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Estudios económicos

On-line version ISSN 2525-1295

Estud. econ. vol.36 no.72 Bahía Blanca Jan. 2019

 

Determinantes de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares en Argentina: interacciones entre la asignación universal por hijo (auh) y otros factores explicativos° °°

Determinants of changes in the labor participation of women from popular sectors in Argentina: interactions between the universal child allowance and other explanatory factors

Ariela Micha* - Ana Paula Monsalvo*

* Universidad Nacional de General Sarmiento. Correo electrónico: amicha@ungs.edu.ar, amonsalv@ungs.edu.ar

enviado: 02 agosto 2018
aceptado: 11 febrero 2019

Resumen
Este artículo se propone contribuir a la comprensión de los mecanismos explicativos de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares en Argentina, prestando particular atención a cómo se vincula la Asignación Universal por Hijo (AUH) con otros determinantes relevantes. El abordaje es cuantitativo de tipo dinámico, centrado en las transiciones laborales que conforman los dos componentes de la participación laboral. A través de un modelo logístico, se estiman las probabilidades de salir y entrar del/al mercado de trabajo para las mujeres de nivel educativo bajo. El análisis destaca una serie de heterogeneidades en los cambios en la participación laboral de las mujeres bajo estudio dependiendo del vínculo entre la AUH y otros factores explicativos.

Código JEL: J22, J16, H53.

Palabras clave: Participación Laboral Femenina; Asignación Universal por Hijo; Interacciones entre Determinantes.

Abstract
This article aims to contribute to the understanding of the explanatory mechanisms of changes in labor participation of women from popular sectors in Argentina, paying particular attention to the connection between the Universal Child Allowance (AUH; Spanish acronym) and other relevant determinants. The approach is quantitative and dynamic, focusing on the labor transitions that make up the two components of labor participation. A logistic model is applied, in order to estimate the probabilities of leaving and entering the labor market for women of low educational levels. The analysis highlights heterogeneities in the changes in the labor participation of women under study depending on the link between the AUH and other explanatory factors.

JEL Code: J22, J16, H53.

Keywords: Female Labor Force Participation; Universal Child Allowance; Interactions among Determinants.

INTRODUCCIÓN

La aceleración del crecimiento de la tasa de actividad femenina durante la década del noventa en nuestro país vigorizó los estudios sobre la inserción en el mercado de trabajo de las mujeres, mediante investigaciones que intentaron dar cuenta del fenómeno, sus características y sus factores determinantes (Cortés, 1995; Wainerman y Geldstein, 1994; Cerrutti, 2000; Contartese y Maceira, 2005; Castillo, Esquivel, Rojo, Tumini y Yoguel, 2008; entre otros). En años más recientes, especialmente a partir de la década del 2000, la tendencia al estancamiento de la participación laboral de las mujeres vuelve a estimular la indagación sobre las particularidades de su inserción (Trajtemberg, 2010; Gasparini y Marchionni, 2015; Beccaria, Maurizio y Vázquez, 2017).

El amesetamiento de la tasa de actividad femenina durante los 2000 llama la atención en varios sentidos. En primer lugar, porque continuaron los cambios culturales y de las preferencias de las mujeres, así como la mayor conciencia sobre sus derechos, los cuales suelen contribuir al aumento de la oferta laboral femenina (Espino, 2012). Asimismo, se siguieron verificando los cambios en la composición de la población femenina en edad de trabajar que usualmente llevan a incrementos en la oferta: aumento de los niveles educativos, caída en la tasa de fecundidad, aumento de la probabilidad de mantenerse solteras, entre otros (Gasparini y Marchionni, 2015; Beccaria, Maurizio y Vázquez, 2017). Por último, la tendencia que se observa durante este período resulta llamativa en tanto se corresponde con un ciclo macroeconómico de recuperación, en el que se registraron mejoras generalizadas en el mercado de trabajo como resultado de políticas económicas y laborales que incidieron positivamente sobre la actividad económica, el empleo y los ingresos del trabajo (Cortés, 2012).

Al mismo tiempo, como ha sido ampliamente documentado por la literatura, persisten importantes desigualdades de género en el mercado de trabajo. Los avances de las mujeres en este campo han sido insuficientes para cerrar la brecha con los varones en la mayoría de las variables laborales, como los salarios, el empleo y la participación, y la estructura ocupacional sigue presentando una fuerte segregación vertical y horizontal por género (Contartese y Maceira, 2005; Castillo et al., 2008; Novick, Rojo y Castillo, 2008; Gasparini y Marchionni, 2015).

Además, las desigualdades de género se imbrican con las desigualdades de clase: en general, las dificultades para participar en el mercado laboral y la segmentación ocupacional son fenómenos que afectan en mayor medida a las mujeres de menores recursos (Barrancos y Goren, 2002; Valenzuela, 2003). Por lo tanto, el estudio de las particularidades de la inserción laboral de las mujeres de sectores populares1 cobra especial relevancia. En este sentido, es notable que las mujeres con bajo nivel educativo disminuyeran su participación laboral desde el año 2003 (Beccaria, Maurizio y Vázquez, 2017).

Diversos trabajos que estudiaron la inserción laboral de las mujeres de sectores populares han identificado variables que influyen sobre su participación. Estos aportes destacan la incidencia de los condicionantes que imponen las responsabilidades domésticas y de cuidado, ya que al depender de servicios públicos de cuidado de escasa cobertura y altamente fragmentados, las mujeres enfrentan fuertes tensiones para compatibilizar estas responsabilidades con las actividades remuneradas (Esquivel, 2009; Faur, 2011). Además, las limitaciones que impone el cuidado son especialmente agudas en la primera infancia, debido al déficit de servicios en este tramo (Faur, 2014; Kliksberg y Novacovsky, 2015).

En segundo lugar, los trabajos previos destacan el impacto de las políticas públicas que intervienen en la participación laboral femenina. En particular, para las mujeres vulnerables resultan relevantes las políticas que apuntan a la terminación de estudios -Progresar, FinEs, Ellas Hacen-, ya que pueden movilizar aspiraciones para continuar los estudios a la par de su inserción en el mercado de trabajo (Sanchís y Binstock, 2016). Y al mismo tiempo, estas políticas significan una fuente de ingresos en el hogar, lo que puede incidir en la dirección opuesta, en el sentido de que una elevación de los ingresos no laborales favorece la reducción de la oferta de trabajo femenina (Maurizio y Monsalvo, 2017).

Por lo tanto, la intención de realizar trabajo remunerado y el tipo de trabajo en el que se insertan las mujeres de sectores populares se encuentran estrechamente vinculados con la disponibilidad de ingresos de otras fuentes que contribuyen al ingreso del hogar. Por ello, la presencia de un cónyuge y su estatus laboral tienen una fuerte incidencia en la participación laboral de estas mujeres, así como también la condición laboral de otros miembros del hogar (Halperin Weisburd et al., 2009; Rodríguez Enríquez, 2010; Marchionni, 2015).

Asimismo, entre las diferentes fuentes de ingresos no laborales que contribuyen al ingreso del hogar, la literatura ha subrayado el rol de las políticas de transferencia de ingresos, que tienen una presencia acentuada en la organización de la vida cotidiana de los hogares vulnerables. En este sentido, los estudios sobre los posibles efectos de la AUH -la mayor política de transferencia de ingresos en la actualidad- sobre la participación laboral de los adultos miembros de los hogares beneficiarios expresan un debate abierto (Bustos y Villafañe, 2011; Groisman, Bossert y Sconfienza, 2011; Maurizio y Vázquez, 2014; Kliksberg y Novacovsky, 2015; Garganta y Gasparini, 2017; Maurizio y Monsalvo, 2017; Garganta, Gasparini y Marchionni, 2017)2. La mayoría de estos trabajos se centran en el impacto de la política sobre las tasas de actividad, empleo y desempleo, y coinciden en señalar la falta de significatividad de la misma como factor de incidencia negativa en la participación laboral de los adultos (mujeres y varones) miembros de los hogares receptores.

Por otro lado, ciertos estudios relativizan este tipo de hallazgos. Groisman, Bossert y Sconfienza (2011), que evalúan el impacto de la AUH en las transiciones laborales, señalan que las mujeres en particular presentan mayores chances de transitar de la ocupación a la inactividad como consecuencia de la obtención de la AUH (el coeficiente resultó significativo para este caso). Asimismo, Garganta y Gasparini (2017) encuentran evidencia de un efecto negativo significativo de la AUH sobre las horas trabajadas de los trabajadores informales en hogares beneficiarios con más de un perceptor de ingresos, enfatizando, además, que este efecto resulta más fuerte para los trabajadores secundarios3. En esta misma línea, Garganta, Gasparini y Marchionni (2017) encuentran un efecto negativo significativo de la AUH sobre la probabilidad de que mujeres inactivas ingresen al mercado de trabajo; desincentivo presente en mujeres casadas4. Además, señalan que este efecto resulta heterogéneo ya que opera en mayor medida en mujeres cuyas parejas se encuentran ocupadas, en mujeres con niveles educativos bajos, en mujeres con hasta dos hijos, y en mujeres que declaran ser las responsables principales de las tareas domésticas del hogar.

Por lo tanto, resulta interesante tener en cuenta que la AUH podría tener distintos efectos sobre la participación laboral de los miembros de los hogares receptores, que se podrían estar compensando entre sí. Incluso dentro del subgrupo de las mujeres titulares de la AUH5 podrían coexistir diversos canales de influencia de la política pública en la participación laboral, dependiendo de su edad, su posición en el hogar, su rol de proveedora única o secundaria, entre otros factores.

En consecuencia, teniendo en cuenta todas las contribuciones de la literatura reseñadas, se desprende la importancia de realizar un análisis de la participación laboral femenina desde una perspectiva multifactorial y diferenciando entre grupos de mujeres. En esta dirección es que este artículo se propone indagar sobre los determinantes de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares, conformando un abordaje que logre identificar la multiplicidad de factores que intervienen, así como indagar en las posibles interacciones entre la AUH y otros determinantes relevantes.

I. DATOS Y METODOLOGÍA

Los datos utilizados provienen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), considerando el total de aglomerados urbanos. Las estimaciones econométricas se realizaron sobre un pool de paneles6 de trimestres consecutivos construidos con las bases de la EPH para el período comprendido entre el primer trimestre de 2010 y el segundo trimestre de 2015, con el objetivo de incluir trimestres en los que ya se encontraba vigente la política de la AUH7.

Con respecto al universo seleccionado para el análisis, está constituido por mujeres en edad activa (entre 15 a 60 años), de máximo nivel educativo Hasta Secundaria Incompleta (HSI)8. La elección de una variable educativa para estratificar a las mujeres obedece a la decisión de evitar variables asociadas con los ingresos (como por ejemplo los quintiles de Ingreso Per Cápita Familiar [IPCF]), puesto que estas presentarían una correlación directa con otras variables que son objeto de análisis en este ejercicio. Además, los niveles educativos constituyen un proxy razonable de los estratos socioeconómicos: más del 70% de las mujeres de HSI se ubican en los primeros dos quintiles de IPCF9.

Este tipo de clasificación basada en el nivel educativo permitió una estratificación de las mujeres que coincide con las características que presentan las mujeres titulares de la AUH, pero sin superposición de los grupos: el 11% de las mujeres con nivel educativo HSI, en edad activa y que conviven con menores de 18 años en el hogar, se identificaron como titulares AUH, y el 67% de las mujeres titulares AUH en edad activa tienen como máximo nivel educativo alcanzado HSI10. La no superposición de los grupos es una consideración particularmente relevante para los objetivos del ejercicio econométrico planteado, ya que dentro del universo de análisis de mujeres de nivel educativo bajo se busca distinguir los resultados de las estimaciones entre el subgrupo de mujeres que reciben AUH y mujeres que no la reciben. En efecto, de conformar el universo de análisis estratificando a las mujeres según el quintil de IPCF de pertenencia, los grupos se superpondrían, ya que más del 80% de los hogares AUH se ubican en los primeros dos quintiles de IPCF11.

La estrategia seguida para el análisis de los factores explicativos de los cambios en la participación laboral de las mujeres vulnerables se desarrolla sobre la base de la modelización de las probabilidades de salir y entrar del/al mercado de trabajo para este grupo de estudio, entendiendo las salidas del mercado de trabajo como las transiciones desde la actividad hacia la inactividad, y las entradas como las transiciones desde la inactividad hacia la actividad. A tal efecto se estimaron dos modelos logísticos según la dirección de la transición que represente:

(1)

La probabilidad de salida/entrada del/al mercado laboral, es estimada a partir de una variable indicadora construida con los datos de panel. La indicadora toma el valor 1 si en la primera observación la mujer se encontraba activa/inactiva y en el período siguiente evidencia un cambio de estado hacia la inactividad/actividad, mientras que toma el valor 0 si en los dos trimestres del panel se encuentra en el mismo estado.

Los factores explicativos del modelo corresponden a variables sociodemográficas y económicas, a nivel individual y del hogar, presentes en el primer período del panel correspondiente. En la selección final de las variables explicativas del modelo se consideró, además de los factores identificados en la literatura previa como relevantes para la participación laboral de las mujeres de sectores populares (reseñada en la "Introducción"), otros factores que se desprenden de una indagación de tipo cualitativa sobre las lógicas de participación laboral de las mujeres que son titulares de la AUH (Micha, 2017). En el apéndice se detallan las variables explicativas incorporadas.

Los resultados de la primera parte del ejercicio estadístico se exploran en términos de los valores de Odds Ratio (OR), o razón de probabilidades, que se interpreta como la probabilidad de salir/entrar del/al mercado de trabajo en relación con la probabilidad de mantenerse dentro/fuera de él. A esta probabilidad relativa se la denominará a partir de aquí "chances de salir/entrar"12.

Los resultados de la tabla 1 se presentan mediante el cociente de OR que cuenta con la ventaja de focalizar su interpretación en la covariable respectiva, dado que compara dos individuos con las mismas características excepto la evaluada. Específicamente, mide las chances de salir/entrar del/al mercado de trabajo cuando la característica de la variable explicativa está presente, en relación con las chances de salir/entrar cuando no lo está:

(2)

Tabla 1. Modelo logit: probabilidad de salir y entrar del/al mercado de trabajo. Mujeres HSI, en edad activa (15-60 años)

Observaciones para el modelo de entrada: 119.177. Observaciones para el modelo de salida: 27.368. El test de significatividad de los parámetros estimados sostiene una hipótesis nula donde el cociente de OR es la unidad. *** Significatividad al 1%; ** Significatividad 5%; * Significatividad 10%.
Nota: la categoría base para tramo etario es "15-25 años"; la categoría base para posición en el hogar es "no jefa, no cónyuge". Ocupados/miembros se evalúa en términos a si varía en una unidad.
Fuente: elaboración propia sobre la base de EPH.

En los casos en que el valor del cociente de OR es mayor a la unidad, la característica presente aumenta las chances de salir/entrar; si el cociente de OR es menor a uno, la característica reduce las chances de salir/entrar; mientras que si el cociente es igual a uno, la característica no afecta las chances de salir/entrar. Es importante aclarar que, debido a que las estimaciones de los modelos de las entradas y las salidas se realizaron de manera independiente, no fue posible evaluar en términos netos el efecto sobre la participación laboral de manera conjunta, es decir, sumando los efectos entre los cocientes de OR en ambos modelos. Sin embargo, es factible aproximar la dirección del efecto neto mediante la comparación en términos del signo que toma el cociente de OR en cada transición laboral (mayor o menor a 1).

En una segunda etapa, se calculan las probabilidades marginales para perfiles específicos a partir de las estimaciones de los parámetros de los modelos. Este ejercicio tiene el objetivo de indagar sobre el vínculo entre la AUH y otros factores explicativos de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares, poniendo énfasis en el análisis de ciertas interacciones de acuerdo con hipótesis de interés13. Dichas hipótesis surgen, por un lado, de la literatura reseñada en la introducción y de la indagación de tipo cualitativa señalada previamente, y, por el otro, de los propios resultados evaluados en la primera parte del ejercicio.

Con este fin se construyó una serie de perfiles teóricos de mujeres, para los cuatro tramos de edad considerados, diferenciándose entre ellos por la presencia de las siguientes características: asistencia educativa, presencia de menores de hasta 5 años en el hogar, presencia de ingresos no laborales, presencia de ingresos por jubilación o pensión14. A su vez, al interior de cada perfil se compara a las mujeres que reciben AUH y las que no la reciben, según su posición en el hogar y según la proporción de ocupados sobre miembros del hogar. En esta etapa, el universo de análisis se restringió a las mujeres, en edad activa y de HSI, que conviven con al menos un menor de 18 años en el hogar, para asegurar la comparabilidad entre mujeres perceptoras de la AUH y mujeres que no la reciben.

Luego, se calcularon las probabilidades marginales de salir/entrar del/al mercado de trabajo para cada perfil teórico variando el estatus de perceptora de AUH (perceptora/no perceptora), para las cuatro posiciones en el hogar consideradas y los tres niveles de proporción de ocupados sobre miembros. Dentro de cada uno de los perfiles construidos, se compararon las probabilidades estimadas de salir/entrar del/al mercado laboral considerando si la mujer es perceptora de la AUH o no lo es, obteniéndose un conjunto de primeras diferencias de probabilidad. Por lo tanto, si las primeras diferencias de probabilidad resultan mayores a cero, las mujeres que perciben AUH presentan mayores probabilidades de salir/entrar en relación con las que no la reciben. Inversamente, si las primeras diferencias de probabilidad son negativas, las mujeres que perciben AUH presentan una probabilidad de salir/entrar menor en relación con aquellas que no la reciben.

Finalmente, la exploración se extiende a la comparación entre perfiles. En esta parte se comparan las primeras diferencias de probabilidad entre lo que denominamos el perfil base de cada tramo de edad, es decir, los que no tienen ninguna característica activa o presente (perfiles 1, 6, 11 y 16; tabla A.1 en el apéndice), y los perfiles con alguna de las variables presentes, obteniéndose una serie de diferencias en diferencias de probabilidad (tablas A.2 a A.5 en el apéndice). En todos los casos se testeó la significatividad del resultado de las diferencias en diferencias de probabilidad a partir de distribuciones empíricas aplicando la técnica de bootstrapping15.

Como en el caso de los cocientes de OR, los valores puntuales de las diferencias en diferencias para las entradas no pueden compararse directamente con sus análogos, pero para las salidas, porque se calcularon sobre la base de dos estimaciones independientes. Sin embargo, es posible analizar la dirección del signo del resultado de diferencias en diferencias para cada transición laboral.

Por otro lado, se concluye respecto a los distintos grados de intensidad de la interacción entre la AUH y otros factores explicativos dentro de cada transición laboral según la posición en el hogar y el tramo de edad de las mujeres. A tal efecto se comparan los valores puntuales de las diferencias en diferencias de probabilidad de salir/entrar para las cuatro posiciones en el hogar y entre los cuatro tramos de edad.

Es importante aclarar que el presente trabajo no realiza una evaluación de impacto16 de la AUH sobre la participación laboral femenina, y en este sentido, teniendo en cuenta que se utilizan para el análisis solo los períodos posteriores a la implementación de la política, no se deben interpretar los resultados como un efecto causal.

En cuanto a la identificación de las perceptoras AUH en la EPH, los trabajos previos siguen diferentes estrategias de identificación frente a la ausencia de una pregunta específica en la encuesta sobre la condición de percibir o no este beneficio. En términos generales las estrategias parecen dividirse en dos. El primer tipo de estrategia de identificación es vía elegibilidad, es decir, se considera como población beneficiaria de la AUH a aquellos individuos y hogares que cumplan con un conjunto de características que coinciden con las condiciones definidas para acceder a la política. Este método equipara a los receptores potenciales con los receptores efectivos. El segundo tipo de estrategia entiende que la identificación debe captar a los beneficiarios efectivos reconociendo desde el método la falta de cobertura plena que se observa en los hogares elegibles. Tal motivo es el que resulta consistente con los objetivos que persigue el presente estudio, por lo que el método de identificación seleccionado fue el que se categoriza dentro del segundo grupo.

Específicamente, para la identificación se recurre a la pregunta de la EPH que capta la suma de transferencias monetarias otorgadas a los miembros del hogar por el gobierno, instituciones privadas o la Iglesia, entre otras instituciones, es decir, es una estrategia basada en el monto declarado. La pregunta incluye un amplio rango de entidades, por lo que no puede asumirse que las respuestas correspondan exclusivamente a la política de la AUH. Consecuentemente, se clasifican como perceptores de la AUH solo aquellos individuos cuyos montos declarados coincidan con los valores establecidos por la política (ver en detalle en el Apéndice).

Un recaudo a la hora de interpretar los resultados es que la elección de este método de identificación está sujeta al problema de la subdeclaración (ver en Apéndice). Sin embargo, se verificó que las mujeres titulares y los niños/as beneficiarios identificados presentaran estructuras sociodemográficas similares a los identificados de forma directa por la ENAPROSS II.17

II. TRANSICIONES LABORALES DE LAS MUJERES DE SECTORES POPULARES Y LOS FACTORES QUE INCIDEN EN ESTAS

La tabla 1 muestra resultados consistentes con la teoría reseñada en la introducción, en relación con los factores explicativos de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares:

En primer lugar, la edad se comporta según la teoría de la participación laboral durante el ciclo de vida de las mujeres, es decir, para todos los tramos de edad se reducen las chances de salir del mercado de trabajo y aumentan las chances de entrar, en comparación con las mujeres del tramo de edad entre 15 y 25 años. Esta relación aparece con más fuerza para las mujeres de entre 26 y 45 años, que son las que tienen menos chances de salir del mercado de trabajo y más chances de entrar al mismo, en comparación con las mujeres del tramo de edad más joven.

En segundo lugar, en línea con la literatura que remarca las limitaciones que impone el cuidado para la participación laboral de las mujeres de sectores populares, los resultados muestran que la presencia de menores en el hogar, y particularmente de menores de hasta 5 años, aumenta las chances de salir del mercado de trabajo y reduce las chances de entrar para estas mujeres.

En tercer lugar, se destaca que la asistencia a un establecimiento educativo casi duplica las chances de salir del mercado de trabajo, en comparación con las mujeres que no persiguen proyectos de formación y/o terminación de la educación básica. Y, a su vez, se reducen las chances de entrar para las mujeres que asisten. Estos resultados apuntan a las dificultades que enfrentan las mujeres de sectores populares para sostener proyectos de formación en simultáneo con su inserción laboral.

En cuanto a los factores que componen la posición en el hogar de las mujeres bajo análisis, se observa que la jefatura de hogar reduce las chances de salir y aumenta las chances de entrar al mercado de trabajo (respecto a las que no son ni jefas ni cónyuges). Por lo tanto, en el caso de las jefas de hogar la aproximación de la dirección del efecto neto en la participación laboral es positiva.

En el caso de las cónyuges, cuando el jefe de hogar se encuentra desocupado la aproximación de la dirección del efecto neto en la participación laboral de las mujeres también es positiva, porque aumentan las chances de entrar y las chances de salir no se ven alteradas (cociente de OR cercano a uno). En el caso de las cónyuges con jefe ocupado, aumentan tanto las chances de salir como las de entrar. En esos casos, el tipo de ocupación del jefe marca cierta diferencia: las chances de salida del mercado de trabajo para las cónyuges son mayores cuando el jefe es asalariado que cuando se emplea como no asalariado e, inversamente, las chances de entrada son mayores cuando el jefe es ocupado no asalariado que cuando se emplea asalariadamente. Estos resultados van en línea con la teoría del "efecto trabajador adicional" y la literatura que indica que la presencia de cónyuge y su estatus laboral son variables relevantes para comprender el comportamiento laboral de las mujeres de bajos recursos. Pero además revelan que la categoría ocupacional es un factor de peso.

Los resultados de la tabla 1 también señalan que la condición laboral de otros miembros del hogar es un determinante de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares: las chances de salir aumentan y las chances de entrar se reducen a medida que aumenta la proporción de ocupados sobre miembros del hogar.

Adicionalmente, también en línea con la literatura previa, los resultados sugieren que la disponibilidad de ingresos de otras fuentes conforma un factor explicativo de los cambios en la participación laboral de este segmento de mujeres. En este sentido, resulta notable que la presencia de ingresos por jubilación o pensión en el hogar es uno de los factores que incrementa en mayor medida las chances de salir del mercado de trabajo para las mujeres de sectores populares. Y, a su vez, para las mujeres que cuentan con estos ingresos en el hogar, se reducen las chances de entrar, versus las que viven en hogares sin presencia de los mismos. Por lo tanto, cuando en el hogar hay ingresos por jubilaciones o pensiones, la aproximación de la dirección del efecto neto en la participación laboral de las mujeres de sectores populares es negativa. En lo que refiere a otros ingresos no laborales, si bien presentan un signo positivo en las probabilidades de transición hacia la inactividad para estas mujeres, también presentan un signo positivo en las probabilidades de transición hacia la actividad.

Finalmente, los resultados muestran que ser perceptora de la AUH aumenta las chances de salir en comparación con las mujeres que no la reciben, pero también aumenta las chances de entrar. Las hipótesis sobre los canales de influencia de la AUH sobre el comportamiento laboral de las mujeres son diversas. Por un lado, la recepción de la transferencia eleva los ingresos no laborales y puede conducir a salidas del mercado laboral por parte de las mujeres o la reducción del número de horas trabajadas. Los trabajos previos al respecto señalan que este mecanismo dependerá de la magnitud de la transferencia, de las características del empleo de las mujeres, y de su rol de proveedora única o secundaria en el hogar (Maurizio y Monsalvo, 2017; Garganta y Gasparini, 2017). Por otro lado, la AUH también es una fuente de ingreso que podría permitirles a las mujeres superar las barreras de entrada a ciertos trabajos remunerados, y de esta manera podría favorecer la entrada al mercado de trabajo. En este sentido, aunque tanto desde el ámbito académico como en la discusión política, y desde el imaginario social en general, se asocia a la AUH con el desincentivo a la participación laboral, desde visiones alternativas se advierte sobre su potencial aliento a la inserción en el mercado de trabajo vía la promoción del autoempleo para las mujeres titulares (Goren, 2012; Dávolos, 2013; Micha, 2019).

Por lo tanto, los resultados discutidos en esta instancia indicarían que las mujeres que reciben la AUH tienen una mayor probabilidad de salida del mercado de trabajo y también tienen una mayor probabilidad de entrada. En este sentido, en el próximo apartado se analizará si estos resultados varían dependiendo de ciertas características sociodemográficas de las mujeres y de la combinación del ingreso de la AUH con otros ingresos del hogar, tanto laborales como no laborales.

En suma, esta primera interpretación de los resultados apunta a una serie de factores explicativos de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares, los cuales no solo coinciden con la teoría reseñada, sino que además estuvieron presentes durante el período de observación del ejercicio cuantitativo (2010-2015). Por un lado, aunque de manera menos pronunciada que en la década anterior y debilitándose año a año, durante este período se siguieron registrando mejoras generalizadas en el mercado de trabajo, lo que se traduciría en mayor disponibilidad de ingresos laborales en el hogar (Groisman, 2014). A su vez, durante todo el período de análisis se sostuvieron políticas públicas en el marco de un proceso de fortalecimiento de las prestaciones estatales y de la cobertura de la seguridad social, incluyendo tanto las prestaciones contributivas como las no contributivas (jubilaciones, pensiones, Progresar, Argentina Trabaja, AUH, entre otras). Entre estas cabe destacar el aumento al acceso al beneficio previsional que permitió la moratoria implementada en el año 2005 (Calvi y Cimillo, 2010), y en la que notablemente accedieron en su mayoría mujeres (ELA, 2009). Además, la cobertura de jubilaciones y pensiones tuvo un proceso de extensión hacia el extremo inferior de la escala de distribución de ingresos, es decir, se extendió a los hogares más vulnerables (Judzik, Trujillo y Villafañe, 2017).

III. ANÁLISIS DE LAS INTERACCIONES ENTRE LA AUH Y OTROS DETERMINANTES

III.1. Relación entre la AUH y la disponibilidad de ingresos laborales de otros miembros del hogar

En primer lugar, resulta interesante examinar los resultados de las estimaciones para los perfiles base de cada uno de los tramos de edad. Por un lado, lo que se observa en la tabla 2 es que en todos los perfiles base, para todas las posiciones en el hogar y los tres niveles de proporción de ocupados sobre miembros, las probabilidades de salir son mayores para las mujeres que perciben AUH en relación con las que no la reciben: las primeras diferencias de probabilidad dan positivas (>0) y son estadísticamente significativas.

Tabla 2. Primeras diferencias de probabilidad de salir del mercado de trabajo entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Perfiles base de cada tramo de edad

*** Significativa al 1%; ** Significativa al 5%; * Significativa al 10%. Observaciones para el modelo de salida: 27,368. Fuente: elaboración propia sobre la base de EPH.
Nota: los perfiles teóricos analizados verificaron una cantidad significativa de casos en el pool de paneles.

Además, las primeras diferencias de probabilidad aumentan a medida que aumenta la proporción de ocupados sobre miembros en el hogar, es decir, a mayor disponibilidad de ingresos laborales en el hogar. Asimismo, la posición en el hogar "cónyuge con jefe ocupado asalariado" presenta las más altas primeras diferencias de probabilidad de salir entre las mujeres titulares AUH y las que no la reciben (en comparación con las demás posiciones en el hogar).

Por otro lado, lo que se observa en la tabla 3 es que en todos los perfiles base, para todas las posiciones en el hogar y los tres niveles de proporción de ocupados sobre miembros, las mujeres que reciben la AUH tienen una mayor probabilidad de entrada al mercado laboral en relación con las que no la reciben: las primeras diferencias de probabilidad dan positivas (>0) y son estadísticamente significativas. En este caso, las primeras diferencias de probabilidad descienden a medida que aumenta la proporción de ocupados sobre miembros en el hogar, y las más altas primeras diferencias de probabilidad de entrada corresponden a la posición en el hogar "cónyuge con jefe ocupado no asalariado".

Tabla 3. Primeras diferencias de probabilidad de entrar al mercado de trabajo entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Perfiles base de cada tramo de edad

*** Significativa al 1%; ** Significativa al 5%; * Significativa al 10%. Observaciones para el modelo de entrada: 119,177. Fuente: elaboración propia sobre la base de EPH. Nota: los perfiles teóricos analizados verificaron una cantidad significativa de casos en el pool de paneles.

III.2. Interacción entre la AUH y la presencia de menores de hasta 5 años en el hogar

Para analizar la interacción entre la AUH y los condicionantes que imponen las responsabilidades de cuidado, se utiliza la variable de presencia de menores de hasta 5 años en el hogar. Como se señaló previamente, dentro de cada uno de los perfiles base de cada tramo de edad, la probabilidad de salir es mayor para las mujeres perceptoras de AUH que para las mujeres que no la reciben. Cuando en los perfiles de cada tramo de edad se activa la característica de presencia de menores de 5 en el hogar18, las primeras diferencias de probabilidad aumentan: las diferencias en diferencias dan positivas (>0) y significativas (tabla A.2 en el apéndice).

De forma análoga, dentro de cada uno de los perfiles base de cada tramo de edad, la probabilidad de entrar es mayor para las mujeres perceptoras de AUH que para las mujeres que no la reciben. Y cuando se activa la característica de presencia de menores de 5 en el hogar, las primeras diferencias de probabilidad disminuyen: las diferencias en diferencias dan negativas (<0) y significativas (tabla A.2 en el apéndice)19.

En el gráfico 1 la brecha entre la línea punteada y la línea sólida de color gris ilustra las diferencias en diferencias positivas de la modelización de las salidas del mercado de trabajo20. Y la brecha entre la línea punteada y sólida de color negro muestra las diferencias en diferencias negativas de la modelización de las entradas.

Gráfico 1. Primeras diferencias de probabilidad de salir del mercado de trabajo (líneas en gris) y de entrar (líneas en negro) entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Brecha entre perfiles con y sin menores de 5 años en el hogar

Fuente: elaboración propia. Nota: el gráfico ilustra los resultados de las diferencias de probabilidad para la proporción de ocupados sobre miembros igual a .5. Se observa un patrón de comportamiento similar para los demás niveles de proporción de ocupados sobre miembros.

En el gráfico queda ilustrado que las mujeres de edad central (26-45 años) tienen mayor probabilidad de entrar y menor probabilidad de salir del mercado de trabajo, por eso las líneas de primeras diferencias de probabilidad de salida toman la forma de una U, y las líneas de primeras diferencias de probabilidad de entrada toman la forma de una U invertida.

Asimismo, se aprecia que en el caso de la modelización de las salidas, la intensidad de la interacción entre la AUH y la presencia de menores de 5 en el hogar es más débil para el tramo de edad más joven (tamaño de la brecha), comparado con los demás tramos. Y en el caso de la modelización de las entradas, la intensidad de la interacción es más fuerte para las mujeres de los tramos de edad centrales (26-35 y 36-45 años) en comparación con las mujeres mayores y las más jóvenes. Por lo tanto, la edad estaría incidiendo no solo en las chances de entrada y salida (tabla 1), sino también en la intensidad en que se manifiestan las interacciones entre la AUH y cada factor explicativo.

III.3. Interacción entre la AUH y la asistencia educativa

En el caso de la AUH y el factor explicativo de asistencia educativa, también se observa una interacción que agrega heterogeneidades en los cambios en la participación laboral de las mujeres bajo estudio. Respecto a la probabilidad de salir del mercado de trabajo, cuando se comparan los perfiles base de cada tramo de edad con los perfiles activando la característica de asistencia, las diferencias en diferencias dan positivas (>0) y significativas (tabla A.3 en el apéndice). Análogamente, en la modelización de la probabilidad de entrar al mercado de trabajo, cuando se comparan los perfiles base de cada tramo de edad con los perfiles activando la característica de asistencia educativa, las diferencias en diferencias dan negativas (<0) y significativas (tabla A.3 en el apéndice). Dicho de otro modo, cuando se activa la característica de asistencia educativa, se reducen las diferencias en las probabilidades de entrada al mercado de trabajo entre mujeres beneficiarias y no beneficiarias de la AUH, y, a su vez, aumentan las diferencias en las probabilidades de salida entre mujeres beneficiarias y no beneficiarias.

Como se aprecia en el gráfico a continuación, es interesante notar que, al igual que en la anterior interacción, la intensidad de la interacción entre estos dos factores (asistencia y AUH) resulta más débil para el tramo de edad más joven en el caso de la modelización de las salidas (brechas menores en relación con los demás tramos de edad). Y a su vez, en el caso de la modelización de las entradas, la interacción resulta más fuerte para los tramos de edad centrales, en comparación con el tramo menor y el mayor.

Además, tanto en el caso de la modelización de las entradas como de las salidas, se destaca que el tamaño de la brecha para esta interacción resulta significativamente mayor en comparación con la interacción entre la AUH y la presencia de menores de 5 en el hogar (comparación entre el gráfico 2 y el gráfico 1 en términos del tamaño de las brechas). Y como se verá más adelante, en el caso de las entradas el tamaño de la brecha para esta interacción es el mayor en comparación con todas las demás interacciones. Por otro lado, se observa que si bien esta relación se verifica para las mujeres de todos los tramos de edad, y en todos los tramos hay casos de mujeres que asisten, de manera previsible, la mayoría de las mujeres titulares de la AUH que en el período de análisis se encontraban asistiendo a algún establecimiento educativo corresponde al tramo de edad más joven: 54% tienen entre 15 y 25 años21. La menor participación de las mujeres de edad central y del tramo mayor entre las que persiguen un proyecto de formación es indicativo de las mayores dificultades a las que se enfrentan para retomar los estudios, cuando en general hace años los abandonaron.

Gráfico 2. Primeras diferencias de probabilidad de salir del mercado de trabajo (líneas en gris) y de entrar (líneas en negro) entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Brecha entre perfiles de mujeres que asisten y no asisten a establecimiento educativo

Fuente: elaboración propia. Nota: el gráfico ilustra los resultados de las diferencias de probabilidad para la proporción de ocupados sobre miembros igual a .5. Se observa un patrón de comportamiento similar para los demás niveles de proporción de ocupados sobre miembros.

III.4. Interacción entre la AUH y otros ingresos no laborales

Para evaluar la disponibilidad de otros ingresos no laborales como determinante de los cambios en la participación laboral se crearon dos variables: una denominada "ingresos no laborales", que incluye becas de estudios, seguros de desempleo y subsidios o ayuda social del gobierno, iglesias, etcétera -excluyendo a los ingresos correspondientes a la AUH-; y otra variable de ingresos por jubilaciones o pensiones.

Con respecto a la primera variable, según los resultados la disponibilidad de ingresos no laborales en el hogar incrementa las diferencias en las probabilidades entre mujeres beneficiarias y no beneficiarias AUH tanto en el caso de las entradas como las salidas: diferencias en diferencias positivas y significativas en ambas transiciones (tabla A.4 en el apéndice).

Con respecto a los ingresos por jubilaciones o pensiones, los resultados muestran que, para todos los tramos de edad, todas las posiciones en el hogar y los tres niveles de proporción de ocupados sobre miembros, cuando en el hogar hay presencia de estos ingresos, las primeras diferencias de probabilidad de salir entre beneficiarias y no beneficiarias AUH aumentan: diferencias en diferencias positivas y significativas (tabla A.5 en el apéndice). Y, al mismo tiempo, las primeras diferencias de probabilidad de entrar entre beneficiarias y no beneficiarias AUH disminuyen: diferencias en diferencias negativas y significativas (tabla A.5 en el apéndice).

Como se observa en el gráfico 4 a continuación, nuevamente la intensidad de esta interacción (AUH y presencia de ingresos por jubilación o pensión en el hogar) resulta más débil para el tramo de edad más joven en el caso de las salidas (se amplía la brecha a partir del segundo tramo de edad). Y en el caso de las entradas, la intensidad de la interacción resulta más fuerte para los tramos de edad centrales (brechas mayores en comparación con los demás tramos). Además, es interesante notar que en el caso de la modelización de las salidas la interacción entre AUH e ingresos por jubilación/pensión es la más fuerte, en comparación con todas las demás interacciones.

Gráfico 3. Primeras diferencias de probabilidad de salir del mercado de trabajo (líneas en gris) y de entrar (líneas en negro) entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Brecha entre perfiles con y sin ingresos no laborales en el hogar

Fuente: elaboración propia. Nota: el gráfico ilustra los resultados de las diferencias de probabilidad para la proporción de ocupados sobre miembros igual a .5. Se observa un patrón de comportamiento similar para los demás niveles de proporción de ocupados sobre miembros.

Gráfico 4. Primeras diferencias de probabilidad de salir del mercado de trabajo (líneas en gris) y de entrar (líneas en negro) entre perceptoras y no perceptoras de la AUH. Brecha entre perfiles con y sin ingresos por jubilación o pensión en el hogar

Fuente: elaboración propia. Nota: el gráfico ilustra los resultados de las diferencias de probabilidad para la proporción de ocupados sobre miembros igual a .5. Se observa un patrón de comportamiento similar para los demás niveles de proporción de ocupados sobre miembros.

CONCLUSIONES

Este artículo indagó sobre los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares en Argentina durante los últimos años y sus principales determinantes. En primer lugar, los resultados apuntan a un conjunto de factores relevantes para comprender este fenómeno: la presencia de menores hasta 5 años en el hogar, la condición laboral del cónyuge y de otros miembros del hogar y la disponibilidad de ingresos no laborales (AUH, jubilaciones, pensiones, otros).

En particular, una importante conclusión de la primera parte de la exploración cuantitativa es la significatividad de la AUH como factor explicativo en la modelización de ambas transiciones laborales. Así, el análisis desde una perspectiva multifactorial y diferenciando entre grupos de mujeres permitió reparar en una serie de heterogeneidades que se observan con relación a los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares durante los últimos años.

En este sentido, los resultados de la segunda parte del análisis sugieren que las diferencias en las probabilidades de salir y entrar del/al mercado de trabajo que se evidencian entre beneficiarias y no beneficiarias de la AUH varían dependiendo de ciertas características sociodemográficas de las mujeres (edad, posición en el hogar, presencia de menores en el hogar) y de la combinación del ingreso de la AUH con otros ingresos del hogar, tanto laborales como no laborales.

Concretamente, cuando la mujer es cónyuge y el jefe de hogar se encuentra ocupado en modalidad asalariada se amplían las diferencias positivas en las probabilidades de salida del mercado de trabajo entre mujeres beneficiarias de la AUH y no beneficiarias. Y cuando la mujer es cónyuge y el jefe de hogar está ocupado pero no en relación de dependencia se amplían las diferencias positivas en las probabilidades de entrada entre mujeres beneficiarias de la AUH y no beneficiarias. Asimismo, respecto de la contribución de otros ingresos laborales en el hogar, los resultados muestran que las primeras diferencias de probabilidad de salir aumentan a medida que aumenta la proporción de ocupados sobre miembros en el hogar, e inversamente, las primeras diferencias de probabilidad de entrar descienden a medida que aumenta la proporción de ocupados sobre miembros en el hogar.

Otra importante conclusión de las estimaciones realizadas es en relación con las interacciones encontradas entre la AUH y los factores explicativos analizados. En particular, se destaca que cuando ciertas características explicativas están presentes (menores de hasta 5 años en el hogar, ingresos por jubilaciones o pensiones, asistencia educativa) aumentan las diferencias de probabilidades de salida del mercado de trabajo entre beneficiarias y no beneficiarias AUH y disminuyen las diferencias de probabilidades de entrada entre beneficiarias y no beneficiarias AUH.

A su vez, resulta notorio que el patrón de intensidad de las interacciones en las transiciones laborales varía según el tramo de edad de las mujeres bajo análisis. En la modelización de las salidas del mercado de trabajo se destaca que la intensidad de las interacciones entre la AUH y cada factor explicativo se activa significativamente a partir del segundo tramo de edad, indicando que entre las más jóvenes las interacciones resultan más débiles. En el caso de la modelización de las entradas, se destaca que la intensidad de las interacciones entre la AUH y cada factor explicativo es más fuerte para las mujeres de los tramos de edad centrales. Esto quiere decir que en el caso de las mujeres de entre 15 y 25 años el diferencial de probabilidades de salir entre mujeres AUH y mujeres que no la reciben no varía significativamente cuando las demás características explicativas están presentes. En cambio, entre las mujeres de entre 26 y 45 años las características explicativas evaluadas reducen las diferencias de probabilidades de entrada entre beneficiarias y no beneficiarias AUH en mayor medida que para las mujeres más jóvenes y más adultas.

Finalmente, la intensidad de las interacciones también varía según el factor explicativo con el que se combina la AUH. La asistencia educativa es el factor que en mayor medida reduce las diferencias de probabilidades de entrada entre beneficiarias y no beneficiarias AUH. Simultáneamente, la presencia de ingresos por jubilación/pensión en el hogar es el factor que en mayor medida aumenta las diferencias de probabilidades de salida entre beneficiarias y no beneficiarias AUH.

En cuanto a las implicancias de política de los resultados encontrados, por un lado, resulta interesante resaltar la importancia de las estrategias laborales de los hogares en el comportamiento laboral de las mujeres de sectores populares, que juegan un rol a la par de los incentivos laborales individuales. En segundo lugar, se desprende la importancia de considerar el papel de otras políticas de protección social, además de la AUH, en el comportamiento laboral de las mujeres de sectores populares, en particular las jubilaciones y pensiones. En este sentido, la relación entre distintas políticas de protección social es un eje de análisis que todavía no ha sido suficientemente abordado y que aporta a la comprensión del fenómeno bajo estudio. Finalmente, si el acceso al empleo es una estrategia para promover el empoderamiento económico de las mujeres, resulta imprescindible la definición de políticas públicas que busquen redefinir las persistentes desigualdades de género en el mercado de trabajo argentino. En particular, resulta imperativo implementar medidas de provisión estatal de servicios de cuidado y otras políticas que focalicen en el aumento de la oferta de cuidado accesible a los sectores más vulnerables.

Notas
° Micha, A., & Monsalvo, A. P. (2019). Determinantes de los cambios en la participación laboral de las mujeres de sectores populares en Argentina: interacciones entre la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros factores explicativos. Estudios económicos, 36(72), 117-146.
°° La versión en línea de este artículo cuenta con un apéndice adicional.
1 Se utiliza el término "mujeres de sectores populares" para referir a mujeres vulnerables o mujeres en situación de pobreza. Se lo utiliza como término polisémico, para abarcar las distintas formas en que la literatura se ha aproximado a la definición de las mujeres de nivel socioeconómico bajo. En este trabajo se identifica a este colectivo según el nivel educativo alcanzado (ver más adelante).
2 Cabe señalar que estos trabajos siguen diferentes métodos para la conformación del sujeto de estudio de hogares e individuos receptores de la AUH (ver apartado metodológico). Por un lado, los que trabajan con las bases de microdatos de la EPH se diferencian en términos de la metodología de identificación indirecta de los beneficiarios AUH: Garganta y Gasparini (2017) y Garganta, Gasparini y Marchionni (2017) trabajan con hogares e individuos elegibles, mientras que Maurizio y Vázquez (2014), Bustos y Villafañe (2011) y Groisman, Bossert y Sconfienza (2011) utilizan el método de identificación por monto. Maurizio y Monsalvo (2017) utilizan ambas estrategias. Por otro lado, para su análisis de impacto, Kliksberg y Novacovsky (2015) trabajan con bases de datos propias: el grupo de hogares receptores es una submuestra del total de hogares relevados en una encuesta domiciliaria de alcance nacional urbana realizada especialmente para la investigación y el grupo de control está conformado sobre un listado de demandantes y reclamos de ANSES.
3 Los trabajadores primarios son aquellos con el ingreso laboral más alto del hogar y los secundarios el resto.
4 El efecto es no significativo para las mujeres solteras. A su vez, afirman que la AUH parece no haber generado un efecto significativo en la transición desde la actividad hacia la inactividad en las mujeres.
5 Las titulares son quienes cobran la transferencia, y los destinatarios finales son sus hijos. Aunque en su comienzo la AUH no lo estableció explícitamente, desde su inicio el porcentaje de titulares que eran mujeres fue altísimo: 89,4% en agosto de 2010, según datos de ANSES. Desde el año 2013 se estableció que el pago se realiza a la mujer (Decreto 614/2013).
6 Si bien la EPH no es longitudinal, presenta un diseño de rotación muestral que permite la construcción de paneles interanuales o de dos ondas consecutivas. En los paneles trimestrales, el diseño muestral retiene por dos ondas consecutivas el 50% de los casos. En consecuencia, los paneles que conforman el pool construido dio lugar no solo a una cantidad significativa de casos, sino que también permitió que se contara con suficientes casos para los perfiles específicos de interés presentados en este artículo.
7 El período de análisis se limitó al año 2015 debido a la discontinuidad en el relevamiento de la EPH entre el segundo trimestre 2015 y el segundo trimestre 2016.
8 Cabe señalar que se verificó que la proporción de mujeres que cambian de nivel educativo durante el período comprendido por el pool de paneles no fuera significativa.
9 Elaboración propia con base en EPH-INDEC para el pool de paneles 2010-2015, total aglomerados urbanos.
10 Ibídem.
11 Ibídem.
12 La elección del cociente de OR en lugar de probabilidades marginales en una primera interpretación de los resultados obedece a la falta de representatividad de las características que se imponen para estimarlos. Ello responde a que el vector de valores impuesto por defecto a cada covariable representa el valor medio correspondiente, dando lugar a un perfil que no encuentra correlato en el mundo empírico.
13 El análisis de las interacciones no se realizó directamente en el modelo logit (Ai y Norton, 2003; Norton, Wang y Ai, 2004), ya que se considera que la interpretación de los resultados resulta más ilustrativa siguiendo una metodología análoga a la del diseño factorial, es decir, mediante la comparación entre perfiles.
14 A fin de que las probabilidades marginales estimadas para cada perfil específico sean relevantes se verificó que en el pool de paneles exista una cantidad suficiente de observaciones para el cruce de las covariables que lo definen.
15 El bootstrapping es un método de remuestreo (muestreo aleatorio con reemplazo) propuesto por Efron (1979), cuya utilidad radica en que permite estimar la distribución muestral de los estadísticos de interés a partir de los mismos datos. Es decir, en ausencia de información sobre la distribución del estadístico que se quiere testear, la técnica de bootstrapping explota la información que implícitamente está contenida en la muestra observada para obtener una distribución aproximada.
16 Al mismo tiempo, vale mencionar que si bien la metodología seguida en este ejercicio no requiere de un procedimiento estadístico para la homogeneización de los grupos de comparación (procedimiento del cual sí depende la metodología de evaluación de impacto para su correcta aplicación), se trabaja con cierta homogeneidad de los subgrupos bajo estudio. Ya que, por un lado, al trabajar con un universo de análisis acotado a las mujeres en edad activa de HSI se alcanza una mayor homogeneización que si se trabajara con un universo más amplio o con la población total. En segundo lugar, además de la edad, el sexo y el nivel educativo, las variables del modelo que se utilizan para la construcción de los perfiles contribuyen también a la homogeneización de la población bajo estudio.
17 La Encuesta de Protección y Seguridad Social II (ENAPROSS II), desarrollada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), se relevó entre noviembre de 2014 y diciembre de 2015. El tamaño de la muestra resulta en un total de 10.000 viviendas, magnitud que la ubica entre las encuestas más grandes llevadas a cabo en Argentina.
18 Cabe señalar que en todos los tramos de edad hay casos de mujeres que conviven con menores de 5 en el hogar, incluso en el tramo más joven.
19 Las diferencias en diferencias dan todas significativas con excepción de las correspondientes al tramo de edad 46-60 años (Tabla A.2 en Apéndice).
20 Como se ve en el Gráfico 1, para la posición en el hogar "no jefa, no cónyuge" de los tramos de edad 36-45 y 46-60 las diferencias en diferencias de probabilidad de salir dan negativas. El hecho de que este comportamiento difiera del resto observado se puede deber a la baja proporción de mujeres de estos dos tramos de edad que se declaran como "no cónyuge, no jefa" y conviven con menores de 5 en el hogar.
21 El resto de mujeres titulares de AUH que asisten se distribuyen en los tramos de edad de la siguiente manera: 24% son del tramo de 26 a 35 años, 15% del de 36 a 45 años, y 6,5% de 46 a 60 años.

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