacional española del momento: Francia y Gran Bretaña. El arribo de estas obras a Buenos Aires, muchas de ellas sin revisiones ni modificaciones de estilo, nos señala la debilidad de la producción escrita específicamente orientada al público hispanoparlante de América, y con ello, el desigual e intermitente interés que los representantes del gobierno rebelde en España le dedicaron a la propaganda que se dirigía hacia Latinoamérica en el lapso de la contienda.45

El único referente porteño que editó un libro relativo a la Guerra Civil española a través de Difusión fue Monseñor Gustavo J. Franceschi. Esta destacada figura de la catolicidad local tuvo la oportunidad de explayar sus argumentos en favor de la sublevación militar en la península de la misma forma que lo venía haciendo a través de las páginas de la revista Criterio, pero en esta oportunidad, de manera focalizada en un libro corto -treinta páginas-, de bajo costo y que pretendía llegar a un público amplio. La polémica que generó el estallido de la Guerra Civil en España en el seno de los espacios católicos en Buenos Aires luego de la visita de Jacques Maritain y su intervención en contra de la consideración de la causa del General Franco como una "cruzada" o "guerra santa", llevó a Monseñor Gustavo J. Franceschi a discutir con fervor los argumentos que esgrimían los cristianos que no comulgaban con la revuelta hispana.46 El libro El movimiento español y el criterio católico representó una parte de sus esfuerzos por revertir las opiniones contrarias a su persona y que lo habían calificado de "fascista" a su regreso del viaje que lo llevó a recorrer la España ocupada por los sublevados -llevando consigo los donativos adquiridos en Argentina a través de la colecta "Pro Templos devastados de España"-.47

Si bien en apariencia funcionaban como dos emprendimientos diferentes, la editorial Difusión y la Representación Oficiosa del Gobierno de Burgos en Buenos Aires a través del sello editorial OPYPRE coincidieron en la publicación de algunos de los contenidos de tipo propagandístico traídos desde el exterior. Fue el caso de otro de los libros escritos bajo el seudónimo Juan de Castilla,48 La justicia revolucionaria en España, que salió impreso por ambas editoriales en 1937, al igual que el libro que ya señalamos del periodista Francisco Casares.

De manera general, las ediciones que solventó OPYPRE en la Argentina se restringieron a la reproducción de los discursos y conferencias pronunciadas por el Representante oficioso, Juan Pablo de Lojendio, y a los escritos de contenido doctrinario.49 De este último estilo, este sello editorial divulgó el folleto partidario Argumento de la Nueva España para dar a conocer los veintiséis puntos fundamentales de la organización del nuevo partido único, FET y de las JONS, luego del Decreto de Unificación de las fuerzas políticas en España. Asimismo, y siguiendo con las directivas de propaganda del Gobierno de Burgos, OPYPRE financió la reproducción en formato de folleto del ensayo escrito por Gregorio Marañon: Liberalismo y comunismo. Reflexiones sobre la revolución española, que contó con ediciones en diversas partes del mundo, entre ellas: Francia, Londres, Montevideo y Chile, alcanzando una gran repercusión internacional.50 La difusión del posicionamiento crítico hacia la Segunda República española que este reconocido médico español fue dejando traslucir a través de diversas entrevistas y escritos tuvo una gran resonancia en el espacio intelectual rioplatense. Durante su visita a la Argentina y Uruguay en abril de 1937 -en la que dictó una gran cantidad de conferencias científicas-, Marañón fue recibido con beneplácito por la intelectual liberal Victoria Ocampo, directora de la revista porteña Sur.51 Esta hospitalidad despertó el encono de los núcleos más comprometidos con la defensa del Gobierno republicano y dejó en evidencia la ambivalente postura de los sectores liberales de la élite argentina frente a la contienda civil española.52

Sin dudas, en esta batalla propagandística a través de las letras a favor de la rebelión militar en España, el predominio en la producción del material combativo lo tuvo el espectro católico. En el periodo de nuestro análisis hallamos múltiples ejemplos de textos elaborados por hombres de la Iglesia Católica: ¿Qué saldrá de la España que sangra? del sacerdote argentino Julio Meinvielle, La verdad sobre la guerra española, de Venancio Carro, España reconquistada y gobernada por Franco de Agustín Villasante y Cuestión de raza, política y religión de Félix Ortiz y San Pelayo, quien sin ser sacerdote traslucía una profunda fe católica a través de sus escritos.53

Otro medio de difusión de la causa de los rebeldes españoles fue el que realizaron recitadores y poetas a través de sus obras artísticas. La mayoría de las veces, los autores financiaban ellos mismos la publicación de sus versos, tal fue el caso de Bernardo De Ramay con su obra: Romancero de la Nueva España -la cual contaba con un prólogo redactado por el General Millan Astray-, la de Saturnino Toledo en Perfiles de la guerra en España -texto dedicado en su primera página al General Franco- y la de Teófilo Ortega con sus Romances en prosa de nuestra guerra.54 Por su parte, el dramaturgo catalán Eduardo Marquina55 ofreció a la fundadora de los Legionarios Civiles de Franco,56 una serie de seis romances de su autoría que fueron recitados por la actriz española Maruchi Fresno en la audición que patrocinaba Soledad Alonso de Drysdale en la Radio Excélsior el 4 de agosto de 1937, y cuya edición en formato de libro se destinó a la venta y recaudación de dinero para la entidad.57 También el Jefe Regional de la FET y de las JONS en Buenos Aires, Rafael Duyos, publicó un libro con un compendio de poemas de su autoría: Romances de la Falange, el cual salió a la venta con la intención de recolectar fondos para el Auxilio de Invierno falangista.58

Salieron también por la editorial Difusión textos elaborados por un sacerdote de origen peninsular que intentó divulgar a través de su testimonio los padecimientos que vivió durante su estadía en la zona republicana, se trataba del presbítero Francisco García Alonso con el libro: Así mueren los españoles. Este volumen, que representaba un extracto de otra obra de mayor tamaño sobre sus días como prisionero en Málaga59, concluye con la aclaración de que algunos de los contenidos del libro habían sido extraídos del Avance del Informe Oficial60 del Gobierno Nacional de España y cuya reproducción había sido autorizada expresamente por la Oficina de Prensa y Propaganda de la Representación oficiosa de España en Buenos Aires.61 Otro de los textos escritos por este sacerdote, y también editado por Difusión: España roja, se inicia con la misma advertencia.62

Según el investigador Hugo García, los relatos de "terror" que se plasmaron en el mencionado informe -a lo largo de sus siete volúmenes- sirvieron de base y aliciente para la producción de un sinnúmero de relatos testimoniales novelados sobre las peripecias vividas en la retaguardia republicana. El contenido de estos textos traslucen uno de los tantos mecanismos de propaganda que llevó adelante el Gobierno de Burgos para promover el miedo a los enemigos en el contexto de la guerra, pero fundamentalmente, la indignación y la cólera frente a los actos de violencia que supuestamente cometían los mismos.63

Si bien la publicación completa de una de las emisiones del Avance del Informe Oficial en su edición "Sud-Americana" -con el reconocimiento como autor institucional de la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda para la América Española de la Representación oficiosa en Argentina- se produjo en 1937 bajo el sello de la editorial Sudamericana, por las aclaraciones que mencionábamos más arriba halladas en los libros del sacerdote García Alonso, podemos suponer que los contenidos del material de propaganda más importante publicado por los franquistas durante la Guerra Civil fueron divulgados en Buenos Aires en más de una oportunidad y a través de diversos formatos narrativos.64 Posteriormente, en el marco de la finalización de la Segunda Guerra Mundial el Ministerio Público de España editó en Buenos Aires un libro que retomaba la temática descriptiva del "terror" que caracterizaba al Avance del Informe Oficial,se trataba de: ¿Otra guerra civil en España?.65 En esta oportunidad, el material se orientaba a generar un renovado temor en la población española frente a las expectativas que se habían creado en torno a la posible intervención de las fuerzas occidentales para provocar la caída de la dictadura del General Franco.

Aunque los relatos testimoniales de personas que decían haber sufrido o presenciado el llamado "terror rojo" en la retaguardia republicana se extendieron profusamente en las zonas dominadas por la sublevación militar en España y conformaron allí un género literario en sí mismo,66 en la Argentina, este tipo de bibliografía tuvo muy pocos exponentes. Ya mencionamos el caso del periodista Francisco Casares quien relató sus experiencias como asilado en la Embajada argentina en Madrid y la difusión de los escritos del sacerdote García Alonso sobre sus padecimientos en Málaga. También podemos ubicar en este segmento de literatura testimonial el relato de Simón Núñez Maturana67 sobre su refugio en la Legación uruguaya de Madrid, en dónde buscó asilo, al igual que Casares, por ser ésa la nacionalidad de su esposa. Del mismo modo, logró salir de la capital española gracias a la intermediación de la Embajada argentina que se hizo cargo de los asilados en la sede diplomática uruguaya cuando ésta rompió relaciones con la Segunda República.68 El libro de Maturana se tituló: La tragedia española. Memorias incongruentes de un perseguido asilado y fue editado en Buenos Aires en 1938 por la Editorial Lux. De este material se hicieron solamente cien copias por encargo de su autor, las cuales no se colocaron a la venta, por lo que seguramente fueron distribuidas gratuitamente entre los medios afectos a la sublevación militar con fines exclusivamente propagandísticos. En estos ejemplares se anunciaban además, las próximas apariciones de otras obras del mismo autor y con una temática semejante: "Vivir muriendo" sobre sus días como asilado; "El Derecho de asilo, en su relación con la paz mundial" sobre la aplicación jurídica de estas normas; y "Mari-Pepa", relato novelado sobre una historia de amor entre un diplomático americano y una española en el contexto de la guerra.69

Una figura que logró cierto reconocimiento en Buenos Aires a partir de la publicación de su libro autorreferencial fue Alfredo Cabanillas, político y periodista español que formó parte del Partido Unión Republicana y que llegó incluso a ser Jefe del Gabinete de Prensa de la Presidencia de la Segunda República por designación de Manuel Azaña.70 Al iniciarse la Guerra Civil asumió la dirección del periódico Heraldo de Madrid en la capital española y desde esa posición, y gracias a sus contactos personales con el Embajador de Francia en Madrid, intervino activamente para proteger a aquellos conocidos que solicitaban su intercesión para salir de la ciudad. A pesar de su "condición de periodista republicano" denunció haber sido amenazado en reiteradas oportunidades por militantes del Partido Comunista Español debido a estas iniciativas humanitarias. Finalmente, fue destituido de la dirección del Heraldo de Madrid y debió exiliarse en Buenos Aires en donde vivía una hermana suya.71

En la obra Hacia la España Eterna, Cabanillas intentó justificar sus acciones y su cambiante posicionamiento político, que fue alejándolo cada vez más de los llamados "extremismos" que dominaban en España -haciendo referencia al comunismo y al anarquismo- y acercándolo a las posiciones reaccionarias de los sublevados. Esta intención, y su extensa labor en el ámbito del periodismo, le valieron cierta notoriedad en los medios afectos al Gobierno de Burgos en España. Al poco tiempo de su arribo al país, la viuda Soledad Alonso de Drysdale y Rafael Benjumea y Burín, Conde de Guadalhorce, lo designaron como encargado de El Diario Español en Buenos Aires.72

Tanto Cabanillas como Maturana expresaron en sus libros su deseo de contribuir a la defensa de su causa a través de la única arma que podían esgrimir a conciencia: la "pluma".73 Con ese propósito se volcaron a la difusión de lo que consideraban era la "realidad" a partir de lo que habían vivido y trataron de convencer a sus lectores sobre la justicia de su posicionamiento en el marco de los bandos enfrentados en la guerra, al respecto, escribió Cabanillas:

"Una sola preocupación me obsesionaba: seguir sirviendo a la causa Nacional de mi patria más allá de sus fronteras.
¿Cómo podía hacerlo? En el frente los héroes luchaban con las armas, yo no podía ofrecer un alma de héroe, debería luchar con la pluma."74

Hacia finales de 1938, la baja en la suscripción de varios de los cotizantes que solventaban con sus aportes particulares el funcionamiento de las acciones de propaganda que emprendían el Representante oficioso y el Encargado de Prensa, José Ignacio Ramos, pudo haber ocasionado la merma en la publicación del material bibliográfico editado por OPYPRE.75 No obstante, la editorial Difusión también cesó en la edición de libros relativos a la contienda civil española. De esta forma se interrumpió, casi abruptamente, la circulación del material de propaganda que provenía desde la Oficina de Prensa y Propaganda de París hacia el Río de la Plata.

Luego de la finalización de la guerra, la producción de textos de contenido propagandístico cesó notablemente. Una vez logrado el reconocimiento oficial del régimen dictatorial en España por parte del Gobierno argentino las campañas de difusión a través de los libros aminoraron su combatividad. En los años sucesivos, muchos de los títulos editados y propagados con ánimos de divulgación estuvieron a cargo de aquellos españoles que visitaron la Argentina con el objeto de promover una mayor cercanía en las relaciones culturales, intelectuales y económicas entre ambos países en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos se destacan las impresiones que elaboraron el filósofo y dramaturgo español José María Pemán en Cinco conferencias y El paraíso y la serpiente (notas de un viaje por las tierras de la Hispanidad); y el presidente de la "Comisión Española Negociadora" encargada de la gestión comercial entre España y la Argentina, Eduardo Aunós, en Viaje a la Argentina.76 En ambos casos, los autores plasmaron en estas obras las principales imágenes de su visita a la Argentina, así como también, las derivas de sus respectivos propósitos en el viaje.

 También caracterizó a la producción editorial de estos primeros años de la posguerra civil la intención del Encargado de Prensa y Propaganda de la Embajada de España, José Ignacio Ramos, de financiar y divulgar la publicación de libros escritos por historiadores argentinos que tuvieran una clara vocación hispanista y que contribuyeran a la desarticulación de la "leyenda negra" de la conquista española sobre América.77 Ello se daba en el marco de la difusión, tanto en el interior como en el exterior de España, de la doctrina de la "Hispanidad" como elemento discursivo clave para la definición de la política exterior del régimen dictatorial español durante la Segunda Guerra Mundial.78 En este contexto, OPYPRE publicó en 1942 el libro del historiador argentino Vicente D. Sierra, El sentido misional de la conquista de América, con un prólogo de Carlos Ibarguren.79 Este material tuvo una segunda edición en Madrid en 1944 a cargo del Consejo de la Hispanidad -organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de España que se había creado en 1940 para coordinar todo lo referido a la relación cultural con América Latina- y ese mismo año, salió nuevamente en Buenos Aires por la Editorial Huarpes.80 También se editó a través del sello editorial que administraba Ramos en Buenos Aires el libro de Rómulo Carbia, La leyenda negra Hispanoamericana, en una edición de fino estilo con ilustraciones y grabados de gran calidad.81 Tuvo, al igual que el impreso de Vicente D. Sierra, una versión editada en Madrid por el Consejo de la Hispanidad en 1944. En ambos casos, los historiadores se abocaron, a través de un extenso trabajo de erudición, a identificar los condicionantes iniciales de la "leyenda negra" de la conquista americana y a rebatir los argumentos que se esgrimieron durante más de dos siglos en contra de la herencia española dejada en América. Al respecto, planteó claramente Carbia: "La leyenda Negra Hispanoamericana es un engendro sin ningún fundamento histórico que ha servido de arma para combatir a España y no pocas veces a la Iglesia."82

Ambos autores consideraban el legado cultural y religioso que España había dejado en América como el elemento clave para definir la identidad nacional de los pueblos Hispanoamericanos. Esta idea se vinculaba estrechamente con los lineamientos ideológicos del régimen liderado por el General Franco en España, en tanto el mismo proyectaba construir una nueva relación de tutelaje cultural y "espiritual" con la América hispana en el marco de la Segunda Guerra Mundial.

Conclusiones

En el contexto de la formación de la cultura de masas y la sociedad de consumo del Buenos Aires de entreguerras, el conflicto bélico español permeó distintos aspectos de la vida cotidiana de sus habitantes. De tal forma que era usual, no solamente ver como se organizaba el vasto movimiento de solidaridad y la prensa seguía con vivo interés el desarrollo de la Guerra Civil española, sino que además, era posible hallar por doquier libros, carteles, programas de radio y frecuentes invitaciones a eventos públicos en los que la referencia a la guerra en la península era el elemento central.

No sólo los republicanos tuvieron la intención de movilizar masivamente a sus adherentes, los simpatizantes de la rebelión militar en España también desplegaron una gran variedad de recursos a la hora de difundir su propaganda en la ciudad de Buenos Aires. En este sentido, ambos bandos se interesaron por publicar material de propaganda favorable a su causa en la capital argentina. Del lado de los sublevados, los años 1937 y 1938 fueron los más dinámicos en esta lucha a través de las letras. En este bienio, se editaron veintiséis obras de propaganda de las cuarenta y cinco que identificamos para la totalidad del periodo 1936-1945. Posteriormente, con el reconocimiento oficial de la dictadura franquista por parte del Estado argentino el nivel de producción escrita a favor de la revuelta militar en la península decayó notablemente.

A partir del análisis de estos libros fue posible constatar que la editorial católica Difusión y la Oficina de Prensa y Propaganda de la Representación oficiosa del Gobierno de Burgos a través del sello editorial OPYPRE, fueron los máximos editores de material de propaganda a favor del General Franco en Buenos Aires. Esta producción en gran medida se logró gracias a la singular relación ideológica y comercial que se entabló entre la editorial católica junto con la OPYPRE en Buenos Aires y la Oficina de Prensa y Propaganda administrada por Joan Estelrich en París. Esta última, era la encargada de enviar el material escrito al Río de la Plata para que fuera impreso por alguno de los sellos editoriales antes mencionados.

Sin bien la totalidad del material traído a la Argentina a través de este nexo tenía una clara finalidad propagandística consideramos, a modo de hipótesis general, que el mismo no estaba orientado a convencer con especial interés al público Hispanoamericano. Al contrario, los interlocutores naturales de estos textos eran los núcleos católicos de países claves en el escenario internacional de la época, tales como Francia y Gran Bretaña. A pesar de esta preponderancia en la edición de autores y  libros traídos desde el exterior, hallamos en la editorial Difusión la publicación de un texto sobre la Guerra Civil española escrito por un notable representante del clero local, nos referimos a Monseñor Gustavo J. Franceschi. En su libro, Franceschi continuó con la línea de defensa del alzamiento militar en España entendido como una "cruzada" o "guerra santa", tal como lo venía haciendo a través de las páginas de la revista Criterio. No obstante, en esta oportunidad utilizó un formato más ágil y masivo -como lo eran los textos cortos de edición rústica y económica que caracterizaban a la producción local de libros en la entreguerra-, estilo al que respondieron la totalidad de las obras editadas por Difusión en este periodo.

Entre las producciones escritas que circularon en Buenos Aires a favor de los sublevados españoles se destacan algunos ejemplos de los denominados, según el investigador Hugo García, "relatos de terror". Estos textos testimoniales se caracterizaron por concentrarse en la narración de los padecimientos propios y/o ajenos que le habían tocado vivir o presenciar al autor en el territorio republicano en el contexto de la contienda bélica. La amplia difusión que tuvieron estos testimonios en la España dominada por el gobierno rebelde convirtió a este tipo de obras en una especie de género literario en sí mismo. En la misma línea, la edición en siete volúmenes del Avance del Informe Oficial -un extenso compendio descriptivo de los supuestos crímenes cometidos por el Gobierno republicano-, se transformó en el texto propagandístico de exportación más importante elaborado por el Gobierno de Burgos durante la guerra. Con la intención de difundir con mayor amplitud los contenidos de este material, el mismo fue utilizado en más de una oportunidad como materia prima para la elaboración de libros de propaganda que se editaron en la ciudad de Buenos Aires en la forma de relatos testimoniales firmados por el sacerdote Francisco García Alonso. 

Luego de la finalización de la Guerra Civil, los textos que se publicaron en Buenos Aires a favor de la dictadura franquista aminoraron su combatividad y siguieron los lineamientos de la política exterior del régimen posbélico en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, trataron de establecer un nexo de mayor proximidad con América Latina a través del acercamiento cultural e intelectual que proponía la doctrina de la "Hispanidad" y la revalorización de la herencia colonial española en América.

A pesar de las conclusiones aquí esbozadas, el abordaje de esta temática no deja de ser parcial y fragmentario dada la ausencia de fuentes que nos permitan conocer la difusión real de estos escritos y la naturaleza de los lectores que adquirían los materiales que fuimos analizando: ¿Se trataba de un público convencido y afín a las ideas que se leían en estos libros? O ¿Era, simplemente, un público sensibilizado e interesado en comprender los pormenores de la cruenta guerra civil que se desarrollaba en la península? Al respecto podríamos sugerir, a modo de hipótesis preliminar, que estos escritos circularon con fluidez en espacios y entre lectores totalmente afectos a la causa de los rebeldes españoles. El público que leía este tipo de bibliografía, al igual que aquel que compraba la prensa que se editaba en Buenos Aires a favor del Gobierno de Burgos durante la contienda, ya se encontraba convencido de la legitimidad de la revuelta militar en España, y por ende, la lectura de este tipo de materiales solo servía para corroborar y/o fortalecer su posicionamiento de adhesión inicial.

Notas

1. J. DE DIEGO, "Editores, libros y folletos. Argentina, 1920-1940", en J. DE DIEGO, La otra cara de Jano. Una mirada crítica sobre el libro y la edición, Buenos Aires, Ampersand, 2015, p. 113.         [ Links ]

2. V. DELGADO y F. ESPOSITO, "1920-1937. La emergencia del editor moderno", en J. DE DIEGO (dir.), Editores y políticas editoriales en Argentina (1880-1920), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2014, p. 64.         [ Links ] Para ampliar sobre los libreros-editores de origen español en la Argentina, véase: D. BUONOCUORE, Libreros, editores e impresores de Buenos Aires. Esbozo para una historia del libro argentino, Buenos Aires, Ed. Bower, 1974.         [ Links ]

3. Las editoriales más destacadas en este tipo de producciones fueron Editorial Tor y Editorial Claridad. DELGADO y ESPOSITO, op. cit., p. 69.

4.  Seguimos aquí el trabajo de L. A. ROMERO, "Una empresa cultural: los libros baratos", en L. A. ROMERO y L. H. GUTIERREZ, Sectores populares, cultura y política. Buenos Aires en la entreguerra, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007, pp. 47-70.         [ Links ]

5. No es necesario insistir sobre las repercusiones que generó el inicio de la Guerra Civil española en la sociedad argentina y las intensas movilizaciones de solidaridad que se desplegaron hacia ambos contendientes, aunque con una mayor masividad hacia el Gobierno republicano. Citamos aquí algunos de los trabajos más significativos sobre el tema: M. QUIJADA, Aires de República, aires de Cruzada: la Guerra Civil española en la Argentina, Barcelona, Ed. Sendai, 1992;         [ Links ] M. QUIJADA, "Los españoles de la Argentina ante la Guerra Civil española: las instituciones de la comunidad", en AA.VV., Inmigración, integración e imagen de los latinoamericanos en España (1931-1987). Apuntes introductorios, Madrid, Servicio de Publicaciones de la Organización de Estados Iberoamericanos, 1998, pp.79-97;         [ Links ] B. FIGALLO, La Argentina ante la Guerra Civil española. El asilo diplomático y el asilo naval, Rosario, Instituto de Historia, UCA, 1996;         [ Links ] S. MONTENEGRO, La Guerra Civil española y la política argentina, Tesis de Doctorado en Historia, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2002, [Disponible en: http://www.ucm.es/BUCM/tesis/ghi/ucm-t26475.pdf.], consulta: 3/07/2010;         [ Links ] E. GOLDAR, Los argentinos y la Guerra Civil española, Buenos Aires, Ed. Contrapunto, 1986;         [ Links ] V. TRIFONE y G. SVARZMAN, La repercusión de la Guerra Civil española en la Argentina (1936-1939), Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1993.         [ Links ]

6. Este órgano de prensa, que manifestaba una clara simpatía por el bando rebelde en la península, editaba semanalmente una columna titulada "Bibliografía" en la que se incluían reseñas de muchos de los libros de contenido propagandístico sobre la Guerra Civil en España que circulaban en la ciudad de Buenos Aires. "Bibliografía", El Diario Español, Buenos Aires, 23/09/1939, p. 3.         [ Links ]

7. Fue el caso del discurso de Manuel Azaña pronunciado el 18 de julio de 1937 en Madrid: "Por la independencia de España, 1936-18 de julio-1937: discurso del presidente Azaña", Buenos Aires, Servicio español de Información, 1937.         [ Links ] Citado en: QUIJADA, op. cit., pp. 216-217.

8. Esta colección es un compendio de más de siete mil elementos entre libros, folletos y periódicos que recolectó en vida Herbert Rutledge Southworth (1908-1999), periodista y escritor norteamericano que trabajó para la Segunda República española y se interesó en reunir todo el material que halló disponible sobre la contienda bélica en la península. Su vida profesional lo llevó a constituir este fondo bibliográfico que no sólo se tornó voluminoso sino que también se nutrió de materiales en gran medida únicos. El catálogo puede consultarse on-line en: http://microformguides.gale.com/Data/Download/3046000R.pdf. Consulta: 10/11/2016.

9. La mayoría de estos títulos se asocian a la propaganda a favor de la Segunda República pero también puede hallarse material a favor del bando sublevado.

10. La Sociedad de Editores Argentinos se creó recién en 1939 y lamentablemente no pudimos tener acceso a su archivo institucional.

11. Somos conscientes de lo fragmentario de la información recolectada, por lo que las conclusiones aquí esbozadas deben necesariamente ser consideradas provisionales.

12. A diferencia de lo que ocurrió en Chile, en la Argentina no hallamos evidencias de que se hubieran recibido remesas de libros procedentes de Lisboa a través de la Editorial Pereira. Para ampliar, véase: A. PIZARROSO QUINTERO y P. SAPAG MUÑOZ DE LA PEÑA, "Propaganda y diplomacia. Proyección exterior de la España franquista (1936-1945)" en A. MORENO CANTANO (coord.), Propagandistas y diplomáticos al servicio de Franco (1936-1945), Gijón, Ediciones Trea, 2012, p. 36.         [ Links ]

13. Ante el inicio de la contienda civil, los militares rebeldes comenzaron a conformar un cuerpo diplomático paralelo al republicano que actuaba de manera extraoficial con el fin de, por un lado, cohesionar los posibles movimientos de solidaridad que se generaran a su favor, y por el otro, de lograr el reconocimiento oficial por parte de los Estados en donde se encontraban dichos representantes. En la Argentina, desde diciembre de 1936 hasta finales de 1939, Juan Pablo de Lojendio residió en la ciudad de Buenos Aires en calidad de Representante "oficioso" del General Franco y luego de la finalización de la Guerra Civil fue reconocido como Encargado de Negocios de España.

14. PIZARRO QUINTERO y SAPAG MUÑOZ DE LA PEÑA, op. cit., pp. 35-36.

15. En conjunto, editaron 17 de los 45 títulos registrados y se distribuyen del siguiente modo: OPYPRE ocho libros y Editorial Difusión nueve.

16. El Diario Español, Buenos Aires, 2/11/1938, p. 4.         [ Links ]

17. Según las publicidades de este material hallados en: Correo de Galicia, Buenos Aires, 22/10/1939, p. 3, y 4/02/1940, p. 4.         [ Links ]

18. Citamos algunos títulos aunque no se consignen las editoriales en las fuentes: Rogelio Pérez Olivares, España en la cruz (Diario de un testigo); Juan Gómez Málaga, Estampas trágicas de Madrid (la retaguardia roja); W. González Oliveros, Introducción al estudio de la nueva política Española; Rienzi, Guerra; M. Morales, La Guerra Civil en Guipúzcoa; Joaquín Arrarás y Luis Jordana de Pozas, El sitio del Alcázar, entre muchos otros. Orientación Española. Oficina de propaganda y prensa de la representación del Gobierno Nacional de España, Año I, N° 1, Buenos Aires, septiembre 1937, p. 24.         [ Links ]

19. F. MONTIEL RAYO, "Ediciones propagandísticas españolas en Argentina durante la Guerra Civil y el primer franquismo: la labor de José Ignacio Ramos", Kamchatka. Revista de análisis cultural,  7 (2016), p. 38 [Disponible en: roderic.uv.es/handle/10550/54952], consulta: 15/10/2016.         [ Links ] Para conocer más acerca del funcionamiento de esta oficina, ver: A. MORENO CANTANO, "Delegaciones y oficinas de prensa españolas en el extranjero durante el primer franquismo: el caso francés (1936-1942)", Studia Histórica. Historia Contemporánea, 25 (2007), pp. 276-281. [Disponible en: http://campus.usal.es/~revistas_trabajo/index.php/0213-2087/article/viewFile/1060/1138], consulta: 20/10/2016.         [ Links ]

20. (Barcelona, 1898-1982) Bausili formó parte a la CHADE (Compañía Hispano-Americana de Electricidad) bajo las órdenes de Francisco Cambó, de quien fue siempre asiduo colaborador y hombre de confianza. Dedicado a la actividad política, militó en la Liga Regionalista y fue concejal (1931) y teniente de alcalde (1935) de Barcelona para este partido. Desde 1936 vivía en Buenos Aires, donde llegó a ser director general de la CADE (Compañía Argentina de Electricidad) y formó parte del grupo de españoles que financió económicamente la actividad propagandística de Juan Pablo de Lojendio cuando éste llegó a la Argentina en calidad de Representante oficioso. Fue miembro de la dirección de la Compañía General de Industrias y Transportes y participó en la fundación de la Editorial Sudamericana, y de SADEMASA. Fue nombrado presidente de la Cámara Española de Comercio (1942-49) y de la Institución Cultural Española. Datos extraídos de: Gran Enciclopèdia Catalana [http://www.enciclopedia.cat/EC-GEC-0222828.xml], consulta: 4/12/2016.         [ Links ] 

21. MONTIEL RAYO, op. cit., pp. 39-40.

22. M. ALVAREZ-LIJO, Vida y obra de un editor. Luis Luchía Puig, Buenos Aires, Difusión/Esquiú, 1981.         [ Links ]

23. En su biografía, José Ignacio Ramos relata cómo gracias a su carácter de corresponsal de una publicación extranjera, cuyo carnet de identificación "felizmente tenía tapas de color rojo", pudo sortear los controles que los miembros de las milicias republicanas le hicieron a pocos días de iniciada la contienda civil en su trayecto hacia la Embajada argentina en Madrid en donde buscaría refugio junto a su esposa, que era de esa nacionalidad. J. I. RAMOS, Biografía de mi entorno. Nostalgias, recuerdos y testimonios, Buenos Aires, Legasa, 1984, p. 122.         [ Links ]

24. M. FABRIS, "De El Pueblo a Esquiú. Modernización y regresión conservadora frente a la crisis de la prensa católica", Itinerantes. Revista de Historia y Religión, 3 (2013), p. 155. [Disponible en: http://www.unsta.edu.ar/wp-content/uploads/2013/04/Fabris.pdf], consulta: 14/11/2016.         [ Links ]

25. J. ESTELRICH, La cuestión vasca y la Guerra Civil española, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1937, p. 58.         [ Links ]

26. G. J. FRANCESCHI, El movimiento español y el criterio católico, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1937, p. 32.         [ Links ]

27. De los veintiséis títulos que se promocionaban, ocho eran producciones relativas a la contienda bélica española.

28. MONTIEL RAYO, op. cit., p. 41.

29. Este título fue escrito por Alberto Insúa, colaborador de Estelrich en la Oficina de Prensa y Propaganda en París. MONTIEL RAYO, op. cit., p. 41. En este impreso, el autor se dedicó a deslegitimar la información contenida en el mencionado fascículo sobre la adhesión de intelectuales españoles de renombre a favor de la Segunda República y remató la obra de contrapropaganda con la enumeración de las figuras que apoyaban abiertamente a la sublevación militar.

30. A. MORENO CANTANO, "Literatura de propaganda religiosa en España en tiempos de guerra (1936-1945)", en A. MORENO CANTANO (coord.), Cruzados de Franco. Propaganda y diplomacia en tiempos de guerra (1936-1945), Gijón, Ediciones Trea, 2013, pp. 521-52;         [ Links ] APIZARROSO QUINTERO y SAPAG MUÑOZ DE LA PEÑA, op. cit., p. 38.

31. MORENO CANTANO, op. cit., p. 52.

32. LVAREZ-LIJO, op. cit., p. 101-102.

33. ESTELRICH, op. cit., p. 52.

34. Este escritor nacido en Santander e integrante de la Compañía de Jesús, publicó diversas obras de temática religiosa y antiliberal durante la Guerra Civil. Manuel Aznar Soler, República literaria y revolución (1930-1939), Sevilla, Renacimiento, 2010, p. 415.         [ Links ]

35. C. EGUIA RUIZ, Los causantes de la tragedia hispana. Un gran crimen de los intelectuales españoles, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1938, p. 5.         [ Links ]

36. Francisco Casares Sánchez (Madrid, 1899-1977), fue Secretario General de la Asociación de la Prensa de Madrid desde octubre de 1937 (fue nombrado durante la Guerra Civil, en la ciudad de San Sebastián) hasta abril de 1972 (34 años y 6 meses, ha sido el Secretario General que más años ha permanecido en dicho puesto en toda la historia de la institución). Casares fue redactor de la agencia Mencheta y del diario El Globo (1917-1922), del diario La Época (1923-1924), y colaborador de El Sol, El Liberal, Ya y de la agencia Febus (1924-1933). A comienzos de los años treinta fundó y presidió el Sindicato católico Autónomo de Periodistas, y después de la Guerra Civil fue colaborador de toda la prensa española y articulista de temas nacionales en la Hoja del Lunes, de Madrid. Fue premio Luca de Tena (1933), premio Francisco Franco (1947) y premio Santamaría (1970). Datos extraídos del Portal de la Asociación de la Prensa de Madrid [Disponible en: http://www.apmadrid.es/apm/secretarios-generales/secretarios-generales-siglos-xix-y-xx], consulta: 8/03/2016.         [ Links ]

37. F. CASARES, España y su revolución, Buenos Aires, OPYPRE, 1937;         [ Links ] F. CASARES, España y su revolución, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1937;         [ Links ] P. SAPAG MUÑOZ DE LA PEÑA, Propaganda republicana y franquista en Chile durante la Guerra Civil española, Tesis doctoral en Ciencias de la Comunicación, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1996, pp. 333 [Disponible en: http://biblioteca.ucm.es/tesis/19911996/S/3/S3003101.pdf], consulta: 17/03/2016.         [ Links ]

38. A modo de ejemplo reproducimos uno de esos pasajes: "Madrid sufrió la devastación de la anarquía y el pillaje. (…) El Derecho no existía. El Gobierno no pasaba de ser una entelequia. Gobernaban, en rigor, los Sindicatos. (…) Y esa autoridad se ejercitaba bajo el signo del rencor y la hostilidad. Madrid fue la ciudad del odio y del delito." F. CASARES, Argentina-España 1936-1937. Apuntes y recuerdos de un asilado en la embajada de Madrid, Buenos Aires, Editorial Poblet, 1937, pp. 23-24.

39. En la primera página del libro se aclaraba que: "De este libro se ha hecho una tirada especial de cincuenta ejemplares numerados sobre papel Bolívar que no se han puesto a la venta."  Estos ejemplares además contaban con ilustraciones en acuarela de B. Navarro y una cuidada edición de la Editorial Poblet. Otro libro de su autoría con una clara finalidad propagandística fue España y su revolución, publicado por la Oficina de Prensa y Propaganda de la Representación del Gobierno Nacional de España en Buenos Aires (OPYPRE) en 1937.

40. Para un análisis más detallado de los contenido centrales del discurso de la propaganda del Gobierno de Burgos durante la Guerra Civil, véase: A. MORENO CANTANO, Los servicios de prensa extranjera en el primer franquismo (1936-1945), Tesis de Doctorado en Historia, Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, 2008, pp. 11-15 [Disponible en: www.dialnet.uniroja.es/descargas/tesis/24073.pdf], consulta: 11/12/2014.         [ Links ]

41. CASARES, op. cit., 6.

42. Ibídem.

43. Ibídem. El investigador español Francisco Sevillano Calero, se dedicó a analizar en detalle la construcción discursiva de los sublevados españoles y su difusión en el marco del conflicto bélico. Para ampliar, véase: F. SEVILLANO CALERO, "La propaganda y la construcción de una 'cultura de guerra' en España durante la Guerra Civil", Studia Histórica. Historia Contemporánea, 32 (2014), p. 226. [Disponible en: www.angelvinas.es/wp-content/uploads/2015/05/STUDIA-HISTORICA.pdf], consulta: 9/06/2016.         [ Links ]

44. Ejemplos de ellos fueron las publicaciones de la comunidad españolas: Acción Española, Fe Gallega, El Diario Español, Correo de Galicia, Falange Española, Orientación Española, entre otras. Y la prensa nacionalista argentina: Clarinada; La Fronda, Bandera Argentina y Crisol, entre otras.

45. En el transcurso de la Guerra Civil española, el Gobierno de Burgos envió a América Latina distintos contingentes de propagandistas -las llamadas "Misiones culturales"-, los cuales a través del dictado de conferencias y la participación con disertaciones en actos públicos, tenían como objeto promover la difusión de los contenidos que justificaban el levantamiento militar en la península. En general, su labor propagandística tuvo un escaso eco en los destinos que visitaron. Para ampliar: A. FERREYRA, "Las misiones de propaganda enviadas por el Franquismo a la Argentina durante la Guerra Civil española (1936-1939)", Cuadernos de Marte. Revista Latinoamericana de Sociología de la Guerra, 11 (2016), pp. 143-173.  [Disponible en: http://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/cuadernosdemarte/article/view/2124/1810], consulta: 22/12/2016.         [ Links ]

46. Para ampliar, véase: J. ZANCA, Cristianos antifascistas. Conflictos de la cultura católica argentina, Buenos Aires, Siglo XXI, 2013, pp. 93-109.         [ Links ]

47. Para ampliar sobre la interpretación de la Guerra Civil española elaborada por Gustavo J. Franceschi, ver: Á. CASTRO MONTERO, "El eco de la Guerra civil Española en la revista Criterio", Temas de Historia argentina y americana,   2 (2003), UCA, pp. 30-40.         [ Links ]

48. En este caso, el seudónimo escondía a Joaquim Reig, también colaborador de Estelrich en la Oficina de Prensa y Propaganda de París. MONTIEL RAYO, op. cit., p. 41.

49. J. PABLO DE LOJENDIO, Un gran discurso de Juan Pablo de Lojendio, Buenos Aires, OPYPRE, 1937.         [ Links ] Discurso pronunciado en el acto del 2 de mayo de 1937; J. PABLO DE LOJENDIO, O. ALVAREZ BALBIN, E. MONTES, R. DUYOS y C. DE GUADALHORCE, Discursos a los asturianos de América, Buenos Aires, OPYPRE, 1937.         [ Links ] "Discursos pronunciados en el Hotel Ambassadeurs el 29 de octubre 1937"; M. GARCIA MORENTE, Orígenes del nacionalismo español, Buenos Aires, Talleres Gráficos de Jacobo  Peuser Ltda. Distribuido por OPYPRE, 1938.         [ Links ] "Conferencia pronunciada en el Teatro Solís en Montevideo el día 24 de mayo de 1938, bajo los auspicios de la Institución Cultural Española de Uruguay".

50. G. MARAÑON, Liberalismo y comunismo: reflexiones sobre la revolución española, Montevideo: Ediciones O.P.Y.P.R.E., 1938;         [ Links ] ídem, La revolución española, Santiago de Chile, D.P.P.G.N.E, s/f; ídem, Liberalism and communism: the background of the Spanish Civil War, London, Spanish Press Services. [1938?]; ídem, Libéralisme et communisme: en marge de la guerre civile espagnole, Paris, Sorlot, 1938. Según el catálogo de la Spanish Civil War Collection antes citado. Este texto, en el cual el autor intentaba explicar por qué los liberales debían ser hostiles a la Segunda República española fue, además, publicado en la Argentina por el diario La Nación el 3 de enero de 1938.

51. El acogimiento que Ocampo le dedicó a Marañón durante su estancia en la Argentina fue cuestionado fuertemente por el escritor español José Bergamín a través de una serie de "cartas abiertas" publicadas en medios de prensa argentinos y españoles, entre ellos: El Mono Azul, Crítica y Sur. R. MACCIUCI, "La Guerra Civil española en la revista Sur", Sociohistórica , 15-16 (2004), p. 42-43.         [ Links ]

52. Para ampliar, véase: N. BINNS, Argentina y la Guerra Civil española. La voz de los intelectuales, Madrid, Calambur, 2012, pp. 72-73.         [ Links ]

53. J. MEINVIELLE, Que saldrá de la España que sangra, Buenos Aires, Talleres Gráficos San Pablo, 1937;         [ Links ] V. CARRO, La verdad sobre la guerra española, Buenos Aires, Zamora Tipografía Comercial, 1937;         [ Links ] A. VILLASANTE, España reconquistada y gobernada por Franco, Talleres Gráficos San Pablo, Buenos Aires, 1939;         [ Links ] F. ORTIZ Y SAN PELAYO, Cuestión de raza, política y religión, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1939.         [ Links ]

54. B. DE RAMAY, Romancero de la Nueva España, Buenos Aires, Imprenta de Bell Olla, 1937;         [ Links ] S. TOLEDO, Perfiles de la guerra en España, Buenos Aires, Imprenta Católica Argentina, 1938;         [ Links ] Falange Española Nº 41, Buenos Aires, 18/07/1937, p. 13         [ Links ]

55. Marquina se encontraba en la Argentina, por invitación de la actriz Lola Membrives, cuando estalló la Guerra Civil en la península y permaneció en el país hasta agosto de 1938. Durante todo ese periodo, manifestó públicamente su adhesión a la causa de los sublevados españoles. N. BINNS, op. cit., pp. 81-82.

56. Esta institución creada en 1937 en Buenos Aires por la acaudalada viuda Soledad Alonso de Drysdale y Rafael Benjumea y Burín, Conde de Guadalhorce, recaudaba dinero con la intención de construir orfelinato para albergar a los niños huérfanos dejara la guerra.

57. E. MARQUINA, Por el amor de España, Buenos Aires, Editado en Talleres Gráficos Jacobo Peuser, distribuido por OPYPRE, 1937.         [ Links ]

58. El Diario Español, Buenos Aires, 26/11/1937, p. 3.         [ Links ]

59. El libro en cuestión se titula: Mis dos meses de prisión en Málaga.

60. El nombre completo de este informe de propaganda que salió en siete volúmenes: Avance del informe oficial sobre los asesinatos, violaciones, incendios y demás depredaciones y cometidos en algunos pueblos del centro y sur de España y señaladamente en la ciudad de Málaga bajo el dominio del llamado Gobierno de Valencia.

61. F. GARCIA ALONSO, Así mueren los españoles, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1937, p. 31.         [ Links ]

62. F. GARCIA ALONSO, España roja, Buenos Aires, Editorial Difusión, 1937, p. 2.         [ Links ]

63. H. GARCIA, "Relatos para una guerra. Terror, testimonio y literatura en la España Nacional", Ayer 76 (2009), pp. 152-157. [Disponible en: https://www.academia.edu/1958527/Relatos_para_una_guerra_terror_testimonio_y_literatura_en_la_Espa%C3%B1a_nacional], consulta: 15/11/2016.         [ Links ]

64. También hallamos ejemplares editados en Sevilla en los años 1936 y 1937 en la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (Buenos Aires). Para un tratamiento pormenorizado de este material, ver: PIZARROSO QUINTERO y SAPAG MUÑOZ DE LA PEÑA, op. cit., pp. 34-35.

65. MINISTERIO PUBLICO DE ESPAÑA, ¿Otra guerra civil en España?, Buenos Aires, Ediciones Españoles Unidos, 1946.         [ Links ]

66. GARCIA, op. cit., pp.143-147.

67. Maturana era abogado de profesión y se presentaba a sí mismo como Ex Presidente de la Diputación Provincial de Madrid.

68. Para ampliar. Véase: FIGALLO, op. cit., p. 240-241.

69. S. NUÑEZ DE MATURANA, La tragedia española. Memorias incongruentes de un perseguido asilado, Buenos Aires, Editorial Lux, 1938,         [ Links ] contratapa. Lamentablemente, no hemos podido hallar estos textos por lo que no sabemos si efectivamente fueron publicados.

70. F. DURAN ALCALA y C. RUIZ BARRIENTOS, "Alfredo Cabanillas Blanco. Trayectoria vital y obra periodística", Boletín de la Asociación Provincial de Museos locales de Córdoba 10 (2009), p. 321. [Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3814011], consulta: 15/11/2016.         [ Links ]

71. A. CABANILLAS, Hacia la España eterna, Buenos Aires, Editoriales Reunidas S.A., 1938, pp. 25-26.         [ Links ]

72. DURAN ALCALA y C. RUIZ BARRIENTOS, op. cit., p. 341.

73. NUÑEZ DE MATURANA, op. cit., p. 349.

74. CABANILLAS, op. cit., p. 25.

75. MONTIEL RAYO, op. cit., p. 42.

76. E. AUNOS, Viaje a la Argentina, Madrid, Editora Nacional, 1943; J. M. PEMAN, El paraíso y la serpientes (notas de un viaje por las tierras de la Hispanidad), Madrid, Editorial Escellicer S. A., (importado por Editoriales Reunidas S. A. en Buenos Aires), Madrid, 1942; E. AUNOS, Cinco conferencias, Buenos Aires, Editoriales Reunidas S. A., 1941.

77. Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, España)-Delegación Nacional del Servicio Exterior de FET-JONS, Caja Nº 20. Correspondencia enviada de José Ignacio Ramos a Genaro Riestra, Secretario Nacional del Servicio Exterior de FET y de las JONS, Buenos Aires, 20/11/1942.

78.   Este término, cobró resonancia a partir de la publicación de la obra de Ramiro De Maeztu, Defensa de la Hispanidad en 1934. En ese trabajo, este autor representante de la derecha católica peninsular, consideraba que España, en conjunto con los pueblos hispánicos, estaba llamada a ocupar un nuevo lugar en el ámbito internacional, y por ello, debía recuperar su antigua misión histórica, civilizadora y cristiana. En ese sentido, la "Hispanidad" no se refería solamente a una comunidad cultural, sino también, a un "destino universal" permanente vinculado al carácter misionero de la España que protagonizó la conquista americana. Para ampliar, véase: E. GONZALEZ CALLEJA y F. LIMON NEVADO, La Hispanidad como instrumento de combate. Raza e imperio en la Prensa franquista durante la Guerra Civil española, Madrid, CSIC, 1988, pp. 11-29.

79. Este libro se vendía a un precio elevado -ocho pesos m/n- si lo comparamos con los costos que tenían los libros editados por editorial Difusión y se consignaba un descuento promocional del veinte por ciento para quieren fueran suscriptores de la revista Orientación Española. Juan Español, Buenos Aires, 28/08/1942, p. 6.

80. V. D. SIERRA, El sentido misional de la conquista de América, Buenos Aires, Editorial Huarpes, 1944.         [ Links ]

81. R. CARBIA, La leyenda negra Hispanoamericana, Buenos Aires, Ediciones Orientación Española, 1943.         [ Links ]

82. Ibídem, p. 246.

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