SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.14 número23Ángel Guido, rector de la Universidad Nacional del Litoral (1948-1950): la pregunta por la emancipación en algunos de sus textos olvidados. Texto anexo: Discurso de Ángel Guido, (1948). La nueva universidad. Universidad, 20 (fragmento)La identidad y otras razones para quemar París: París y el odio de Matías Alinovi índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Recial

versión On-line ISSN 2718-658X

Recial vol.14 no.23 Córdoba jul. 2023  Epub 30-Jun-2023

http://dx.doi.org/10.53971/2718.658x.v14.n23.41231 

Tema Libre

Formas de tratamiento y construcción de la imagen social: nuevos usos de jóvenes hablantes cordobeses en Twitter

Forms of treatment and construction of social image: new uses of young Cordovan speakers on Twitter

1 Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, nazira.gunther@mi.unc.edu.ar

Resumen

Este trabajo se centra en el uso de formas de tratamiento (FT) nominales y pronominales de hablantes jóvenes de la ciudad de Córdoba en Twitter. Luego de recolectar estos usos, nuestros objetivos fueron clasificarlos y observar su aparición en relación con factores sociolingüísticos y contextuales para aportar al estudio de la lengua española en su variedad cordobesa, además de analizar su incidencia en la construcción de la imagen social de los hablantes que utilizan el llamado ciberdiscurso juvenil. La metodología es de tipo cualitativa, y el estudio es descriptivo y exploratorio. Para la recolección de datos, elaboramos un corpus ad hoc, conformado por tuits de jóvenes de entre 18 y 30 años provenientes de Córdoba. El análisis se centró en la incidencia de las FT en las actividades de imagen de estos hablantes en un entorno discursivo particular, a partir de categorías sociopragmáticas, dialectales, diastráticas y diafásicas. Nuestros resultados permiten construir un perfil lingüístico del grupo estudiado en Twitter como cercano a las relaciones simétricas, informales y efímeras, que por ello buscan ser expresivas, para construir su imagen social en pocos caracteres. Además, la carga semántica y valor funcional de las FT serían claves para determinar o intensificar la imagen hablante.

Palabras clave: formas de tratamiento; imagen social; Twitter; ciberdiscurso juvenil; español de Córdoba

Abstract

This paper focuses on nominal and pronominal forms of treatment used by young speakers from the city of Córdoba on Twitter. After collecting this uses, our objectives were to classify them and observe their appearance in relation to sociolinguistic and contextual factors in order to contribute to the study of the Spanish language in this variety, as well as to analyze their incidence in the construction of the social image of the speakers who use the youth cyberdiscourse. The methodology is qualitative, and the study is descriptive and exploratory. For data collection, we elaborated an ad hoc corpus, made of tweets of young people between 18 and 30 years old from Córdoba. The analysis focused on the incidence of the forms of treatment in the image activities of these speakers in a particular discursive environment, based on sociopragmatic, dialectal, diastratic and diaphasic categories. Our results allow us to construct a linguistic profile of the group studied on Twitter as close to symmetrical, informal and ephemeral relationships, which therefore seek to be expressive, in order to build their social image in a few characters. In addition, the semantic load and functional value of the forms of treatment would be key to determine or intensify the speaker’s image.

Keywords: forms of treatment; social image; Twitter; youth cyberdiscourse; spanish of Córdoba

Introducción

Este artículo1 se centra en uno de los fenómenos lingüísticos que son objeto de estudio en torno al habla cordobesa: las formas de tratamiento (FT). Estas abarcan el paradigma de opciones lingüísticas de las que dispone un hablante para dirigirse a un interlocutor, a un tercero o a sí mismo, a través del uso de formas nominales, pronominales o verbales. Se trata de un sistema complejo en el que se juegan múltiples factores, tanto lingüísticos como extralingüísticos -de orden sociohistórico, político y cultural-, cuyos elementos impactan en la forma de los hablantes de construir al interlocutor, de ubicarse en el mundo y frente al discurso (Rigatuso, 2000; 2005).

Históricamente, se ha estudiado su aparición en medios escritos o en la oralidad; sin embargo, considerando que las experiencias actuales se configuran a través de prácticas sociales y lingüísticas desplegadas a la par de los medios virtuales de comunicación (Cantamutto, 2013), últimamente ha habido trabajos que han analizado y recogido su funcionamiento dentro de las redes. Entre ellos, podemos mencionar los que se detienen en las FT en el discurso digital desde diferentes perspectivas, como su función en la cortesía verbal (Alarcón y Vásquez-Rocca, 2022; Cautín-Epifani y Miralles 2018; Vela Delfa, 2018) y sus variantes, a partir de la adaptación a diferentes medios, como Instagram, Facebook, correo electrónico, chats, etcétera (Cantamutto, 2018). Por ejemplo, una de las grandes variantes han sido los hipervínculos apelativos, estudiados por Cantamutto y Cautín-Epifani (2016) como formas apelativas que aparecen como recursos interactivos en las conversaciones online, idea que también consideraremos en este trabajo. A su vez, hay artículos que han marcado la relevancia de las FT en las redes como señales de la construcción de un nuevo tipo de identidad discursiva, vinculada a relaciones más simétricas y horizontales (Varas y Vásquez-Rocca, 2018), como veremos más adelante.

En ese marco tan rico de estudios, nosotros buscamos realizar un aporte a la historia del español en esta región particular del país, a partir de este fenómeno lingüístico que, en su conformación, entrelaza aspectos que también dan cuenta de la historia política y social de una determinada sociedad. Esto porque, aunque encontramos un antecedente en el libro de Supisiche (1994) y otro más reciente en Toniolo y Zurita (2014) sobre los rasgos lingüísticos de la capital de la provincia homónima en distintos niveles socioculturales, no hay ninguno que se centre en el habla joven, muchas veces motor del cambio lingüístico, y las nuevas formas de interacción mediadas por internet (Cantamutto y Vela Delfa, 2016). Por lo tanto, al centrar nuestra atención en su uso en contextos digitales, proporcionamos datos que permiten observar las distintas funciones y uso de estas formas de construcción de sí mismo y del interlocutor en estos contextos de comunicación.

En ese marco, cabe mencionar que nuestro objetivo general es relevar las formas nominales y pronominales de tratamiento utilizadas por jóvenes hablantes del español argentino en su variedad cordobesa en Twitter. Como objetivos específicos, planteamos describir estas FT, analizando su relación con factores socioculturales. A su vez, considerando estudios previos sobre la aparición de las FT en la oralidad, intentaremos repensar las articulaciones entre los discursos orales y virtuales en función de las categorías de distancia e inmediatez comunicativa en los tuits. Finalmente, desde un punto de vista pragmático, intentaremos sentar un registro de las formas de construcción de la imagen social de los interlocutores en el marco de la comunidad virtual Twitter a partir del análisis de las FT seleccionadas por los hablantes, con el objeto de aportar al estudio histórico del valor funcional de estas formas en la ciudad de Córdoba.

Materiales y métodos

Esta propuesta se enmarca en una metodología de tipo cualitativo, por lo que, para la recolección de datos, se utilizó un corpus elaborado ad hoc, conformado por una selección de tuits de jóvenes de entre 18 y 30 años que han nacido y residen en la ciudad de Córdoba. Los tuits fueron seleccionados con autorización de cada usuario que los haya publicado, a quien se le solicitó, además, que responda un breve cuestionario con información de índole social y cultural para determinar datos relevantes para nuestro estudio (edad, género, lugar de nacimiento y residencia, nivel educativo).

Conformamos un corpus de 150 tuits, recogidos entre octubre y diciembre de 2021. El criterio de selección fue tomar la sección de Tendencias de Twitter, filtrar la búsqueda con el botón de Cerca de ti (que expone tuits de gente que indica en su perfil que es de Córdoba) y retomar tuits que impliquen una respuesta a otros usuarios. En ese marco, cabe mencionar que el trabajo es de corte descriptivo y exploratorio, ya que Twitter es un espacio atravesado por una temporalidad y modalidad particular que dificulta la recolección actualizada de datos.

Los tuits fueron guardados y numerados en un repositorio propio de Google Drive mediante la técnica de la captura de pantalla. Luego, a partir de la numeración, realizamos: por un lado, una planilla donde especificamos los datos sociolingüísticos del hablante (edad, género, lugar de nacimiento, lugar de residencia y nivel educativo), obtenidos a partir del cuestionario; por otro lado, en otra planilla llevamos adelante el análisis gramatical y sociopragmático, con las categorías correspondientes al marco teórico que sustenta nuestra investigación, que nos sirvió de base para construir nuestra herramienta de análisis. En este encuadre conceptual, con el objetivo de abarcar la complejidad de nuestro objeto, coexisten y se complementan categorías gramaticales, dialectales y pragmáticas.

Así, en el apartado de la planilla en el que realizamos el análisis sociopragmático, registramos las formas de tratamiento halladas y su clasificación. Para las FT pronominales, utilizamos el cuadro propuesto por Fontanella de Weinberg (1999), para dar cuenta del esquema de tratamientos predominante en Argentina y en Córdoba. En cuanto a las formas nominales, las recogimos y clasificamos siguiendo la propuesta de Kerbrat-Orecchioni (2010, en Cautín-Epifani, 2015), aunque debimos hacer algunos ajustes, considerando que esta clasificación no está pensada para la virtualidad.

Luego de clasificar las FT, analizamos el concepto de imagen social, propuesto por Bravo (1999; 2005) desde la pragmática sociocultural. Entonces, allí identificamos si esta imagen era de autonomía o de afiliación, de acuerdo con los comportamientos lingüísticos que indicaban si un usuario deseaba alejarse o acercarse a su interlocutor. Dentro de los comportamientos, nos detuvimos en el valor funcional de las FT al momento de configurarse como marcadores de identidad grupal e individual.

Finalmente, para referirnos al cibercontexto de enunciación y señalar su diferencia con respecto a otros estudios que se han hecho de las FT en contextos de oralidad, las últimas columnas de nuestra planilla marcan: por un lado, los elementos de ciberlenguaje (Palazzo, 2009; 2010) que hacen al registro de los usuarios jóvenes que se comunican en estos medios virtuales; por otro lado, si este enunciado da cuenta de más distancia o inmediatez en la comunicación (Koch y Oesterreicher, 1994), de acuerdo con la concepción que en ellos se construye del grado de escrituralidad u oralidad que existe en estos medios híbridos de comunicación. Luego, cruzamos los datos obtenidos para considerar la incidencia de factores sociolingüísticos, contextuales y pragmáticos en los usos de estas formas.

De esta manera, construimos un instrumento de análisis, el cuadro mencionado, sostenido por un marco conceptual amplio. Así, pudimos describir la aparición de las FT desde una perspectiva integral, que dio cuenta tanto de su valor como fenómenos lingüísticos particulares como de su expresión funcional en un plano contextual específico.

Resultados y discusión

A continuación, reproducimos algunos de los resultados parciales de nuestra investigación.

Datos sociolingüísticos

Como ya mencionamos, hemos tomado en consideración cuatro variables sociolingüísticas para nuestro estudio: la geográfica (informantes que hayan nacido y residan en Córdoba), la etaria (personas de entre 18 y 30 años), la del género y la del nivel educativo.

En primer lugar, con respecto a la variable etaria, dividimos el grupo en dos rangos: 18-24 y 25-30, para observar si había alguna diferencia entre ellos. El primero de estos es el grupo mayoritario, ya que representa el 58,7 % de nuestro corpus, mientras que el grupo de 25-30 conforma el 41,3 %. Hemos realizado esta división porque consideramos que la diferencia etaria entre uno y otro implica también una diversidad de experiencias y conocimientos, además de afectar a otras variables, como la de nivel educativo, por lo que resulta relevante diferenciar ambos rangos.

En cuanto a la variable de género, podemos marcar una mayoría de mujeres en nuestro corpus (59,3 %) y una minoría de hombres (40,7 %). Mientras que, en el nivel educativo, podemos señalar que todos los informantes han terminado al menos sus estudios secundarios. De ellos, un 44,7 % está cursando sus estudios universitarios y un 25,3 % ya finalizó estos o estudios terciarios (3,3 %). Mientras tanto, un 21,4 % solo finalizó la secundaria y un 5,3 % dejó la universidad. En ese sentido, podemos marcar que nos hallamos ante una población alfabetizada, muchos incluso a nivel universitario.

Clasificación de las FT pronominales

Para hablar de la clasificación de las FT, en principio, debemos hacer una primera gran diferenciación entre las FT pronominales y las nominales.

En cuanto a las primeras, estas constituyen un inventario cerrado que responde a pautas generales que rigen el sistema de la lengua española, pero que, en el caso de la variedad argentina, presenta particularidades relacionadas con procesos sociohistóricos que han tenido su impacto en los modos de interacción lingüística de sus hablantes. Por ello, nos centramos en las de segunda persona (vos, usted, ustedes), ya que es allí donde se puede observar la particularidad del paradigma de FT en Argentina, donde predomina el voseo para tratamientos informales en lugar del tuteo de la Península. A su vez, este voseo se opone en su funcionalidad al pronombre “usted”, utilizado en tratamientos formales. Así, siguiendo a Fontanella de Weinberg (1999), podemos marcar que el esquema predominante en Argentina se configura por la forma pronominal singular “vos” para los usos de confianza e informales y “usted” para los formales, mientras que el plural de la segunda persona “ustedes” es utilizado en ambos registros.

La autora marca que hay dos grandes polos que llevan a la elección de determinada FT de segunda persona por parte del hablante: el del poder y el de la solidaridad. Estos conceptos de corte psicosocial propuestos por Brown y Gilman (1960) brindan la posibilidad de elección al hablante entre diferentes tratamientos que denotan diferente grado de formalidad y familiaridad para dirigirse a un interlocutor.

Como plantea Rigatuso (2000), el predominio del poder (ya sea por razones de edad, sexo, jerarquía social) determina la elección de un esquema de tratamientos asimétrico (usted-vos); sin embargo, si la conversación se enmarca en el eje de solidaridad, los tratamientos son recíprocos, ya sea de confianza, si existe cercanía entre los hablantes (vos-vos), o de formalidad, si su relación es distante (usted-usted). Esta elección se enmarca, a su vez, en los modos de comunicación y las normas sociales, culturales e históricas vigentes en una determinada comunidad.

En el caso de las FT halladas en nuestro corpus, encontramos que su aparición de forma explícita es poca. Solo en nueve tuits hallamos el pronombre “vos” usado explícitamente, cumpliendo la función de sujeto, como en el ejemplo (a), o de término de preposición, como en el ejemplo (b):

  1. Jajajajaa de 7:30 a 14:30 alcanza... vos no sos el chico que juega lol y labura hace 2 meses?

  2. Te dejo decidir a vos, soy una piba indecisa.

Sin embargo, sí lo hallamos en casi la totalidad de los tuits en su expresión verbal, la cual se observa en formas del presente voseantes, monoptongadas en -ás, -és, -ís (amás, temés, partís), las cuales se observan en el presente del modo indicativo, como en el ejemplo (c), y en el imperativo, como en el ejemplo (d), donde “venite” se utiliza en lugar del “vente” que se usaría en España:

  1. Amiga, si te tiro el “si querés”, es porque yo también quiero jajajajaja

  2. Tremendo. Venite un día amigo, tenemos la pelopinchito llenada con agua de lluvia, salis una mugre pero la mejor.

En (d), a su vez, observamos el FT en segunda persona del singular “salis”, correspondiente al paradigma voseante, pero al que le falta la tilde. En este caso, esto no implica confusión, ya que en la variedad española se usaría “sales”; sin embargo, en verbos en imperativo como “para/pará” o “come/comé”, la falta de la tilde puede llevar a la confusión de paradigmas, por lo que debemos prestar atención al contexto inter-enunciado para dar cuenta de qué variedad se está usando. A su vez, el verbo “venite” en este ejemplo da cuenta de otra de las formas en que puede hacerse presente el sistema informal del voseo: a través del pronombre de objeto “te”.

En comparación con esto, la forma pronominal correspondiente al tratamiento formal “usted” solo aparece explícitamente en un tuit y utilizado de manera irónica:

  1. Permiso rey usted ha sido robado por el gato

Mientras que sí aparece con su valor formal en las desinencias de dos verbos en un tuit:

  1. Na Vecina, cargue digitalmente y use ese tiempo para otra cosa.

Los datos presentados hasta ahora dan cuenta de que la población de nuestro corpus tiende a usar tratamientos informales para interactuar con otros en la red. Incluso, las mismas FT formales van mutando en sus funciones, como es el caso del ejemplo (e). Esto comienza a delinear una tendencia hacia la construcción de relaciones simétricas que, de acuerdo con autoras como Di Tullio (2010), comenzó a gestarse en nuestro país desde la generalización del “vos” como tratamiento de confianza en América -territorio con un menor nivel de estandarización lingüística debido a la conformación de una diversidad de focos culturales y lingüísticos, y sin una clase cortesana arraigada que mantuviese usos conservadores y normativos como la forma tuteante-. A partir de entonces, el voseo se convirtió en el nuevo miembro de un sistema que era pragmáticamente definido, en el marco de una serie de cambios sociohistóricos y políticos que, además, comenzaron a generalizarlo como tratamiento acorde a diferentes tipos de relaciones sociales, lo que lleva a la conformación de un sistema que evoluciona hacia tratamientos más simétricos y de confianza.

Esta transformación hacia usos más solidarios fue progresiva, ya que, en el siglo XIX, a pesar de los movimientos independentistas y el comienzo del alejamiento de los usos y costumbres relacionados con la colonia, su impronta de estilo tradicional se mantuvo vigente en la sociedad argentina hasta finales del siglo. De ahí que, en esa época, aún se utilizan mayormente esquemas de tratamiento corteses, caracterizados por la formalidad y los tratamientos asimétricos (Rigatuso, 2000; 2005). Sin embargo, como plantea Fontanella de Weinberg (1970), hacia el siglo XX se puede marcar una evolución, especialmente en la clase alta y parte de la clase media, hacia tratamientos simétricos en los que predomina el criterio de solidaridad. La autora relaciona esto con un cambio en las relaciones familiares y amicales de la sociedad bonaerense, las cuales se transforman en el marco de procesos de modernización y democratización de una sociedad hace tiempo independiente de jerarquías de la nobleza, que aboga por un tratamiento igualitario entre sus miembros. Si consideramos a Buenos Aires como foco de irradiación de cambios políticos y culturales que han impactado (aunque no de igual manera ni en todos los lugares) en varias regiones del país (Rigatuso, 2005), considerar los cambios ocurridos en esta zona nos permitirá un primer acercamiento a los ocurridos en el resto del territorio, específicamente en Córdoba. De hecho, Malanca (1981) señala con respecto a la provincia que, durante los años de la independencia, se mantuvo en una línea “barroca”: fiel a los usos hispanos en la escritura formal y académica, aunque se podía observar “en sus movimientos de crecimiento, una clara y sostenida inquietud revolucionaria” (p. 14), que también se notaba en el plano de la lengua, si bien tardó un poco más en generalizarse.

En la actualidad, podemos decir que el voseo es el paradigma generalizado de tratamientos en la región. En un apartado sobre la lengua popular en textos literarios cordobeses, Fontanella de Weinberg (1970) marca que uno de los rasgos encontrados que caracterizan el sociolecto cordobés es el voseo pronominal y verbal, es decir, el llamado “voseo completo”. A su vez, trabajos como los de Malanca Rodríguez Rojas (1987) y Prevedello (1989), centrados en el habla oral, marcan que el voseo es el paradigma generalizado en la provincia, tanto en situaciones familiares como de asimetría entre sus participantes.

Entonces, podemos decir que el corpus de interacciones que hemos construido continúa con esta tendencia hacia el establecimiento de relaciones simétricas a través del lenguaje.

Clasificación de las FT nominales

Cabe detenernos ahora en las FT nominales. Para esto, como mencionamos, seguimos la clasificación de Kerbrat-Orecchioni (2010), aunque realizamos algunas intervenciones en esta. Así, las FT nominales de mayor aparición en nuestro corpus fueron las relacionales (38,9 %) definidas por la autora como aquellas que implican o explicitan la relación entre los hablantes. A estas las hemos subdividido en tres grupos:

  • De amistad/amor: amigo/a, amika, amicha, amigx/s, novio/novie.

  • De parentesco: vieja (con significado de “madre”), vecina, hna, bro, hermano/a/s, primo, hijo.

  • Otros: cumpa, compa, socixs.

Con respecto a estos tratamientos, cabe mencionar una diferencia entre los usos que se dan a estos. Algunos tratamientos que implican solidaridad son usados en varias ocasiones, aunque no haya indicios de que los usuarios se conozcan previamente a la interacción. Por ejemplo, en el caso de (g), la usuaria responde a una tendencia sobre la merienda sin responder específicamente a quien tuiteó el enunciado original; sin embargo, elige una FT relacional para dirigirse a sus posibles lectores:

  1. hoy organicé dos meriendas compartidas para fin de año: hermanas, its finally happening

Hemos notado el mismo uso de FT relacionales, pero con valor general con otras formas fraternas y con “amigos” y sus variantes. Es diferente el caso con otras formas como “vieja”, “primo” o “novio”, que sí se usan en situaciones donde es notoria la relación previa existente entre los interlocutores:

  1. Si lo perdonaste a Andrés x hacer una camiseta suplente celeste me tenés que perdonar a mi por unos chipá primo (emoji haciendo guiño)

Por otro lado, las segundas FT nominales de mayor aparición son las de etiqueta (19,4 %), expresiones que categorizan al interlocutor y que lo designan provisionalmente por alguna característica propia de aquel. A estas también las subdividimos en grupos:

  • Relacionadas con el físico: gorda/o, flaco/a, petisa.

  • Relacionadas con la edad: pibe/a, pendejo/a/s, viejo.

  • Relacionadas con el género: mina, minita, waso.

  • Etiquetas generales: chabón/a, gente, chicos/as, chiquis, chikis, wacho.

De ellas, cabe destacar, por un lado, que la mayoría excede su significado primario. Así, “flaco” no necesariamente refiere al físico, sino que muchas veces es usada de forma general para referirse a alguien desconocido; “mina”, a su vez, siempre se vincula con mujeres, aunque muchas veces de forma despectiva:

  1. Lo que transmite este flaco, que lindo volver a verlo

  2. desquiciada esta mina

A su vez, cabe destacar la creatividad en la construcción de las FT generales, en las cuales encontramos una mayor variación que en las demás en cuanto a las formas de escribirlas, con derivaciones no normativas vinculadas a una búsqueda hacia una mayor cercanía o afectividad, como se ve en el caso de “chiquis, chikis”, en lugar de “chicos” o “chicas”.

En relación con ello, en tercer lugar, encontramos las FT nominales afectivas (12,4 %), vinculadas a los afectos positivos y negativos, que incluyen formas con estos valores, términos relativamente lexicalizados y metáforas (“burro/a”, “chino/a”). Las dividimos así:

  • Positivas: amor, gordita/o, genio, corazón, bebé, loquis.

  • Negativas: hpd, yegua.

  • Dependientes del contexto: culia, culiado/a, qlia, qliado, culiadazo, bldo, bolu.

Vinculadas a estas, destacamos las dependientes del contexto, debido a que, si bien “boludo” y sus derivados ya han sido estudiados como una FT utilizada en toda la Argentina con sus dos valores, el insultante y el indicador de confianza y cercanía (Ramírez Gelbes y Estrada, 2003), “culiado” y sus derivados no han sido tratados en relación con el habla cordobesa; sin embargo, es una de las FT afectivas de mayor aparición en nuestro corpus; de ellas, podemos destacar dos cosas: por un lado, que aparecen principalmente al final de la oración, en posición de vocativo, probablemente respondiendo a un valor enfático; por otro lado, marcamos que aparecen con un valor semántico diverso, ya que, como observamos en los ejemplo, tal como sucede con “boludo”, pueden tener significados tanto negativos (k) como positivos (l) y generales (m):

  1. Cómo vas a llevar a Mario Ishii culiadazo

  2. Que rico es el fernet culia

  3. estoy tan cansada d todo culiado

Siguiendo con los tipos de FT nominales que hallamos, en cuarto lugar, se hallan los nombres (12,2 %), subdivididos de la siguiente manera:

  • Apodos: mu, luchi, mumi, Pato.

  • Nombres: Amadeo, Vero, Agus, Federico, Karen, azul, Paola, Silvio, Martina.

  • Apellidos: cabrera, Messi.

  • Arrobas.

Aquí podemos resaltar que la utilización de nombres propios en nuestro corpus marca que existe una relación previa entre los interlocutores; esto, cuando se utiliza la arroba, es aún más claro, ya que los usuarios tienden a etiquetar a otros a los que conocen previamente.

En quinto lugar, los honoríficos metafóricos (6,1 %), antes utilizados en títulos nobiliarios, pero aquí retomados de forma afectiva, en el caso de la FT “reina”, o irónica, lo que puede verse en algunos usos de “rey”, como vimos en el ejemplo (e) antes mencionado. Por último, las llamadas FT formales, que son utilizadas en tratamientos de este tipo de manera general. En nuestro corpus, recogimos las formas “señora” y “señor”, aunque aparecieron solamente en un 3,3 % de los tuits.

Como podemos observar, las FT nominales recogidas muestran que el léxico de los hablantes acompaña la tendencia antes mencionada de las FT pronominales hacia un sistema de usos más informales, cercano al polo de la solidaridad o de menos distancia. De acuerdo con Rigatuso (2005), esta tendencia puede observarse desde la segunda parte del siglo XIX, vinculada a fenómenos sociales y culturales de la época, como la llegada del movimiento romántico al Río de la Plata, que revelan una pauta progresiva hacia FT nominales más modernas. Antes predominaban rasgos de formalidad, deferencia y un claro distanciamiento social a través de tratamientos como “señor/a, mi dueño y señor, muy señora mía”, combinados con “usted” en el ámbito familiar. Mientras, en el ámbito social, se extendían tratamientos como “amigo/a, mi estimado paisano o compañero”, pero también unidos al pronombre más formal. En ese sentido, las FT nominales exponían que el respeto y la formalidad eran las pautas de interacción tanto para el ámbito más íntimo o de confianza como para aquellos vínculos más asimétricos.

Sin embargo, durante la segunda parte del siglo XIX, el proceso de transformación de la sociedad argentina luego de la independencia de la monarquía española, que derivó en el alejamiento de valores más tradicionales de la época de la colonia, así como en el progresivo avance de un pueblo que seguía ideales de modernización en el marco de la industrialización temprana, llevan a un proceso de cambio en las relaciones sociales y, por tanto, en las FT, reflejos de la deixis social.

En el siglo XX, esta tendencia continúa, tanto en términos de parentesco y de amistad como en los generales. Muchas de las formas que hemos registrado en nuestro corpus se corresponden con las recogidas por autoras como Rigatuso (2005) y Fontanella de Weinberg (1999) a finales de ese siglo, como “amigo”, “chabón”, “pendejo”, “gordo” o “flaco” en las relaciones amistosas, siempre combinadas con la forma pronominal de confianza “vos” (Fontanella de Weinberg, 1999). En cuanto a Córdoba, si consideramos el hecho de que, debido a su posición geográfica, se configuraba como un paso obligado entre la capital nacional y la zona noroeste del país, una “zona de transición o de enlace”, en cuanto a que comparte algunas de las características de las regiones vecinas (Vidal de Battini, 1964), es probable que algunos de estos elementos léxicos hayan expandido su uso a esta parte del territorio nacional; sin embargo, no encontramos suficientes trabajos para asegurar su evolución.

Por el momento, cabe notar que el léxico de los hablantes siempre parece ir acompañado del contexto que enmarca sus interacciones. Las FT recolectadas, a su vez, no solo tienden hacia la construcción de relaciones más simétricas, sino que también se adaptan al registro de la red. Esto sucede a partir de renovaciones en su forma, en sus significados o incluso con la creación de nuevos tratamientos que son difundidos para adaptarse a las relaciones sociales que se construyen en el espacio virtual, las cuales responden a articulaciones potencialmente infinitas entre usuarios muchas veces desconocidos entre sí y que, en su calidad de arquitectos del feed de Twitter, no poseen ningún poder el uno sobre el otro. Así, se construyen, como veremos, vínculos simétricos y solidarios que configuran, en su mayoría, una imagen social de afiliación entre sus participantes.

La afiliación en el marco del cibercontexto

Bravo (2004) define la imagen social como una noción psicosociológica que combina los conceptos de identidad personal y social, es decir, los conceptos que el hablante tiene de sí mismo y las percepciones relativamente estables que posee en su relación con los otros y los sistemas sociales. En este caso, estas percepciones se ven atravesadas también por el registro que se impone en el lenguaje utilizado en la red y que, como ya mencionamos antes, llevan a que la mayoría de los usuarios se identifique como parte de un grupo mayor que forma parte de la comunidad virtual de Twitter y que la constituye con sus usos.

Ahora bien, centrándonos en las situaciones comunicativas específicas, Bravo (2003) establece que quienes interactúan marcan su distancia o cercanía con las formas de hablar del otro y reelaboran constantemente su discurso para acercarse a ellas y mostrar su adhesión o se alejan de ellas para mostrar su individualidad. Esto es lo que la autora define como imagen de afiliación e imagen de autonomía respectivamente; es decir, aquellas imágenes que exponen el deseo de ser visto como alguien que pertenece a un grupo o como alguien que posee un contorno propio dentro de él. En nuestro corpus, existe una predominancia marcada a la afiliación, que va de la mano con la adaptación que hacen los usuarios a los usos lingüísticos correspondientes a un registro común en el cibercontexto: el del ciberdiscurso juvenil.

Cabe aclarar que un cibercontexto es un escenario virtual donde se construye y desarrolla una cibercultura, la cual se halla inmersa en conocimientos, ideas y prácticas que surgen del uso de redes informáticas para la comunicación, dentro de la que se incluyen nuevas herramientas comunicativas, modos de identificación y relación virtual, y tendencias conductuales (Palazzo, 2009; Portillo Fernández, 2010). Por ello, quienes se adaptan a estos modos se afilian con una cierta forma de identificarse y relacionarse en los espacios virtuales. En ese marco, debemos rescatar que, como plantea Bravo (2004), el análisis de la imagen de los interlocutores es realizado por el investigador a partir de la reconstrucción del contexto micro y macro en el que se insertan las interacciones. Por ello, debemos retomar algunas cuestiones relacionadas con el cibercontexto de Twitter.

Yus (2010) lo define como un microblog, es decir, un fenómeno comunicativo donde los usuarios escriben textos breves (los tuits tienen un máximo de 280 caracteres) y actualizados sobre su vida diaria. Java et al. (en Yus, 2010) establecen que las razones de usar Twitter van desde informar sobre nuestras actividades en tiempo real hasta establecer charlas, conversaciones o debates entre conocidos o extraños. En ese sentido, se entrelaza en este entorno una interesante red de microinteracciones entre perfiles de usuarios, las cuales son justamente las que conforman, transforman y construyen el contexto de la plataforma y la imagen pública de cada usuario.

De aquí podemos destacar tres cuestiones observadas en nuestra investigación en relación con este entorno: primero, la publicidad expandida de la imagen social, que en el caso de estas redes no tiene límites. En ese marco, los usuarios no solo construyen su imagen para un interlocutor (al que responden), sino para una red de posibles interlocutores que navegan en ese mundo virtual. En ese marco, las FT muchas veces aparecen con un valor plural, general, que apela a otro que todavía no ha leído un determinado tuit, pero que puede afiliarse o distanciarse de lo que un usuario dice. Veamos un ejemplo:

  1. bueno gente voy a ver a hannah montana.

En este caso, la usuaria responde a otro tuit sobre una cantante. Sin embargo, no se dirige directamente a su interlocutor, sino al colectivo de personas que la pueden estar leyendo. Este tipo de construcción es posible en estos espacios, donde la escritura permite interacciones diferidas que generan una apertura a nuevos tipos de relaciones y construcciones del otro.

En segundo lugar, cabe marcar las consecuencias de la limitación de caracteres en estos enunciados. Si bien en Twitter se pueden escribir varios tuits seguidos para explicar una idea, en las respuestas a otros usuarios se suele destacar la búsqueda por la brevedad, característica del lenguaje de la red mencionada por autores como Cantamutto (2013) o Palazzo (2010). Esto, si bien da cuenta de un límite en lo que se puede decir, también empuja al usuario a jugar con su creatividad para expresarse en un espacio reducido a través de una diversidad de estrategias. No es objeto de nuestro trabajo profundizar en estas, pero sí mencionar que resulta llamativo el hecho de que, incluso cuando la brevedad es esencial, muchas veces la expresividad y la búsqueda por afiliarse o diferenciarse de aquel a quien se contesta es aún mayor. Esto es notorio en las formas y posiciones en que aparecen las FT en nuestro corpus. Veamos un ejemplo:

  1. Fuera de joda no pueden ser tan AMARGOS culiado. Me dan pena sinceramente que hinchada del orto que tienen culiado

Aquí observamos que el autor del tuit repite dos veces la misma FT, con la que intenta marcar su disconformidad con el enunciado que responde de manera intensificada. A su vez, esta FT se halla en los dos casos en la posición final del enunciado, cumpliendo la función apelativa correspondiente a los vocativos; considerando que esta es innecesaria en términos técnicos, ya que el usuario al que se responde sabe que se apela a él a través de una notificación, podemos hipotetizar que el hecho de colocarla implica que su valor funcional también es expresivo para el hablante, debido al significado semántico negativo que tiene esa FT. Esto se nota aún más en un ejemplo como (p), publicado por una usuaria de género femenino:

  1. @NOMBRE Vamooooos, toda la suerte para voooos amiga :)

Aquí, la FT “amiga”, también en posición de vocativo, no es útil en términos apelativos, ya que el arrobado al usuario ya cumple esa función; en este caso, al usarla, la internauta parece intentar construir una imagen de afiliación con respecto a quien contesta. Entonces, como podemos ver, el observar estas formas en medios virtuales de comunicación nos permite otra mirada a su amplia funcionalidad discursiva.

Por último, destacamos algunos elementos correspondientes al lenguaje en esta red, caracterizada por la elección de recursos que construyen un determinado registro: el del ciberdiscurso juvenil. Este se caracteriza, siguiendo a Palazzo (2009; 2010), por ser un registro informal, conformado por dos tipos de recursos: verbales y no verbales.

Sobre los verbales, en nuestro corpus hemos notado principalmente tres de ellos vinculados a las FT: en primer lugar y en menor medida, la elección de extranjerismos, comunes en una red social atravesada por la globalidad de la comunicación. Así, podemos ver elecciones de FT como bro o mister. En segundo lugar, la resemantización de términos léxicos; por ejemplo, el uso metafórico de reina para referir de forma afectiva positiva a una mujer, o los usos irónicos de FT como señora, que pasan de vincularse con la formalidad a utilizarse como forma de burla o distanciamiento con personas de mayor edad.

En tercer lugar, la utilización de mecanismos léxicos y morfológicos para adaptar las FT a la imagen que se busca construir o a las características del registro informal. Uno de estos mecanismos es la derivación de palabras por sufijación. Los dos sufijos más utilizados en nuestro corpus son -azo, aumentativo cuya expresividad ya fue señalada por Coto Ordás (2021) como forma que, usada en adjetivos o en tratamientos, acentúa una determinada cualidad en el habla coloquial; e -ito/a, diminutivo utilizado para subestimar al interlocutor o minimizarlo (“minita”) o para expresar cariño (“bebita”). También hallamos marcas del denominado lenguaje inclusivo, el cual resulta especialmente interesante porque es un uso que, por sí mismo, construye una imagen social que se afilia y diferencia de dos posicionamientos muy marcados en relación con los usos del lenguaje. Además, lo hallamos en formas que solo pueden ser usadas en la escritura, como con la arroba (“sobrinit@”) y con la x (“amigxs), aunque también aparecen dos usos con la e (“novie” y “amigue”). Otro mecanismo es la abreviación de tratamientos, como hna o qlia.

En cuanto a los elementos no verbales, siguiendo los aportes de Palazzo (2010), hemos podido distinguir varios de ellos, de los cuales, varios se pueden usar de manera combinada: el uso de emojis, multimedias y del dialecto visual, que incluye las mayúsculas sostenidas para destacar un elemento o imitar gritos (q), la repetición de letras para mayor expresividad (r), las onomatopeyas, especialmente jaja y sus derivados para imitar las risas (s), y un uso no normativo de la puntuación, que, coincidimos con la autora, parece intentar darle una mayor fluidez al enunciado para facilitar una lectura veloz, como la que se hace en estos espacios; esto puede hacerse, por ejemplo, a través del uso de comas, como se observa en los ejemplos (q) y (t):

  1. NATHY PELUSO HERMANAS VIVA LA PATRIA

  2. El verdadero PODRANNN (? Dos reynitaaas [emoji enamorado]

  3. JAJAJAJA LITERAL, no se porque me junto con esta gente (?)

  4. same hermana en TODOS lados están esos carteles un miedo me da este país

Todos los aspectos que hemos desarrollado hasta aquí nos llevan a pensar en las nociones de distancia comunicativa e inmediatez comunicativa, ya que dan cuenta de un espacio híbrido donde las nociones de oralidad y escritura ya no se ven atravesadas únicamente por el medio, sino también por la concepción que tienen los hablantes de los usos que eligen para construir sus enunciados. De acuerdo con lo postulado por Koch y Oesterreicher (1994) y Oesterreicher (1996), notamos que en este tipo de espacios discursivos hay un continuum oralidad-escrituralidad, que depende de una vara concepcional que da cuenta de cuán inmediata o diferida es concebida esa comunicación por el hablante.

En nuestro corpus, los rasgos que mencionamos anteriormente, presentes en diferentes medidas en más del 70 % de los tuits recogidos, forman parte de interacciones que se acercan mucho más al extremo de la inmediatez que al de la distancia del continuum. Esta inmediatez se construye por elementos que intentan acercar la modalidad escrita a elementos cercanos a la oralidad, como la mayoría de los vinculados al registro coloquial del ciberdiscurso juvenil, cuya expresividad, fluidez, rapidez e informalidad, construidos a partir de los elementos previamente desarrollados, parecen acercar los usos de los hablantes a formas comunes a la oralidad. Esto también es mencionado por autoras como Vela Delfa y Cantamutto (2018b) como parte del llamado estilo digital. El contraste con los enunciados que construyen una mayor distancia es claro, entonces, si nos basamos en estas características. Veamos un ejemplo:

  1. La chavona me cuenta tranquilamente que tiene todos los síntomas de covid y que solo no va a trabajar porque está hecha mierda, pero si estuviera medianamente estable le chuparía un huevo ir a laburar porque "necesita la plata".

  2. Amiga, si te tiro el "si querés", es porque yo también quiero jajaja

  3. JAJAJAJA claro Pato [emojis aplaudiendo]

Aquí observamos diferentes rangos del continuum: en (u), un enunciado diferido que utiliza signos de puntuación y expresa su opinión a través de una escritura desnuda de signos de expresividad mayores a la propia palabra; en (v), ejemplo que ya habíamos visto antes, nos encontramos en un término medio: una escritura correcta, sin recursos no verbales, pero con una onomatopeya que la acerca sutilmente al grado de inmediatez; por último, (w) utiliza mayúsculas sostenidas en combinación con la onomatopeya para acentuar la risa, un emoji para imitar la gestualidad y pocas palabras, en una respuesta breve cercana al coloquio oral.

Todos estos elementos establecen que los hablantes cordobeses en la red tienden a construir una imagen de afiliación con respecto a los usos de sus pares virtuales, los cuales se vinculan a un registro inmediato e informal.

Variables sociolingüísticas y usos de la lengua

Una vez realizados los análisis pragmáticos pertinentes, cabe cruzarlos con los datos sociolingüísticos presentados al principio de esta ponencia.

En cuanto a la variable de género, las diferencias en los usos de las FT se pueden observar en el mayor o menor acercamiento a través de la elección de las FT. Las personas que se identificaron como mujeres tienden al uso de FT afectivas y relacionales positivas y a referirse a sus pares a través de ellas. Por otro lado, las personas identificadas con el género masculino tienden al uso de FT con valores semánticos negativos o generales, aunque no hemos notado una diferencia entre ambos géneros en cuanto a la construcción de una imagen de afiliación o autonomía, ya que registramos una igual aparición de rasgos del ciberdiscurso juvenil en ambos.

En relación con la variable del nivel educativo, no encontramos grandes diferencias en el uso de FT entre los diferentes estratos. Sin embargo, sí es loable marcar que todos los hablantes que construyeron una postura de autonomía con respecto a los usos de sus pares y de mayor distancia en el continuum oralidad-escritura poseen un nivel educativo universitario finalizado o en curso; comparten este rasgo con quienes tienen un rango etario de entre 25-30, ya que los hablantes de entre 18-24 tienden a utilizar el registro informal y expresivo que caracteriza al ciberdiscurso.

Finalmente, en cuanto a la variable geográfica, cabe mencionar únicamente la aparición del regionalismo culiado, forma de tratamiento afectiva que puede tener un valor semántico negativo o positivo de acuerdo con el contexto. Sin embargo, para poder establecer usos particulares de la lengua cordobesa en relación con el resto de las variedades argentinas, se requeriría un estudio comparativo que pueda ampliar el alcance de este trabajo.

Conclusiones

Este artículo es, como mencionamos en la metodología, una investigación exploratoria. Por lo tanto, nuestro objetivo ha sido mostrar los avances hasta el momento, lo que implicó dar cuenta de un proceso de recolección, clasificación y análisis de datos en la red, para el cual hemos tomado en consideración un fenómeno históricamente estudiado por la lingüística y lo hemos relacionado con los nuevos medios en los que este se manifiesta.

Nuestros resultados parciales dan cuenta de que las actividades de imagen halladas permiten construir un perfil lingüístico del grupo estudiado en Twitter como cercano a las relaciones simétricas, informales y efímeras. La imagen social que predomina en estos espacios es, así, la de afiliación, caracterizada por la selección de formas breves, expresivas y coloquiales, cercanas a la inmediatez vinculada a la oralidad, que configuran el registro conocido como ciberlenguaje juvenil.

En esta construcción de la imagen social, la carga semántica y el valor funcional de las FT juegan el rol clave de intensificar la imagen que intenta dar el hablante y definirla para sus posibles interlocutores, a la vez que refuerza las relaciones sociales con su interlocutor directo. Además, desde un punto de vista diacrónico, en relación con el análisis de la clasificación gramatical, pragmática y léxico-semántica realizada, podemos realizar algunas conclusiones. En primer lugar, que las FT pronominales y nominales parecen seguir el curso de la evolución de los usos informales en los tratamientos, ya marcada por autoras como Fontanella de Weinberg (1999; 2000), Di Tullio (2010) o Rigatuso (2005).

Consideramos que nos queda reunir un corpus mayor para poder registrar, clasificar y generalizar los datos de Córdoba y, tal vez, extender este trabajo y comparar dichos datos con los de otras regiones de Argentina. De todas formas, nuestro análisis hasta el momento confirma que Twitter es un espacio en el que los hablantes elaboran su imagen social a partir de diferentes elementos, tanto lingüísticos como no lingüísticos, y que ello implica una nueva forma de comunicación que configura expresiones híbridas entre la oralidad y la escritura.

Referencias bibliográficas

Bravo, D. (1999). ¿Imagen positiva vs. Imagen negativa? Pragmática socio-cultural y componentes de face. Oralia, (3), 21-51. [ Links ]

Bravo, D. (2004). Tensión entre universalidad y relatividad en las teorías de la cortesía. En D. Bravo y A. Gómez. Pragmática sociocultural: estudios sobre el discurso de cortesía en español (pp. 15-37). Barcelona: Ariel. [ Links ]

Bravo, D. (2005). Estudios sobre la (des)cortesía en español. Buenos Aires: Dunken. [ Links ]

Cantamutto, L. (2013). “Ok, cortado de mierda:$”. Las fórmulas de tratamiento como recurso expresivo en la interacción por SMS. En S. Pérez (Ed.), Actas del VI Coloquio de Investigadores en Estudios del Discurso y III Jornadas Internacionales sobre Discurso e Interdisciplina. Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires. Recuperado de https://www.aacademica.org/lucia.cantamutto/24.pdf Links ]

Cantamutto, L. (2018). Variación y adaptabilidad: los tratamientos en la comunicación por SMS en español bonaerense. Onomázein, (NE IV), 1-25. Recuperado de https://ojs.uc.cl/index.php/onom/article/view/30823 Links ]

Cantamutto, L. y Cautín-Epifani, V. (2016). El hipervínculo apelativo como recurso interactivo en el discurso digital. Trabajo presentado en el IX Encuentro Nacional de Estudios del Discurso, ALED, Chile, Universidad Católica de Temuco, Temuco, Chile. [ Links ]

Cantamutto, L. y Vela Delfa, C. (2016). El discurso digital como objeto de estudio: de la descripción de interfaces a la definición de propiedades. Aposta. Revista de Ciencias Sociales, (69), 296-323. Recuperado de https://www.aacademica.org/lucia.cantamutto/27Links ]

Cautín-Epifani, V. (2015). Poder virtual y formas de tratamiento en el discurso mediado por computadora. Exploración en una red comunicativa virtual. Forma y función, 28(1), 55-78. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6403649 Links ]

Cautín-Epifani, V. y Miralles, J. G. (2018). Formas de tratamiento nominales en el discurso escrito en medios virtuales: una aproximación a su ocurrencia según sexo y grupo etario en hablantes de la provincia de Iquique (Chile). Estudios filológicos, (62), 173-192. Recuperado de https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-17132018000200173&lng=en&nrm=iso&tlng=en Links ]

Coto Ordás, V. (2021). De la enorme productividad y expresividad del sufijo -azo en español. Implicaciones para la enseñanza de la morfología derivativa en clase de ELE. Marco ELE, (32). Recuperado de https://marcoele.com/descargas/32/coto-ordas_sufijo_azo.pdfLinks ]

Di Tullio, A. (2010). El voseo argentino en tiempos de Bicentenario. Revista de la Sociedad Argentina de Lingüística, (1-2), 47-73. Recuperado de https://biblat.unam.mx/es/revista/rasal-linguistica/articulo/el-voseo-argentino-en-tiempos-del-bicentenario Links ]

Fontanella de Weinberg, M. B. (1970). La evolución de los pronombres de tratamiento en el español bonaerense. Thesaurus, 25(1). Recuperado de https://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/25/th_25_001_012_0.pdf Links ]

Fontanella de Weinberg, M. B. (1999). Sistemas pronominales de tratamiento usados en el mundo hispánico. En I. Bosque y V. Demonte (Dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española (pp. 1399-1425). Madrid: Espasa. [ Links ]

Fontanella de Weinberg, M. B. (Coord.). (2000). El español de la Argentina y sus variedades regionales. Buenos Aires: Edicial. [ Links ]

Goffman, E. (1967). Interaction ritual. Essays on face to face behaviour. Nueva York: Ankor Books. [ Links ]

Kerbrat-Orecchioni, C. (2010). S’adresser à autrui: les formes nominales d’adresse en français. París: Université de Savoie. [ Links ]

Koch, P. y Oesterreicher, W. (1994). Schriftlichkeit und Sprache. En H. Günther y O. Ludwig, (Eds.), Ein interdisziplinäres Handbuch internationaler (pp. 587-603). Recuperado de https://doi.org/10.1515/9783110111293.1.5.587Links ]

Malanca Rodríguez Rojas, A. (1987). Fórmulas de tratamiento en la lengua de Córdoba. Actas del II Congreso Nacional de Lingüística. Universidad Nacional de San Juan, 3, 251-270. San Juan. [ Links ]

Oesterreicher, W. (1996). Lo hablado en lo escrito. Reflexiones metodológicas y aproximación a una tipología. En T. Kotschi, W. Oesterreicher y K. Zimmerman (Eds.), El español hablado y la cultura oral en España e Hispanoamérica (pp. 317-340). Fráncfort: Iberoamericana. [ Links ]

Palazzo, M. G. (2009). El ciberdiscurso juvenil: representaciones sociales, la censura y la aceptación. Revista Speculo, (41). Recuperado de http://www.ucm.es/info/especulo/numero41/ciberdis.html Links ]

Palazzo, M. G. (2010). Aspectos comunicativos del ciberdiscurso juvenil. Consideraciones teóricas. Revista Estudios de Juventud, 3. Recuperado de https://bit.ly/3m35nic Links ]

Prevedello, N. L. (1989). El voseo en Córdoba. Perspectiva diacrónica. Actas del II Congreso Nacional de Lingüística . Universidad de San Juan, 5, 43-51. [ Links ]

Ramírez Gelbes, S. y Estrada, A. (2003). Vocativos insultivos vs. vocativos insultativos acerca del caso de 'boludo'. Anuario de estudios filológicos, 26, 335-353. Recuperado de https://dehesa.unex.es/handle/10662/947 Links ]

Rebollo Couto, L. (2005). Formas de tratamiento y cortesía en el mundo hispánico. Recuperado de https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/publicaciones_centros/PDF/rio_2005/03_rebollo.pdfLinks ]

Rigatuso, E. M. (2000). Señora (...) ¿no tenés más chico? Un aspecto de la pragmática de las fórmulas de tratamiento en español bonaerense. Revista Argentina de Lingüística, 16, 293-344. Recuperado de http://www3.cricyt.edu.ar/ral/ral.htm Links ]

Rigatuso, E. M. (2005). Las fórmulas de tratamiento del español bonaerense desde la perspectiva de la Sociolingüística histórica. Factores y procesos en la dinámica del cambio (1800-1880). Analecta Malacitana. Recuperado de https://bit.ly/3wZNwPyLinks ]

Rigatuso, E. M. (2017). Cuestiones de variación lingüística en un sistema de tratamientos del español de la Argentina. Boletín de la Academia Argentina de Letras. Recuperado de https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/45076Links ]

Supisiche, P. M. (1994) Una introducción al estudio del habla cordobesa capitalina. Trabajos del CIL VII. Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba. [ Links ]

Toniolo, M. T. y Zurita, M. E. (2014). Marcadores discursivos en Córdoba, Argentina. Cuadernos de la ALFAL, (5), 69-106. Recuperado de http://www.mundoalfal.org/sites/default/files/revista/05_cuaderno_004.pdf Links ]

Varas Alarcón, M. y Vásquez-Rocca, L. (2018). El rol de las fórmulas de tratamiento en blogs y foros religiosos: hacia una horizontalidad dialógica. Onomázein , (NE IV), 70-97. Recuperado de http://onomazein.letras.uc.cl/index.php/onom/article/view/30827/23973 Links ]

Varas Alarcón, M. y Vásquez-Rocca, L. (2022). ‘Me encanta este tipo de ideas. Grandes, niñas’: Formas de tratamiento y estrategias de cortesía usadas por jóvenes universitarios al interactuar en Instagram. Revista Signos, 55(108), 235-259. Recuperado de http://dx.doi.org/10.4067/S0718-09342022000100235Links ]

Vela Delfa, C. (2018). La apelación en el género discursivo del correo electrónico: fórmulas nominales de tratamiento en las aperturas y los cierres de los mensajes de email. Onomázein , (NE IV), 98-118. Recuperado de https://doi.org/10.7764/onomazein.add.06 Links ]

Vidal de Battini, B. (1964). El español de la Argentina. Buenos Aires: Consejo Nacional de Educación. [ Links ]

Yus, F. (2010). Ciberpragmática 2.0. Nuevos usos del lenguaje en Internet. Barcelona: Ariel . [ Links ]

1Este se enmarca en los lineamientos de la Beca CIN. Así, forma parte del proyecto de investigación “Unidad y diferenciación lingüística: el español de Córdoba (Argentina) en el siglo XXI”, dirigido por la Mg. Mariela Masih, cuyo principal objetivo es describir el panorama lingüístico de Córdoba en la actualidad.

Recibido: 09 de Agosto de 2022; Aprobado: 13 de Febrero de 2023

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons